Propósitos para el 2014 (II): Dar una oportunidad a cada día

Propósitos para el 2014 (II): Dar una oportunidad a cada día

PropositosCada día es único y puede ser muy especial. Cuando un día comienza se abre una página en blanco que podemos llenar con lo que queramos. De nosotros depende en buena medida qué queremos que quede en esa página cuando miremos atrás. Que sí, que ya se que son topicazos y tal pero lo cierto es que en buena medida lo que nos ocurra cada día es cuestión de Actitud, como escribí no hace mucho en este post, así que he decidido que en el 2014 pienso dar una oportunidad a cada día.

Que hay días que no apetece levantarse de la cama, que tu mente te dice que hoy va a ser un mal día. Sabes que tienes un reunión horribilis. O dos, o tres, que en un día caben muchas malas cosas. Y encima te duele la espalda y/o la cabeza. Hace frío ahí fuera y no se prevé que nada vaya a sacarte una sonrisa en todo el puto día.

Sales de una reunión de 5 horas con powerpoints y todo, sin parar ni para un cigarro (no fumo pero se agradecen para despejarte un poquito al menos), con la cabeza a punto de explotar y la previsión de comer con la misma gente de la reunión para seguir calentándote aún más la cabeza viendo esos temas tan importantes. Y justo en ese momento un guasap con una foto. Una propuesta, una invitación inesperada a un momento único. Y todo se va al garete. Tu coprodía ya no es coprodía sino HappyDay. Y ya no duele la cabeza y apenas te acuerdas de las 5 horas de reunión. Todo vuelve a estar bien, mejor que bien, y un día que hace 2 minutos querías que pasara a la historia pronto se convierte en un día inolvidable.

Nunca sabes cuando van a pasar esas cosas. Hay un twit que he leído en muchas ocasiones pero que la primera vez que lo recuerdo fue a una twittera muy madrugadora: Esther Vaquero.

Me quedo con esa frase y me comprometo a mirarme al espejo de la entradita y sonreirme cada mañana al salir de casa. Porque hay que dar una oportunidad a cada día, sonreirle y pensar que puede estar lleno de cosas fabulosas. Nunca hay que darlo por perdido sin haberlo luchado antes. Cada día puedes llenarlo de cosas buenas. A veces, como el caso que os cuento, no depende del todo de uno mismo, pero con un poco de ilusión siempre es más posible.

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