¿Cómo hemos cambiado?

¿Cómo hemos cambiado?

¿Recuerdas marzo de 2020? Fue el día 13 de hace 3 años cuando nuestro presidente salió en la tele, cariacontecido, para anunciarnos que lo del el Coronavirus se nos había ido de las manos y que la única solución para que no palmáramos uno tras otro era quedarnos en casa encerrados. Eso de preguntar si recuerdas qué hacías ese día es tan típico como preguntar qué estabas haciendo cuando se estrellaron los aviones en las Torres Gemelas o cuando explotaron las bombas de Madrid el 11M y tal.

No, no te voy a hacer ese pregunta, aunque puede que ya hayas hecho memoria, lo que te voy a preguntar es qué piensas de como estamos, o como estás, tres años y poco después.

100 días de reflexión

Lo que iban a ser 15 días confinados y encerrados para que esto parara fueron al final 100 días de confinamiento. En mayor o menor grado. Ajustando las cosas en base a como iba la economía, los hospitales y eso.

Había un pensamiento generalizado en esos días: que íbamos a salir mejores. Yo no creía tanto, pero si al menos que ciertas cosas iban a cambiar. Fueron días de aplaudir a los sanitarios todas las tardes a las 8 ¿te acuerdas? A mi me coincidía con la vuelta del trabajo, que mi trabajo era de los considerados esenciales y no tuvimos que cerrar, y era impresionante. Sobre todo los primeros días. Ponía los pelos de punta.

Confieso, aquí en confianza, que siempre me pareció una chorrada, aunque me impresionara. Siempre pensé que menos aplausos y más mascarillas. Y sobre todo más dinero cuando pasara esto.

Total, que mucho tiempo en casa y todos pensando que íbamos a aprender a valorar la vida, lo importante de las cosas sencillas, el trabajo duro de los sanitarios y otros servicios esenciales, el teletrabajo para poder conciliar vida y trabajo, lo importante de la salud, los amigos, el contacto físico…

¿Qué ha quedado de aquello?

No sé que piensas tu pero yo creo que ya no queda absolutamente nada. Los sanitarios son agredidos a diario en cualquier centro de salud, nos seguimos enfadando y preocupando por chorradas sin sentido, vemos a los amigos y amigas de higos a brevas como antes y del teletrabajo, que al final es lo que ha motivado este post, cada día quedan menos rastros.

Siempre se soñaba con trabajar desde casa, ahorrar en desplazamientos, poder estar en pijama cuadrando los balances, el ahorro de las empresas en sedes físicas… pero cada día va desapareciendo más. Las empresas, y no sólo en España, quieren verte calentar el asiento con tu culo las 8 horas que te pagan. Punto.

Que si el contacto con los compañeros fomenta la creatividad, que si es bueno que salgas de casa, que si la sociabilidad, que si la productividad… paparruchas. Quieren verte allí. Ya sea el jefe de tu pequeña empresa o el dueño de Meta/Facebook. Todos quieren a la gente en sus sitios y saber que están ahí el tiempo que les pagan. Pocos admiten las ventajas del teletrabajo y al final quedarán los mismos que ya lo hacían antes de la pandemia

¿Y tú?

Yo reconozco que la pandemia me cambió unos meses, quizás un par de años, pero al final he vuelto a caer en las mismas cosas. Durante un tiempo tuve muy clara mi escala de valores, que cambió con la pandemia. Lo de vivir más día a día, disfrutar los buenos momentos y, sobre todo, no dejarme comer por tonterías. Por desgracia me haría falta otra pandemia y otro confinamiento para recordarlo. A falta de eso, ahí estoy con mi psicóloga y trabajando duro para recuperar ese control sobre qué dejo que me importe y qué no. Porque la vida es eso: priorizar y no dejarte avasallar.

No sé que piensas tú. Si te cambió, si te ha cambiado, si haces cosas que no hacías o has dejado de hacer cosas… ¿Me lo cuentas en los comentarios?


Cositas de Málaga

Cuando en Málaga alguien te pregunta por el guarrito no te está preguntando si tienes un niño poco higiénico o si tienes un pequeño cerdito. Por aquí si escuchas a alguien decir pásame el guarrito verás como el increpado le da el taladro eléctrico.

A veces la marca se convierte en el producto en sí. Seguramente digas que vas a comerte un Danone (marca) en vez de yogurt. O usas Kleenex (marca) en lugar de pañuelos desechables. Pues algo así es el guarrito. En Málaga, y otras zonas de Andalucía, fue muy popular la marca de taladros eléctricos Warrington. Aquí somos muy de adaptar las cosas a nuestro gusto y lo de pronunciar la palabra en inglés se fue castellanizando hasta pasar el guarrington a guarrito rápidamente y a convertir la marca en el producto. Por tanto, hablar del guarrito es ni más ni menos que hablar del taladro.


La imagen

Reflexiones sobre el mismo tema. ¿Con cual te quedas? Cuéntamelo en los comentarios.


La recomendación

Revisa tus notificaciones. Las notificaciones fueron una cosa maravillosa cuando llegaron al móvil. Recibir una alerta en cuanto llegaba un mensaje, correo o guasap. Estar siempre alerta y al día de todo era increíble… hasta que nos sobrepasaron. ¿Cuantas notificaciones recibes al día? Y no digo sólo sonoras, digo en la pantalla del móvil. Que se encienda y te avise, que lo desbloquees y estén ahí, que enciendas el ordenador y tengas los circulitos rojos… Puede que las ignores, así que no sirven. Puede que sean excesivas y no las abarques, no sirven. Revisa su cantidad y calidad. Cualquier programa que instalas lo primero que hace es pedirte permiso para enviarte notificaciones, aunque sea el Angry Birds. Dile que no. Y revisa todo lo que tienes. Que te sirvan. Que recibas las que te sean útiles. Es todo un ejercicio para aclarar y organizar tu mente y tu vida


PD: No he olvidado esa linea en el encabezado donde te indico el tiempo estimado de lectura. En mi nueva linea de vivir sin agobios ni presiones, mirando menos el reloj, te aporto este granito de arena para que te dejes llevar sin pensar lo que vas a estar aquí conmigo. Sólo espero que sea un buen rato y que lo pases muy bien.

2 comentarios en «¿Cómo hemos cambiado?»

  1. Hola Dani.
    Decirte que la pandemia dio un vuelco a mi vida en todos los aspectos; dejé una relación de más de 30 años, una empresa de más de 8 y muchos kilos (más de 15). Pero hoy reflexiono ¿Quién sabe si no fue para mejor, por mucho que doliera?

    • No es la primera vez que te reinventas y estoy seguro de que será para bien. De todo se saca fuerzas y se aprende. Un abrazo y al lío!!

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