Chorriestudios: de bacterias, limones y tazas de water.

Miércoles de chorriestudios y de nuevo hoy vamos con un par que creo que, aparte de chorris, pueden resultar un tanto curiosos. Antes de empezar confieso que a veces lo que puede ser a primera vista un chorriestudio luego no lo es tanto. Me pasó cuando leí el hace poco que según un estudio bastan 36 preguntas intercambiadas por dos extraños para que se enamoren. Luego lo lees y … quedan post como ese.

La cuestión es que hoy los chorriestudios pueden tener cierta utilidad, no lo voy a negar. Son dos dedicados a la higiene y la salud. El primero venía directamente ilustrado con la imagen que encabeza este post. ¿Cuantos de vosotros/as forrais la taza del vater antes de sentaros en un lugar público? Por muy limpio que esté, siempre da cosita eso de sentarse en un sitio donde tanta gente se ha sentado antes con sus posaderas al aire. Por cuestión de grima, pues allá cada cual si lo hace, pero por temas de higiene no tenéis que preocuparos.

Muchos piensan que se pueden coger enfermedades «compartiendo» taza del water. Un fantástico estudio, que he de reconocer que tiene ya un tiempo, ha demostrado que podemos sentarnos con tranquilidad sin necesidad de forrar la taza. Para empezar porque suelen ser limpiados a menudo por lo que no acumulan demasiados gérmenes, cosa que si hacen por ejemplo otros rincones de estos lugares públicos. Pero la principal razón es que disponemos de un buen aislante incorporado de fábrica: la resistente piel de nuestros culos traseros. Al parecer no hay mejor aislante que ese. Tenéis toda la información aquí (en inglés).

Y continuando con temas un tanto escatológicos y gérmenes varios… ¿Cuantos de vosotros disfrutáis con esa rodajita de limón o esa cáscara de naranja en vuestro combinado? Incluso un vaso de agua fresca con hielo y una rodajita de limón es un refresco ligero y que mucha gente disfruta. Pues sabed que según este chorriestudio casi el 70 % de las muestras de rodajas de limón incluidas en refrescos varios contenían bacterias de todo tipo. Desde E-Coli a muestras de heces humanas. Si. Lo que leéis.

¿Razón? Los camareros manipulan habitualmente los cítricos con las manos sin protección. Manos con las que han recogido vasos que la gente ha usado, tocado dinero, han tosido, etc. Eso y que no suelen limpiar con el debido esmero el limón provoca que, en teoría, esa tierna rodajita de limón se convierta en el hogar perfecto para decenas de bacterias. ¿Riesgo real de contagio? Mínimo. Son muestras ridículas y nuestro sistema inmunológico está ahí para algo, pero ya sabéis: de algo tienen que vivir los que hacen estos chorriestudios.