De norias y censuras

Desde que surgió el escándalo con el tema de La Noria, hace ya más de dos semanas, ando dando vueltas a este post y al final me decido a escribirlo y no sobre el tema de la entrevista pagada a la madre de El Cuco, sino sobre los anunciantes y las respuestas ofrecidas por el programa. Os pongo en antecedentes, aunque supongo que todos estais al corriente.

Hace dos sábados, a La Noria de Telecinco se subió Rosalía García, madre de El Cuco, condenado como encubridor por el asesinato de Marta del Castillo. La polémica estaba servida y más aún cuando ni tan siquiera dio la cara (por contrato no se le pudo ver el rostro) y se le pagó una cantidad que se dice ronda los 10.000 euros. La polémica surgió de inmediato y esta vez alguien tuvo la feliz idea de no culpar solo al programa sino a los que la subvencionaron mediante la publicidad. Y ahí es cuando hemos llegado a un punto muy extraño, porque ya no es sólo cuestión de imagen para la cadena, sino que le están tocando el bolsillo.

Si no me falla la memoria, fue Campofrío, que había sido patrocinador principal del programa el día de la entrevista, la primera marca en lamentar públicamente lo ocurrido y pedir a Telecinco que retirase su publicidad del espacio. Puleva, Milner, Danone, Mercedes, El Corte Inglés, Nestlé… y así hasta 24 marcas, si sumamos Wilkinson que acaba de retirarse tras emitir un spot el pasado sábado. El resultado fue un espacio de La noria el pasado sábado con apenas 6 anuncios reales, una vez quitadas autopromociones. Y esto si es peligroso para la cadena.

Y es que el sábado siguiente a la emisión de la entrevista tuvieron una oportunidad para redimirse que no sólo no aprovecharon sino que utilizaron para echar más leña al fuego. En lugar de dejar pasar el tema (la memoria es frágil y en nada la gente se hubiera olvidado del asunto), se dedicaron a un «y tú más», como nuestros queridos políticos, diciendo que ellos abogaban por la libertad de expresión, que habían «invitado» a alguien que tenía algo que decir y que otras cadenas (Antena 3 y Cuatro cuando era aún de PRISA) hicieron lo mismo, cuestión que ambas se apresuraron a desmentir. No dijeron nada sobre los anunciantes y aun encendieron más la polémica al no dar a entender en ningún momento que se habían equivocado con la entrevista y tratar de culpar.

Tras el speech de Jordi la red aún se encendió más y si habían caído 8-10 anunciantes, una semana después nos encontramos en la situación de la que hablamos antes, sin apenas publicidad. Y lo que es peor es que continúan en una huida hacia adelante.

¿Censura?

Al Sr. Vasile se le ha llenado siempre la boca diciendo que la audiencia manda, que ellos son una empresa y que tienen que dar a la gente lo que piden, etc. Y son muy libres de pensar así, están en su derecho mientras el negocio les funcione, las audiencias acompañen y sigan teniendo ingresos. De hecho, pienso que tratándose de una televisión privada está en lo cierto. Se deben a sus accionistas y a sus beneficios, no son una ONG, aunque todo en esta vida tiene un límite. El asunto es que nunca habían llegado a ese límite, por mucho que se les criticase. O eso parecía.

¿Y donde estaba ese límite para el Sr. Vasile? Pues en que no disminuyeran los ingresos. Ande mi bolsillo caliente, critíqueme la gente. Esa debía ser su máxima y el problema es que ahora le están tocando el bolsillo. Ahora los anunciantes dice que no van a pagar por salir ahí, aunque tengan un par de millones de espectadores. Y así lo están haciendo, por ahora. Que a mi me vais a permitir que siga pensando que se trata más de una campaña de marketing por parte de las empresas anunciantes que otra cosa, pero esa es otra historia. La cuestión es que desde Telecinco empiezan a hablar de manos negras y campañas orquestadas por otras cadenas (un poco patético el recurso) y, lo que es más grave, están creando un debate absurdo y que, en mi modesta y profana opinión, no hace más que avivar los problemas. Ahora se están dedicando a decir que los anunciantes no deben decidir los contenidos, que eso es una forma de censura y cosas así. Y eso no creo que haga ninguna gracia a anunciantes ni beneficia la imagen del programa ni de la cadena.

Porque hablando de esa libertad para hacer lo que le de la gana de la que alardean desde Telecinco, los anunciantes tiene todo el derecho a decidir donde quieren poner sus anuncios. Ellos no le dicen a Telecinco «tienes que poner tal o cual programa». Ellos lo único que le dicen es que si ponen tal contenido no van a anunciarse ahí, porque perjudica la imagen de sus marcas. ¿Es esto censura? Para mi, en absoluto. Es usar la misma libertad de la que alardean ellos para programar lo que programan. No creo que el camino sea ese para defenderse.

Mi personal opinión es que esto ha sido un tema pasajero, una de las múltiples polémicas de las que la cadena se alimenta y que se la ha ido de las manos. Y las aguas volverán a su cauce, o eso creo. Dejarán pasar el tiempo, el tema se enfriará, rebajarán el tono de los contenidos (ya lo han hecho, y mucho, este sábado) y los anunciantes volverán explicando que el programa es más light o algo así. Porque tampoco van a dejar de anunciarse ante 2.000.000 de espectadores, pero tienen que defender su marca y en breve volverán y puede que hasta nos vendan que han conseguido que el programa se «dulcifique» gracias a ellos.

No soy anti-Telecinco. De hecho, creo que las palabras del Sr. Vasile son acertadas y que, como empresa, tienen que ofrecer al público lo que quiere ver. Hay más de 40 canales y yo os aseguro que pongo Telecinco para ver cosas que me interesan: Aida, Informativos, las motos el año que viene, a veces La Noria… Si no me gusta lo que ofrecen, me voy a otra cadena, leo, blogueo o twiteo, pero no me quedo viéndolo para criticarlo, como parece ser que hace mucha gente. Sin embargo hay mucha gente que lo ve. Y mientras esto sea así, estarán en su derecho de seguir emitiendo Sálvame, Vuélveme Loca, La Noria, Enemigos íntimos, Acorralados…. todo lo que luego se critica tanto y se llama Telebasura, pero que suele arrasar en audiencias.

Eso si, tampoco se quejen, señores de Telecinco, si los anunciantes deciden algún día que no quieren anunciarse en ciertos programas, por mucha audiencia que tengan. También están ejerciendo su libertad a hacer lo que más les conviene a sus empresas. Como ustedes hacen con la suya.

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