Mi experiencia con Android (II)

Mi experiencia con Android (II)

Tras el post de ayer, (echadle un vistazo antes de leer esta segunda parte si no lo habéis leído ya) hoy continuamos con la experiencia de este humilde iPhonero al convertirse en un Androide. Todo fueron luces y alegrías ayer, y las que nos quedan por ver, porque ser androide es bueno, ser androide mola y está lleno de bondades. Pero en este mundo nada es perfecto, así que yo leería hasta el final para que podáis tener toda la información.

SEGUNDAS IMPRESIONES

Preparado para dar caña al Note 10’1

Maravillado estaba con todas las capacidades de personalización del mi nuevo tablet y aún no había visto casi nada. Llega el momento de meterme en las opciones de configuración a ver que da de sí el tema. Y más de lo mismo. Todo funciona perfecto simplemente introduciendo tu cuenta de Google, no hace falta trastear ni configurar más, pero si te apetece y quieres dar una vuelta por las opciones de configuración descubres un mundo que nada tiene que ver con las miserables opciones del iPhone. Puedes configurar tantas y tantas cosas, ver qué está en ejecución, que programas se están comiendo la batería, cuales te llenan la memoria, el consumo de datos de cada uno, cachés, que permisos tiene cada uno, privacidad, accesos, …

Ver para creer todo lo que puedes configurar y controlar desde ese inmenso panel de control. Y mola en dos sentidos. Por una parte porque no tienes que saber ni tocar absolutamente nada de ahí si no eres experto o simplemente no te apetece. Funciona a las mil maravillas. Pero si eres quisquilloso y te gusta controlar lo que pasa ahí dentro, tienes todo el poder. Y eso es lo que viene por defecto, sin necesidad de programas extras, Jailbreak ni nada adicional. De nuevo me recuerda una de las grandes carencias de iOS.

Y a todo esto, aún ni lo he conectado al PC. Totalmente autónomo. Como tanto se comenta, parte de la era post-PC. No parece que necesite un ordenador para nada.

TERCERAS IMPRESIONES, PRIMERAS DECEPCIONES

Y comenzamos con la parte más peliaguda, las aplicaciones. No le pido aplicaciones muy específicas ni raras. Quiero un buen navegador, acceder a Dropbox/Gdrive y, sobre todo, un buen cliente de twitter y otro de Google Reader. Y aquí empiezan las cosas raras. Entro de nuevo en Google Play y me doy cuenta de que no hay sección específica de aplicaciones para Tablet, sólo algunas destacadas. Pienso que no será para tanto, pero resulta que si, que es para tanto. Las aplicaciones para móvil se ven espantosas en la pantalla de 10″, pero espantosas. No es que se duplique la resolución, es que falta información, los botones se ven pequeños y no accedes, la pantalla se ve vacía…

Pero bueno, pese a esta decepción me voy al ordenador y gracias a San Google Bendito, que todos los males cura, encuentro las típicas listas de «Las mejores apps adaptadas para tablets Android» o «Los clientes de Twitter que Dagarín debería probar». Lo normal. Y desde el ordenador accedo a la tienda y, oh sorpresa, desde el mismo MAC le digo que quiero instalar tal o cual aplicación y en cuestión de segundos, de nuevo sin conectar la Note al ordenador, la aplicación se instala. Se supone que la AppStore debería funcionar igual pero os aseguro que no. Más o menos, acaba instalándose y tal pero ni de broma con esa velocidad. Otra de las carencias de iOS/Apple, los servicios en la nube.

Y bajo clientes de twitter, adaptados, y bajo lectores de feeds, adaptados, y bajo programas varios, adaptados. Y me pongo a probar. Y no, para nada. Esto no funciona bien. Estas aplicaciones, adaptadas, van lentas, son pesadas, se cuelgan. Y ojo, son de pago algunas (las bajo mediante la «otra tienda» para poder probar sin pagar antes de decidirme a comprar, cosa que resulta increíblemente sencilla) pero casi todas hacen desaparecer esa fluidez y alegría de las que disfruto con las aplicaciones que vienen de fábrica.

Supongo que es todo cuestión de paciencia y tiempo que las aplicaciones consigan un cierto nivel de optimización para las tablets con Android pero que un simple cliente de twitter como Plume, que tiene cosas fantásticas, vaya tan mal en un supuesto pepino como el que me he comprado da una impresión horrible. En este sentido es Google quien tiene que aprender de Apple y controlar la tienda y las aplicaciones que a ella se suben. Poner orden, clasificarlas, requisitos mínimos. En definitiva, es sin duda la tienda lo que peor impresión me ha dado hasta ahora.

CONCLUYENDO

Toda novedad requiere un aprendizaje. No puedo esperar sentirme el primer día con Android como con un sistema que llevo 4 años manejando. Dos semanas dándole caña al Galaxy Note 10’1. Con muy buenas sensaciones. Es una gozada especialmente llevar el tablet a una reunión o curso y usarlo como libreta de notas, escribiendo directamente sobre ella, para luego tener un PDF con mis garabatos. Editar documentos de Google, su nivel de integración con los servicios que tanto uso, sus capacidades de personalización, los launchers, los widgets, poder ampliar la memoria con una simple MicroSD… Claro que hay que adaptarse pero se supone que es para mejorar.

¿Pero sabéis qué? Cada vez que pienso en cogerla, me lo pienso dos veces y hasta he llegado a abrir el portátil. Me da «pereza» enfrentarme a la pesadez de Plume, me he cansado de probar lectores de Google Reader y que ninguno funcione bien, de que los widgets no acaben de actualizarse, de que el lector de libros electrónicos no me permita algo tan básico como ajustar el brillo de la pantalla.

Sé que todo es cuestión de acostumbrarse, sé que es un gran hardware, pero no me gusta esa sensación de pereza que me dá. No la tuve jamás con el iPad. Y como resulta que la compré en El Corte Inglés cuyo lema siempre ha sido «si no queda satisfecho le devolvemos su dinero», tras 17 de uso intensivo de mi Galaxy Note 10’1 y siguiendo los consejos de Otto…

Otto junto a mi nuevo Nuevo iPad

3 comentarios en «Mi experiencia con Android (II)»

  1. Empecé a escribir este mensaje conforme leí el post… pero tuve que salir de casa y se quedó pendiente.

    Me ha decepcionado el final del post… y no porque no te hayas quedado convencido y hayas vuelto al iredil sino por como has planteado los dos post.

    En el primero me ofrecí a ayudar y además ya avisé de que los problemas te llegarían cuando echaras de menos cosas.

    Conforme iba leyendo este segundo post y las pegas que te encontrabas (lector de Google Reader, libro electrónico,…) ya estaba pensando en aconsejarte alternativas.

    Feedly, Taptu, Currents o incluso Flipboard (aunque este último no va ni de lejos como en el iPad) para los feeds, Aldiko para los libros (no puede ser más fácil controlar el brillo y además puedes ponerlo en modo noche eligiendo color de fondo y de letra… buenísimo),…

    Pero llego al final y es como si me dieran un bofetón en la cara.

    ¡Qué sí, que puedes no tener paciencia y además quedarte a gusto con tu vena Applemaniaca y no traicionar a la marca!, no hay problema con eso… eres libre, faltaría más.

    Y tienes razón en que hay aplicaciones que no están perfectamente adaptadas y que aquí hay que aprender (y mucho) de iOS,… no se trata de eso, no se trata ni de sistemas ni de cacharros.

    Es que me da la sensación (corrígeme si no es así) que los dos posts están escritos seguidos y con el tema ya resuelto… y eso es lo que no me ha convencido, porque yo entiendo el blog como una conversación y aquí no ha habido opción a la misma, creo que deberías haberlo escrito todo en un único post o realmente haber sido dos momentos de tu experiencia, no solo relatados sino reales.

    Lo tenía que decir…

    Un abrazo 😉

    • Perdón por tardar en responder, pero son días extraños 🙂 Te cuento.

      Efectivamente, los dos post están escritos casi a continuación. Fue más contar mi experiencia que consultar (hice más de una y más de dos preguntas por twitter además de buscar por San Google). Lo de fraccionarlo fue por hacer la lectura algo menos pesada y no tener que cortar mucho, aunque si hubo muchas cosas que corté. El pescado ya estaba vendido cuando empecé a escribir los post.

      Respecto a las aplicaciones que me comentas las probé todas pero ninguna me da el feeling de suavidad y efectivad que tengo con el iPad, además de que les fallan funciones. No me convencieron. Por supuesto es cuestión de tiempo y acostumbrarse. Y esperar que las aplicaciones se vayan adaptando. Pero mientras eso sucede, me quedo en iOS.

      Y precisamente en mi oficina hacemos renovación de terminales en breve y serán casi todos Android. Ando trasteando con uno ya y me parece, de verdad, genial el sistema. Acabaré cambiando, casi seguro, pero por ahora, vuelta al iredil 🙂

      Siento la decepción, pero no hubo tiempo de mucha conversación previa. Para la próxima, intentaré que sea más diario.

      Un abrazo, Sansa.

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