El neuromarketing

Entre las muchas cosas que han ido quedando en el tintero este verano, está una noticia que leí en la opinión de Málaga sobre un proyecto piloto que se estaba haciendo en Ronda. Un proyecto de neuromarketing que pretende estudiar como se comportan los turistas en diferentes escenarios de la ciudad.

El artículo está lleno de palabros como ese de neuromarketing o smart tourism, pero voy a intentar simplificarlo y explicarte de que va, qué busca y porqué no me gusta nada.

Turistas

Ronda, como tantas y tantas ciudades españolas, vive en gran medida del turismo. Se hacen campañas sobre las maravillas de la ciudad, su tajo, su plaza de toros, etc. y se intenta convencer a la gente de que vaya a visitarla.

A día de hoy, el éxito de esas campañas se mide el el número de visitantes que llegan a la ciudad pero ¿Como se mide el éxito obtenido con el visitante? Si alguien sale contento de la visita es posible que vuelva o que en reuniones con amigos y familiares recomiende la visita a la ciudad, el hotel, el restaurante…

Ahora mismo este éxito se mide poco más que con las reseñas de Google y puede que alguna otra plataforma. Que alguien deje sus 5 estrellas, un buen comentario… poco más. Pero de repente en Ronda aparece una empresa que dice ser capaz de mostrar cómo de contentos están esos visitantes, a través del neuromarketing y la Inteligencia Artificial.

Neuromarketing

Esta nueva «ciencia» trata de medir como funciona el cerebro humano en el proceso de compra. Desde la satisfacción en el proceso, la atención que presta, la felicidad que le produce… Y por supuesto aplicar estos conocimientos a mejorar las ventas en todos sus aspectos.

Hablando de funcionamiento del cerebro podría parecer que se tiene que hacer con electrodos en el cerebro e historias similares pero, gracias a las cámaras de alta definición y a los algoritmos con Inteligencia Artificial, se pueden deducir muchas cosas sólo mediante el análisis visual.

Como de quieto está, si sonríe o no, donde mira, cuanto mira, si se distrae, si el cuerpo está relajado o en tensión… Hay muchos parámetros que, según cuentan, se pueden cuantificar sólo mediante imágenes. Y posiblemente sean más sinceras que una encuesta, donde a muchos quizás les daría un poco de vergüenza decir algo malo de algún comercio.

Turismo Inteligente

Mediante estos análisis de neuromarketing, lo que se pretende en Ronda es ver como de contentos están los turistas de Ronda. Al terminar de visitar el Puente Viejo, algún hotel, restaurantes… Al fin y al cabo el turismo no es más que un proceso de venta de una ciudad y sus servicios a unos clientes, los turistas.

Analizar las colas que se organizan, como afectan a la satisfacción del turista, el trato de los empleados de un hotel… Incluso se podría saber quién está en ciertos turnos y saber quien da un mejor trato. Y por supuesto, todo con el fin de mejorar el servicio en la ciudad y que los turistas que llegan repitan o se conviertan en embajadores de la ciudad en su entorno.

Lo de la privacidad

Pues eso, queda claro que todo esto se basa en grabar imágenes de personas y procesarlas. La empresa asegura que los datos se graban, se catalogan las imágenes por sexo y edad, y se borran. No queda ni un sólo rastro de identificación personal. Como debe ser claro.

Porque imaginad que esto se cruza con un programa de reconocimiento facial que te identifique, que pueda asociar esos datos con los que haya en otras bases de datos. Llámese la base de datos de Meta, la policía, el FBI, Hacienda… me da igual.

Yo no sé bien lo que puede salir de ahí pero confieso que la noticia me ha inquietado. No niego la buena intención pero una vez entrenada la IA con esos miles de turistas de diferentes ciudades ¿qué más podrá saber de nuestros pensamientos sólo con lo que capten las cámaras? ¿Se podría comercializar eso para empresas privadas y que nos analicen, por ejemplo, en el trabajo? ¿O que haga algún tipo de discriminación al respecto?

No sé, sabes que no suelo ser muy negativo con estas cosas y que siempre pienso que son para bien pero lo de sentirme tan observado sin siquiera haberme preguntado, me ha inquietado. Pero luego tengo que aceptar las cookies cada vez que entro en una web a consultar el tiempo que va a hacer mañana. En fin.