De vocación… Compositora – Isabel Royán

De vocación… Compositora – Isabel Royán

Hola de nuevo. Volvemos con un “De vocación…” en el que vamos a hablar con una grandísima artista: Isabel Royán.

Su trabajo quizás no lo veas, es posible que su nombre no te suene, pero es uno de esos trabajos que se sienten y tocan el corazón. Imagina la escena de DiCaprio y Winslet en la proa del Titanic sin esa orquesta de fondo. Si te digo Indiana Jones o Tiburón, puede que no hayas visto las películas, pero estoy convencido de que te vienen a la cabeza algunas notas musicales. O ponte a jugar al Tetris sin sus machaconas y frenéticas notas o al Zelda sin su épica banda sonora.

La invitada de hoy es la creadora de este tipo de arte. La que crea no sólo música sino espacios sonoros para películas, cortometrajes, danza, teatro, videojuegos… Isabel Royán lleva toda la vida componiendo y su arte es un placer que podéis disfrutar en multitud de películas, documentales, cortometrajes, videojuegos, teatro, espectáculos de danza…

Ganadora de varios premios internacionales y parte de varias producciones nominadas a los Goya, su currículum impresiona. Lo puedes leer en su web donde también puedes disfrutar de algunas de sus piezas. Te invito a visitarla y a que me acompañes en esta charla con Isabel Royán.

La entrevista

Dagarin: Antes de nada, bienvenida y muchas gracias por tu tiempo. La primera pregunta siempre es la misma en esta sección para ir calentando. ¿Cómo llegaste a este mundo de la composición musical? ¿Vocación temprana o casualidades de la vida?

Isabel: ¡Gracias a ti siempre por este espacio para charlar de música y cine! Empecé a estudiar música en el conservatorio con ocho años, de pequeña me encantaba tocar el teclado de oído, cantar… y a componer empecé casi a la vez, en cuanto aprendí a escribir plicas… Diría que vocación temprana y muchísimo empape musical en casa, mi padre era muy melómano.

Dagarin: Leo que, además de licenciada en composición musical, también lo estás en periodismo. ¿Alguna razón especial te llevó a licenciarte en dos carreras tan aparentemente diferentes?

Isabel: Mi gran pasión además de la música siempre fue la literatura, todo ese mundo de abstracción y de construir otras realidades, leer, escribir… eran también mi mundo. Con diecisiete años no quería abandonar esto y decidí estudiar periodismo, y luego me quité la espinita de cursar varias asignaturas también de filología hispánica. Las letras siguen siendo para mí otra fuente de creatividad y de inspiración enorme para todo.

Mi gran pasión además de la música siempre fue la literatura, todo ese mundo de abstracción y de construir otras realidades, leer, escribir… eran también mi mundo.

Dagarin: Creativa en toda la extensión de la palabra. Aunque tienes multitud de cursos y másteres en diferentes áreas musicales, parece que estás volcada en el mundo audiovisual, componiendo espacios sonoros para todo tipo de obras. ¿Qué te aporta de especial ese mundo?

Isabel: Creo que el mundo audiovisual materializa los sueños de la gente, incluyendo cómo suenan, y el poder colaborar con mi música a que algo que sólo existía en la mente de una persona creativa cobre vida me sigue pareciendo magia pura. Cuando empiezas a ver los resultados de tu conocimiento musical en las historias que quieren contar los directores, guionistas, productores… sientes que realmente desde tu lenguaje sonoro estás poniendo una nueva capa que hace que la experiencia sea completa, profunda, y es una sensación bellísima.

Dagarin: Yo conocí tu trabajo a raíz de la música que compusiste para La Musa y el Lobo, obra teatral dirigida por Jorge Rivera, donde experimentas con formas diferentes de hacer sonar un piano y confieso que me fascinó como puedes escuchar esos sonidos sólo leyendo un texto. Recomiendo a todos los que estén leyendo esta charla que vean este video. Es fascinante. ¿Cómo funciona el proceso de creación de una composición para una película, documental, obra de teatro…? ¿Te vale siempre, como en ese caso, el texto y las guías del director o prefieres ver la obra terminada?

Isabel: Yo creo que el proceso creativo, aunque en el fondo tiene muchos matices y es complejo, al final termina siendo como la experiencia de la escucha pero al revés: puedes leer un guion, ver la película ya rodada y montada, partir de un dossier… y esto te lleva a empezar a imaginar, a revivir tus propias experiencias, a conectar contigo y con tu percepción del mundo… A partir de ahí empiezas a sacar tus herramientas para “dibujar” lo que ves/escuchas, en nuestro caso nuestros recursos para dar voz musical a lo que se quiere contar, y hacemos también de conector entre unos lenguajes y otros (texto, escenografía, montaje…). Para hacer esto personalmente puedo partir a veces de guion, otras de película u obra finalizada… porque realmente tu cabeza está componiendo desde que te cuentan el proyecto.

Dagarin: Supongo que habrá obras en las que tus composiciones suenen más y otras en las que quedan más en segundo plano. ¿Cómo se procesa a la hora de crear el saber que quizás todo ese trabajo no va a destacar tanto como quizás la interpretación de un actor o unos efectos especiales, siendo como mínimo igual de importante?

Isabel: Al principio, cuando sólo lo ves como músico, te resulta frustrante que se pierdan todos esos detalles minúsculos a los que has puesto tanta atención, tanto mimo… pero con el tiempo aprendes que lo que estás haciendo no es música con imágenes, sino ser parte de un todo mucho más interesante y potente que es la creación multimedia.

Dagarin: Una de tus múltiples facetas es la creación de bandas sonoras para videojuegos. Aunque supongo que la base inicial debe ser parecida, la forma en la que se juega a un videojuego no es tan lineal como en una película o un documental ¿Marca muchas diferencias a la hora de crear la ambientación?

Isabel: Efectivamente, cuando eres parte del equipo creativo de un videojuego lo que estás creando es una realidad sonora que va a extenderse durante muchas horas, sea con una banda sonora sencilla o complejísima (nuestro papel va mucho más allá de ambientar), que tiene que llegar al usuario de forma diferente a una película, que tiene que suplir funciones narrativas que en el cine te aportan las actuaciones, los entornos claros… La funcionalidad de la música en cine y en videojuegos es muy distinta, y lógicamente la manera de planearla, componerla y materializarla es muy diferente también.

cuando eres parte del equipo creativo de un videojuego lo que estás creando es una realidad sonora que va a extenderse durante muchas horas

Dagarin: ¿Hay algún campo en el que te encuentres especialmente cómoda trabajando o que te suponga especial satisfacción? Teatro, películas, videojuegos…

Isabel: Me dinamiza mucho cambiar, pasar de la intensidad del cine a los proyectos a largo plazo para otros multimedia como los videojuegos, o la frescura de hacer música para proyectos en vivo, como el teatro, la danza… Encuentro la comodidad en los proyectos artísticos con los que conecto emocional y creativamente, independientemente del formato.

Dagarin: También eres profesora, colaboras con algunas revistas del sector, impartes cursos y charlas… ¿Qué te aporta esa faceta de divulgadora?

Isabel: Bueno, dicen que quien enseña aprende dos veces, y yo lo veo así. Para poder explicar tienes que profundizar y es una oportunidad para analizar música o cine de forma más intensa, revisar y ampliar conceptos y herramientas musicales para poder hablar de ellas con otros, descubrir autores, estar al día de novedades musicales, tecnológicas… Compartir lo que vas descubriendo y lo que ya sabes te hace incorporarlo y conservarlo creo que con mucha más intensidad.

Dagarin: En esta web se habla mucho de Inteligencia Artificial y por supuesto te tengo que preguntar. ¿Has trabajado ya con algún tipo de Inteligencia Artificial de tu campo?

Isabel: Es un tema cada vez más presente cuando charlo con otros compositores, y en nuestras conversaciones se cruzan MusicGen, AIVA… o cómo se busca la emocionalidad que consigue provocar la música hecha por personas. En cuanto a trabajar con ellas, ya empleamos muchísimas herramientas digitales que “piensan” por nosotros en muchos procesos musicales de alguna manera, no debería parecernos tan extraño.

Compartir lo que vas descubriendo y lo que ya sabes te hace incorporarlo y conservarlo creo que con mucha más intensidad.

Dagarin: ¿Como ves la entrada de estas tecnologías en tu sector? Tanto para ti como creadora como en el uso que se pueda dar de tu trabajo para “enseñar” a estos sistemas.

Isabel: Como idea y herramienta me parece fascinante, pero como recurso para hacer sonar ese mundo creativo global del que hablábamos me sigue pareciendo mucho más eficaz un humano… Sus experiencias vitales y cómo va a buscar conectar con las de los espectadores son a día de hoy tan genuinas y reales, y su conexión con sus propias herramientas tan rápida y auténtica que lo siento irremplazable.

Dagarin: Me consta que no paras de trabajar, siempre con proyectos en marcha. ¿Alguno especial que nos quieras recomendar para que no le perdamos la pista?

Isabel: ¡Ha sido un año intenso sí! Después del paso por salas lanzamos este mes la banda sonora de “Olvido”, película de Inés París y La Dalia Films. Para ella conté con unos músicos magníficos, entre ellos el Trío Arbós (Premio Nacional de Música), una orquesta fantástica, poder grabar en Estudio Uno y en Hanare que siempre es un placer… Tengo muchas ganas de que la escuchéis.

También este otoño llega a cines “Alimañas”, una comedia negra de Jordi Sánchez y Pep Antón a la que ha sido un lujo poner banda sonora, tener en pantalla a actores como Loles León, Carlos Areces, Silvia Abril, Carmina Barrios… o al propio Jordi Sánchez, contando una historia con unas risas tan “retorcidas” ha sido una experiencia enorme en lo musical, también producida con todo mimo.

Llega también a la pantalla grande “Caleta Palace” de José Antonio Hergueta, un documental preciosista como sólo este director sabe hacer, donde se narran episodios de la Málaga en guerra desde los ojos de personajes que muchos desconocíamos, historias de vida que se cruzaron con ese telón de fondo, como nos adelantó su pieza “Paraíso en llamas”, nominada a los Premios Goya y a la que pude poner también música… “Caleta Palace” es una película muy mágica donde he intentado posicionarme entre la vulnerabilidad y los arranques de fuerza en lo musical, y donde he podido trabajar también con José Ojeda. Hay más música cocinándose, pero esta está a punto de ver la luz, muchas ganas.

“Caleta Palace” es una película muy mágica donde he intentado posicionarme entre la vulnerabilidad y los arranques de fuerza en lo musical

Dagarin: No te quiero robar más tiempo. Sólo darte las gracias, una vez más, por participar y si hay algo que nos quieras comentar, todo tuyo.

Isabel: Muchísimas gracias a vosotros por ofrecernos esta ventana para mostrar un poco de nuestro mundo de músicas, historias, pantallas, audio… ¡siempre es un placer!

Dagarin: Muchísimas gracias a tí

El placer, por supuesto, ha sido mío pudiendo leer a Isabel y aprender tanto de su trabajo. Espero que hayas disfrutado tanto esta lectura como yo. No te pierdas el video que te he recomendado porque es un lujo verla trabajar. Ni dejes de visitar su web para ver la ingente cantidad de trabajo que hace Isabel.

Nos vemos en 15 días con otra persona que siente pasión por su trabajo.

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