As time goes by

As time goes by

Ya os hablé el otro día de orden. Y siguiendo ese afán «ordenador» me puse ayer a revisar las carpetas del Mac para borrar duplicados, meter las fotos en iPhoto, asignar caras, nuevas copias de seguridad, revisar documentos antiguos para comprobar si se pueden seguir leyendo… y precisamente en esa tarea me encontré con un agujero negro que me atrapó, me sacó del resto de tareas y me ha traído hasta este post. Apareció un viejo documento de Word con una especie de biografía que escribí hace años sobre Mariah Carey. Más de 15, porque las ultimas referencias son de 1994.

En su momento, cuando Mariah Carey apenas era conocida en España, yo descubrí canciones como If it’s over, Vision of Love, Make it Happen, Vanishing… Y me quedé prendado de esa voz que me pareció sublime, muy por encima de la gran «diva» del momento en ese tipo de música que era Whitney Houston, al menos para mi. Y era muy muy difícil conseguir discos suyos entonces, tuve que recurrir a tiendas de Madrid especializadas en importación porque aquí en Málaga no había manera de encontrarlo. Y no recuerdo como los localicé, porque poneos en situación: principios de los años 90: nada de internet, que hoy todo es muy sencillo con Google. En aquella época había que currárselo más.

Y en los discos en lugar de una web había una dirección postal, en este caso de algún lugar que no recuerdo de U.S.A., donde estaba el «club de fans oficial». Y como única opción para localizar información de Mariah, me apunté. Y recibía boletines con información (escritos en papel y que llegaban a mi buzón físico) y una lista de fans de mi zona para poder contactar con ellos, y conocí a algunos españoles. Y por algún extraño motivo, un día se me ocurrió que toda esa información impresa podía convertirse en un documento de Word para guardarlo en el ordenador y que no se perdiera. Y en ello me puse y dio como resultado el tocho que os adjunto en PDF.

Supongo que muchos no entenderán nada de todo esto, porque Mariah Carey ahora es una especie de Sara Montiel americana. Alguien que ha perdido gran parte de sus cualidades y carácter vocales y que ahora es una sombra de lo que fue, pero eso no quita que en su momento fuera una grande. Y veo que lo mismo ha pasado con esta «biografía»: el tiempo no se ha portado nada bien con ella. La pongo sólo con fines documentales, no para que la leais. Llena de traducciones de textos en inglés terriblemente hechas y con mis textos de lo más cutres. Por eso rara vez releeo lo que escribo en el blog. No me gusta lo que encuentro cuando lo releeo y siempre pienso que tendría que haber escrito tal o cual cosa, cortar aquí, alargar allí, explicar aquello mejor… Se que no soy bueno, se que mi estilo es pobre y que meto la pata mucho mucho metiéndome en camisa de once varas, pero ahí quedan.

Me he metido una paliza buena arreglando el texto de Mariah Carey que he puesto. Ojo, arreglando sólo a nivel técnico. El cambio de versión de Word no le ha sentado muy bien y las fotos estaban deformadas, aparecían caracteres extraños y cosas así. No he cambiado ni una coma de lo que había escrito, por muy horrible que me pareciera. Y diréis ¿y entonces para que lo arreglas y, si te parece tan malo, porqué no lo corriges? Pues porque hoy puede parecerme horrible, pero en su día no me lo pareció. En su día todo tuvo su explicación, en su día fue el Dani de 1.994 el que escribió esto y el Dani de 2.011 no tiene derecho a cambiarlo. Porque seguro que al Dani de 2.021 tampoco le gustaría lo que hiciera hoy, pero a mi si. Y eso es lo único que me importa, la sensación que me deja en el momento de hacerlo, la satisfacción personal, no el mañana ni el ayer, el ahora.

En aquella época, con mis nulos conocimientos y los escasos medios, pude hacer eso de lo que me sentí muy orgulloso. Os vuelvo a recordar que no había internet. No valía eso de copy&paste para las letras de las canciones, tecleadas a manita por el menda. Bueno, con la ayuda de Sandra, mi novia de aquella época. Y nada de Google para buscar artículos: todos de revistas compradas y/o fotocopiadas. Y nada de Google tampoco para buscar imágenes. Escaneadas con un escaner de mano en escala de grisis, parecido al de la foto. No había más medios.

Y sí, seguramente hoy lo haría mejor, pero también es seguro que no me proporcionaría la misma alegría que me proporcionó en su día cuando por fin pude imprimer estas 50 paginas en la impresora laser monocromo de la oficina y vi como salía aquello creado por mi.

PD: Los pelos como escarpias se me han puesto al encontrar una adaptación de una letra que mi ex escribió para dedicármela tomando como base una canción. Recuerdos impagables que aparecen sin esperarlo en medio de un texto tan pobre. Pero que ñoños llegamos a ser los enamorados.

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