Propósitos para el 2014 (I): Plazos

«A mi me gusta hacer cosas nuevas pero siempre me pongo plazos. 1 mes, 6 meses, un año… el tiempo que yo crea. Si en ese tiempo no he conseguido mi objetivo lo dejo».

Esas palabras, palabra más palabra menos, me las dijo no hace mucho una buena Amiga y mejor persona. Que razón tenía, como en casi todo lo que dice. En la vida hay que marcarse plazos. Ya sea para temas de trabajo, que es donde más obvio resulta, en proyectos personales, que es de lo que hablaba con esa amiga, o incluso en relaciones. Las cosas en la vida no pueden eternizarse y no debes desperdiciar energía en cosas ni personas que ves que no tienen solución y que no llevan a ningún sitio.

Como he dicho, en el trabajo es lo más claro, bien sea por cuenta ajena o un proyecto que emprendas por tu cuenta. No se puede estar desgastando recursos, personal y dinero eternamente. Si inicias una andadura debes fijarte una meta con objetivos claros y PLAZOS. Realistas, con conocimiento de causa, serios, que se puedan cumplir. Y si llegada la fecha límite no se han alcanzado esos objetivos hay que empezar a destinar esfuerzos a otras cosas.

Pero esto también me da por aplicarlo a las personas y pienso hacerlo también a partir del 2014. Nada de perder el tiempo en gente tóxica, en gente que no te aporta más que malestar o que directamente vampirizan mi energía positiva, que de esos hay a patadas. Esa gente que promete y promete hasta que la mete y luego no cumple, como cualquier politicucho de turno. Y muchas veces no es culpa más que de mi mismo, que me entrego a muerte y llego a darlo todo sin pensar una vez y otra y otra y otra… O gente con la que intentas algo, lo que sea, infinidad de veces hasta que te agotas física y mentalmente. No es culpa de nadie más que de mi mismo, que a veces me enbuclo y caigo en un círculo sin fin que no me lleva a ninguna parte, sin que nadie me obligue a ello, mea culpa. Nada más de eso a partir del 2014.

Plazos. Límites. Objetivos. Nada de desperdiciar mi tiempo eternamente con nada. Tiempos realistas para proyectos de trabajo y para proyectos sentimentales/personales. La vida es corta y si algo no funciona a emplear energías en otra cosa.

Y este es mi propósito numero 1 para el 2014. Pero vendrán más. Atentos a vuestras pantallas… si os apetece, claro.