10 cosas

Hace ya un tiempo, antes de verano, Marta Fernández nos propuso que hiciéramos un pequeño ejercicio de introspección. Se trataba de enumerar las 10 cosas que nos gustaría salvar de nuestra casa si se estuviese quemando. Había que hacerla y enviarla a una dirección del programa, donde seleccionarían las mejores y las emitirían en Las Mañanas de Cuatro, comentadas por Marta y Boris. Como buen admirador de Marta, participé e hice mi lista. Por desgracia la idea no cuajó (la gente que es muy quisquillosa, no digo más) y no llegaron a emitir ese programa, pero mi lista la tenéis en este post que hice hace tiempo.

Llevo tiempo queriendo hacer este post y ya por fin me he decidido, porque rememorando esa iniciativa, he guardado en mi memoria las primeras cosas que fui metiendo en el ya famoso Dagapiso, al que estáis todos invitados ya lo sabéis. Eso si, en grupitos de 4-5 que no da para más, es el daga-mini-piso. En su día, cuando escribí ese post e hice esa selección, fue más meditado, en plan vamos a poner cosas bonitas, recuerdos, etc… Esta pequeña lista de ahora, que no se si serán 10 cosas, 5 o 20, no están de ninguna manera meditadas. Solo la primera si lo fue de forma totalmente intencionada, quería que fuera la primera cosa mía que entraba en el Dagapiso. Si sois lectores asiduos del blog y me conocéis un poco, ya sabéis cual fue. Pistas: tiene 4 patas, no es animal y aparece en esta foto. El resto de cosas, no en orden estrictamente cronológico, es la siguiente.

Sal y aceite. Son esas cosas que las madres y las amigas te obligan a hacer. Yo, que no soy supersticioso, me encontré comprando el primer día una botella de aceite y un paquete de sal porque se supone que eso trae la buena fortuna a una casa. Y cualquiera le dice que no a una madre, una hermana y una amiga que te amenazan con el infortunio si no lo haces. Poco menos que en un purgatorio eterno iba a ser el Dagapiso si no les hacía caso. Pues nada, sal y aceite a la cocina. Por cierto, que luego me enteré que tenían que tenía que ser regalado, pero eso no me lo explicó nadie.

Una cafetera. Imprescindible para mi. Una vez acabado con el tabaco, es mi unica adicción… confesable, porque lo de las mujeres guapas no pienso confesarlo. Una Dolce-Gusto, no tengo un paladar tan depurado como para tener la del Clooney y distinguir entre 300 tipos de café diferentes. Prefiero está más sencilla y que hace tonterías como capuchinos, chocochinos, mocachinos…

El portátil. Y aunque os resulte raro, no por la conexión a internet, twitter, el blog… fue mi forma de traer música a casa y poner el protector de pantalla con las fotos de de la gente que quiero y sentir esa compañía.

Unos altavoces. No sabía lo importante que es para mi la compañía de la música mientras hago cosas. En vista de que los altavoces del portátil no daban para mucho, me traje unos altavoces que tenía en mi oficina a los que podía conectar el iPhone y que si suenan bien para tener esa compañía musical.

Bebida y picoteo. Cervezas, cocacolas, whisky, ron, Baileys, hielo, galletitas, aceitunas, patatas. Digamos que kit completo para invitar a amigos. Con vasos de plástico, da igual, lo importante era poder llamar a la gente y decirles que tenía casa, que estaban invitados, y poder ofrecerles algo. Pasar un rato enseñando el Dagapiso y charlando con ellos. Supongo que el traer estas cosas al piso era una forma de llamar a los amigos, tan importantes para mi.

Libros. Mi biblioteca básica. Echo en falta mil libros que han debido irse perdiendo entre unas y otras mudanzas, regalados a amigos, y hay otros muchos que directamente no he traído por falta de espacio. Ya iré comprando más estanterías donde irlos colocando, pero si que me he traído unos cuantos importantes para mi, desde los más recientes de Pynchon o el de Mónica Martínez hasta mis particulares clásicos como It, El umbral de la noche o La voz de los muertos. Todos llegaron pronto al Dagapiso.

Otto. Lo habréis visto en twitter varias veces, está en la foto que ilustra el post. Ha sido mi compañero cuando hice las fotos al iMac, o en los unboxing de alguna edición especial de algunos juegos. No se cuantos años tiene, no se como llegó a mi vida, pero aquí sigue conmigo este ornitorrinco azul. Y creo que ha estado en todos los pisos por los que he pasado, no recuerdo haber estado en ninguno sin él, y aquí está custodiando mi biblioteca.

Y a partir de aquí ropa, ropa de cama, productos de limpieza, ordenador, tele, consolas, teléfono, menaje…. todo lo que hay que meter, y lo que aún me queda, que todavía me faltan cuadros, cortinas, láminas cojines… Pero esas fueron las cosas que realmente tenía ganas de meter en el piso para irlo convirtiendo en el Dagapiso.

Al final, como veis, poco se parece a lo que puse en la foto. La situación tampoco es la misma, porque no se trataba de salvar nada, pero lo cierto es que quizás estas cosas (al final no llego a 10 que pueda destacar) creo que dicen más de mi de lo que pudiera decir yo, de lo que realmente me importa.

4 comentarios en «10 cosas»

  1. (Repetimos comment porque el señorito dagarin me lo ha borrado «sin querer» ¬¬’)

    Te olvidas de lo más importante que has llevado a tu piso: a tí mismo, a tus inquietudes, a tus preocupaciones, tú lo llenas con esos días en los que te encuentras off pero que poco a poco ves mejorar, con esos momentos de subrealismo, con la admiración a marta que llena cualquier rincón vacío, con los cientos de followers que ocupamos un lugar en ese ya tan famoso dagapiso en el que, sin duda, pasarás los mejores momentos de tu vida…

    (como borres este lo va a re-escribir tu tía la del pueblo! )

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