Benzodiazepinas

Benzodiazepinas

En marzo de 2021, un año después del inicio del confinamiento, Iñigo Errejón, diputado por Más País, hizo una intervención en el Congreso de los Diputados sobre la poca importancia que se da a la salud mental y hablando de lo mucho que ese periodo de confinamiento había afectado a la salud mental generalizada de los españoles. Comentó que decía mucho el hecho de que a todos nos suenan medicamentos como Diazepán, Válium o Lexatín, todos ellos para tratar la ansiedad, dando a entender que esa es la única solución que ofrece la Sanidad Pública cuando un ciudadano va con un trastorno mental de depresión o ansiedad.

La intervención acabó con un “vete al médico” espetado por algún diputado que se tomo así de en serio este tema. Y así nos va.

Lorazepán

Desde hace unos meses estoy con la ansiedad por las nubes hasta el punto de no poder dormir y tener taquicardias y falta de aire. Ansiedad enfermiza que ha ido derivando también en un proceso depresivo.

Allá por diciembre del año pasado consulte con mi doctora lo que me pasaba. El diagnóstico fue ese, ansiedad y depresión, y su receta fueron dos medicamentos, uno de ellos Lorazepán, que es un tipo de Benzodiazepina. Que está bien, que es una forma de relajarte y que la mente pueda pensar.

Me preguntó que si quería que me derivara a Salud Mental para completar el tratamiento, le dije que sí pero me avisó que si consideraba que lo necesitaba (normalmente un médico no te pregunta si necesitas que te operen de apendicitis, te opera) que mejor lo hiciera por mi cuenta. Que ella me podía derivar pero que la lista de espera para que me vean está rondando el año y luego las visitas de 30 minutos cada 2-3 meses. Eso creo que cualquier psicólogo te dirá que no vale para nada.

Primero porque yo tengo un problema ahora que me está suponiendo un lastre y una merma en mi vida, que prácticamente me impedía trabajar, pero la propuesta es ir dormido al trabajo y esperar un año.

Segundo, porque no hay tratamiento psicológico que valga en sesiones de 30 minutos cada 2 meses. Ni por duración ni por constancia. Eso no puede funcionar de esa manera.

Cuando no hay Salud Mental

Estos días se ha revelado un estudio que dice que España está a la cabeza del consumo de este tipo de medicamentos a nivel mundial. Ojo, mundial, ni siquiera a nivel europeo. Y eso es, claramente un fracaso de la política de Salud Mental de nuestra sanidad y, creo, de nosotros como país.

Por cierto, por si no lo sabes, las Benzodiazepinas son una categoría de fármacos con propiedades hipnóticas, ansiolíticas, relajantes musculares y otras muchas propiedades como ser alucinógenas. Se habla que son medicamentos “psicotrópicos” y que su administración debe ser supervisada por un médico por crear tolerancia y dependencia. O sea, como el tabaco: cada día necesitas más y físicamente crean adicción.

Este tipo de medicamento debe ser un parche, una solución temporal mientras se realiza un tratamiento psicológico correcto. Dicho de otro modo: si tienes apendicitis habrá que extirpar el apéndice, aunque mientras tanto te den un analgésico. Lo que no puedes es estar toda tu vida con analgésico para no extirpar el apéndice. Y esto tan sencillo de ver en enfermedades físicas no hay forma de que se vea en enfermedades mentales.

Recuperando

Y aquí ando, con mi tratamiento con Lorazepán y costeándome mi tratamiento psicológico porque Salud Mental no responde. Soy afortunado por poder costeármelo, mucha gente no podrá y la solución que me dio mi doctora de cabecera cuando le dije que estaba cada vez peor a pesar de estar tomando la medicación fue sencilla: tómate un Lorazepán más por la mañana y cuando veas que te ataca la ansiedad. Y así nos va.

Yo nunca he tenido problemas en hablar de estos temas de salud mental con mi entorno. Igual que hablamos cuando tenemos el estómago mal o un resfriado, no sé porqué tendría que esconder esto. Pero lo que está claro es que no es la norma. En este país sigue estando mal visto lo de ir al psicólogo, mucha gente no puede entender que la ansiedad te incapacite para trabajar cuando la mente es lo que impulsa todo. Pero qué podemos esperar de nosotros como gente de a pie cuando los propios médicos no dan más solución que una pastilla, o dos o tres, para que tires y a ver si no das mucho la lata.

Y así nos va. Con una pastilla para dormir y otra para despertar. No me parece que sea lo correcto.


Cositas de Málaga

No te lo tomes muy mal si escuchas que un malagueño te dice que eres un maharón, (pronúnciese majarón, con la h aspirada), o que estás majareta. Te estamos diciendo con nuestro peculiar lenguaje que estás medio “chalao”, que no estás muy bien de la cabeza. No es un diagnóstico clínico, es una respuesta muy malagueña a que hayas dicho algo bastante loco.

La palabra suena un poco árabe y efectivamente viene del árabe mahrüm, que era una forma de decir pobre hombre, no está muy bien de la cabeza. Esta palabra estuvo por toda España musulmana pero a medida que se iba reconquistando la península se fue perdiendo. Quizás por ser de las últimas ciudades en reconquistarse, quizás porque estamos un poco majaretas, la palabra acabó castellanizándose a mahara y aquí sigue entre los malagueños el concepto de maharón.


La imagen

Nota mental: no olvidar nunca que el sol brilla siempre aunque sea encima de las nubes. Sólo hay que esperar que pasen o volar más alto.


La recomendación

Cinco Lobitos. ¿Como le explicarías a alguien de que va?, me preguntaba una amiga el otro día de esa película. No lo tengo claro. Sólo sé que que es una historia llena de verdad, que seguro que ahora mismo está pasando en muchos lugares. Hecha con una delicadeza sublime y con grandes interpretaciones de todos. Una película de las que te hacen pensar en muchas cosas. No es alegre, pero pese a ser triste no es lacrimógena, no hace falta que prepares el paquete de kleenex. Déjate llevar y vive esa historia. No te va a cambiar la vida, pero igual te hace pensar.

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