Estarás de acuerdo conmigo en que el mundo son colores, no es blanco o negro, hay infinidad de matices y el blanco no tiene porqué ser bueno o malo siempre.

El mundo no son extremos, las personas no somos extremos ni podemos estar en cajitas bien organizadas por colores porque cada uno de nosotros tenemos dentro muchísimos colores e incluso podemos cambiar de color según la persona que nos mira.

Jesuscristo Superstar

En esta casa se escucha al menos una vez al año la “opera rock” Jesucristo Superstar. La entrecomillo porque ese es el género que se le dio pero creo que hoy bastaría con decir que es un musical. Si no la has escuchado, deberías. Es la historia de la pasión de Cristo, desde que entra en Jerusalem hasta que es crucificado cantado a ritmo de rock más o menos sinfónico, según la versión que escuches. Incluso hay una película, no especialmente recomendable, por si te interesa. Esa en inglés sí o sí.

La cuestión es que en su día fue muy polémica entre los católicos acérrimos porque presenta a un Jesús lleno de dudas sobre cual es su misión, por qué debe morir, qué significa todo eso… Pero además presenta a un Judas alejado de ese ser malvado y poseído por el diablo que traiciona al mesías por dinero que siempre nos ha presentado la Iglesia.

El musical nos revela toda una trama política con intrigas palaciegas entre romanos, judíos, diferentes jurisdicciones geográficas (¿comunidades autónomas?)… un lío y un mesías al que todos ven como un problema, incluso Judas. Pero no por ser mala persona, que diríamos por aquí, sino porque él pensaba que era un líder político que iba a liberar al pueblo judío de la opresión romana pero ese rollo de la religión, el mesías y tal le viene largo a nuestro Judas.

Motivación

Judas cree que Jesús es un traidor a la causa y que se ha convertido en una especie de megalómano que sólo quiere reconocimiento para él, un Donald Trump del siglo I. Su intención sólo es denunciarle para quitarle de en medio y que esa especie de partido político se distancie de la religión. Algo así como dar un golpe de estado pero, visto lo visto, no tuvo mucho éxito. Le mataron y torturaron, le convirtieron en mártir y a él en villano. El resto ya es historia, siempre que creas que todo esto es parte de la historia y no una pura invención.

La cuestión, lo que yo aprendo de esto, es que todo el mundo tiene una motivación y cree, desde su punto de vista, que está haciendo el bien. Esos villanos malvados que quieren acabar con la humanidad y conquistar el mundo no existen, es bastante más complicado. Eso, en mi modesta opinión, es simplificar las cosas muchísimo.

Simplificación

Desde luego es lo sencillo. Quien no hace las cosas como tú, o como la mayoría, es malo. Por supuesto que todo tiene matices, por supuesto que hay cosas intrínsecamente malas, pero todo suele tener explicación. Tampoco digo que haya que perdonarlo todo, pero sí que si somos capaces de ponernos en el otro punto de vista, la cosa cambia de color.

Según el libro de Walter Isaacon que ya te recomendé leer, la gente decía que Steve Jobs tenía lo que llamaban un campo de distorsión de la realidad a su alrededor. Podías estar totalmente convencido de algo que en cuanto el comenzaba a hablar empezabas a pensar como él. Luego se iba y volvía tu pensamiento original, pero mientras él estaba ahí eras incapaz de mantener tus principios.

Todos tenemos razón desde nuestro punto de vista, prácticamente siempre. Piensa en alguna pareja que se haya separado de tu entorno de forma no demasiado amistosa. Seguro que conoces a alguna y si has podido hablar con ambas partes seguramente hayas escuchado dos versiones totalmente distintas y cada uno piensa que la culpa es del otro.

Ambos lados de la historia

Lo cantaba Phil Collins, siempre tienes que oír las dos partes de la historia. Luego tomarás partido por una versión u otra, es normal, pero al menos que no se te quede una versión sesgada de lo que sea.

No, en la vida no suele haber buenos y malos de forma absoluta, siempre es todo según el color del cristal con que se mire. Intenta llevar gafas de diferentes colores si no quieres perderte nada. O lleva siempre tus gafas del color que quieras. Quizás así la vida sea más sencilla, dejando que te digan qué es bueno o malo sin tener que pensar.

Cositas de Málaga

Ya te conté que en Málaga somos un poco especiales a la hora de pedir los cafés. Como diría Harry a Sally, pedimos las cosas como nos gustan. Hoy te traigo otra de las peculiaridades culinarias de mi tierra. Esta vez un plato muy muy especial y al que he aprendido a coger cariño con los años: El gazpachuelo.

En esencia, y con tantas variantes como hogares y restaurantes donde los hacen, es una sopa a base de patata, algún pescado blanco y mayonesa. Así de sencilla y simple. Esa es la base a la que generalmente se le añade arroz, gambas, algunas almejas, un chorrito de Viña AB, trocitos de pan, patatas fritas… Puede sonaros un poco extraño pero os aseguro que este plato de pobres, comida de aprovechamiento, es delicioso.

Y si te interesa, mi amigo Jorge Rivera hizo un documental hace unos años sobre esta maravillosa sopa y lo tiene a disposición de todo el mundo de manera gratuita en su Web. Más que recomendable que lo veas.

La imagen

Si hablamos de buenos y malos, los personajes de Sacrilegio, cortometraje escrito y dirigido por Pedro Casablanc, son toda una muestra de grises.

Recomendación

Embaucadores (AppleTV+). No te puedo decir exactamente porqué te la recomiendo pero para ser una película de 2 horas y con un ritmo no especialmente rápido, se me ha hecho corta. La forma de narrarlo, separando la historia por personajes que te va presentando hacia atrás en el tiempo, con una belleza especial en las imágenes y una solvencia en las interpretaciones maravillosa, con una Julianne Moore que no falla… No dejes de verla si tienes la plataforma. Y si no la tienes, cotillea un poco por internet porque cada dos por tres están regalando meses de suscripción gratuito y puedes aprovecharlos para ver esto, Separación, Defendiendo a Jacob… hay cositas interesantes en la plataforma.