Disculpen ustedes

Disculpen ustedes que les tenga tan abandonados últimamente, pero las circunstancias me están llevando por unos derroteros que me hacen volcarme en la vida 1.0 y dejar un tanto de lado todo esto de la «vida digital». No me gusta estar tanto tiempo sin escribir. No pasa nada, no pierdo dinero y sé que no pierdo amigos, pero creo que en cierto modo es una falta de respeto hacia todos vosotros (permítanme que les tutee) que pasáis por aquí con asiduidad y que gustáis leer mis andanzas, aventuras y desventuras.

Lo cierto es que están siendo días movidos en varios aspectos. Por una parte, la más importante, la Daga Mami está bastante pocha estos últimos días. Lleva ya tiempo «echándose a perder» que decimos por aquí y ando escribiendo este post en la incómoda butaca donde se supone que los acompañantes de los pacientes debemos dormir. No sé a quién se le puede ocurrir que esto sirva para eso o cuantos GinTonics bien cargados hacen falta para poder dormir aquí. Aunque lo cierto es que me viene bien porque así os pongo al día mientras mi espalda se destroza, ainch.

Por cierto y antes de que se me olvide, muchas gracias a todos los que habéis visto la foto en Instagram y os habéis interesado. No he querido colgarla en twitter para no preocupar a nadie que sé que hay mucha gente que me quiere muy bien y lo hace. Gracias a todos. Espero, esperamos todos en casa, que se recupere pronto y pueda salir de aquí a volver a pasear, reír y protestar cuando le quitemos tal o cual cosa no la puede comer.

Y aparte de movidas laborales que también me tienen un poco alejado de estos lares, el fin de semana pasado tuve unos días libres y los dedique 99.99% a la vida 1.0. Viajar, pensar, comer y sobre todo charlar. Mucho. Con personas muy dispares a las que les debo unas gracias enormes, de esas que no se pagan con nada. Personas que me han abierto sus corazones y hasta su hogar. Personas que me han dado la vida en unos tiempos en los que no me apetecía nada. Personas que me han escuchado como hacía tiempo que nadie hacía. No puedo describir lo que sentí cuando una de esas personas me miraba fijamente mientras le contaba mis problemas graves en el trabajo, poniendo los 5 sentidos en mi. No sé decir qué sentí, pero me encantó.

Personas que me han cargado las pilas hasta el punto de que estar aquí en el hospital esperando que la mami se recupere no sea un suplicio. Esas personas que se preocupan, que no dejan de guasapear o mandar DM interesándose. Os aseguro que me llegan vuestros ánimos y vuestra fuerza y no tengo palabras para describir todo el bien que me hacéis. Ojalá pudiera devolveros algo de esta energía que sé que la necesitáis también. Muchas gracias a los que habéis hecho de este fin de semana pasado algo maravilloso. Gracias por vuestra generosidad y por darme tantísimo. Se os quiere mucho.

Y disculpen ustedes esta ausencia que no sé si durará aún unos días, semanas o si volveré a la carga el martes. Sé que son ustedes buena gente y sabrán perdonarme. Mientras tanto, para compensar os dejo la canción que me está acompañando mientras cierro este post y que me parece perfecta para estar horas de la madrugada. Disfruten como yo lo estoy haciendo.