Recordando al tito Steve Jobs

De piedra me quedé ayer cuando leí la carta que Tim Cook ha mandado a los empleados de Apple con motivo del segundo aniversario de la muerte de Steve Jobs. Y no por el contenido de la carta, que es bastante insípida como todo Tim Cook, es que no imaginaba que pudiera hacer 2 años ya de aquel día que recuerdo perfectamente, queriendo creer que lo que leía por twitter era otro de esos bulos que matan a gente porque alguien extiende una noticia falsa. Dos años sin el Tito Steve. Dos años sin un genio tan aplaudido y querido como odiado. Pero sin duda todo un personaje y el alma de una empresa que tiene en su haber, gracias a él, haber cambiado el mundo de la tecnología y nuestra relación con ella.

Podemos discutir de todo lo que queráis. Habiendo leído varios libros sobre Steve Jobs y conociendo parte de su historia, el tito Steve es tan ángel como demonio. Indiscutiblemente el mejor vendedor del mundo, capaz de vender una nevera en la Antártida y estufas a los Tuaregs. Y podremos discutir si sus productos son o no los mejores, pero sin duda han creado escuela. Y esa magia era suya. O la sacaba de sus colaboradores aunque fuera a base de sudor y sangre, porque ya os digo que no se trata de ningún ángel. Y no solo Apple no es lo que era desde que el no está, incluso PIXAR desde que el Tito Steve no forma para de ella ha cambiado.

Yo mismo he tenido todos los iPhones que han salido en España… hasta el iPhone 4s. Precisamente el último que presentó el Tito Steve. No han conseguido enamorarme del iPhone 5/5S y menos aún del 5C. No me entra en la cabeza que el tito Steve permitiera eso. Un producto tan mediocre y sin chispa. No concibo que el tito Steve hubiera dejado a Pixar hacer películas como Cars 2 o Aviones. Le imagino revolviéndose en la tumba y viendo como sus sucesores no continúan y mejora su legado sin que se preocupan de ganar dinero y vivir de las rentas, doblegándose a lo que el mercado demanda en vez de hacer que el mercado se doblegue a Apple. Viendo como empiezan a estar cada vez más atrás, a la cola en vez de en cabeza.

No era un ángel, no era un demonio pero era un tipo único. Una mente auténticamente maravillosa. Me da que sin otro Steve Jobs, que no veo a ninguno allí, no volveremos a ver aparecer algo mágico que todo el mundo copiará, como el iPhone, el iPod, el iMac… Me da que el último gran producto que realmente ha marcado un antes y un después que veré salir de los laboratorios de Cupertino ha sido el iPad.

2 años ya sin el Tito Steve. Desde aquí un recuerdo para una persona que ha cambiado nuestro día a día. D.E.P. Steve Jobs.