La censura, ese empeño de los poderosos en controlar lo que la gente ve, piensa, habla… Algo tan complicado como poner puertas al campo.

Un grupo peculiar de hombres muy difientes con una misión muy peculiar y que acabará marcando la historia, aunque no lo sepan aún.

Tan distinta a él, tan complementaria, tan necesaria en su vida. Fritz adora a su esposa Heidi con todo su corazón.

A veces el mundo se vuelve loco a nuestro alrededor y nos atrapa en su locura. Fritz no puede creer que lo que ha escuchado hoy sea cierto.

Nada tan íntimo y personal como un pequeño diario. Y tan necesiario a veces cuando no podemos contar a nuestros seres queridos algunas cosas.

Por muy secreto que sea, siempre hay gente que sabe algo y a medida que Fritz va sabiendo cosas sobre la reunión, menos la gusta.