El umbral de la Noche
El libro que veis a la derecha de estas lineas es, si no me falla la memoria, mi primer libro. No el primero que leí, pero si el primero que compré personalmente. Fue hace ya más de 25 años, ahí es nada, y recuerdo perfectamente cómo y donde fue.
Era una pequeña tienda/kiosco, muy cerca de mi casa, a medio camino de donde vivía con mis padres y la estación de trenes de Málaga. Haciendo esquina frente a la fábrica de Aceites Moro, donde ahora hay una cafetería. El dinero fue un regalo de cumpleaños de mi abuelo. Fui a esa tienda en busca de algún juguete, ya os digo que era una especie de todo a cien de los 80, y acabé mirando, no se por qué, esos expositores giratorios con libros de bolsillo. Recuerdo perfectamente que estaba casi en la puerta de la tienda, dando vueltas a aquella montaña de libros y en un giro me llamó la atención esa portada.
Recordé el nombre del autor: Stephen King. Mi hermana estaba leyendo El Resplandor y me decía que tenía que leerlo cuando ella lo terminara, que era «de susto». En aquella época no hablabamos de comedias, suspense o terror, había películas «de risa», «de susto», «de amor»… Eso de que El Resplandor fuera «de susto» molaba y al ver el mismo autor y descubrir que era un libro de relatos cortos, me gustó la idea, así que decidí comprarlo.
525 pesetas de la época, un pastizal. Todo mi regalo de cumpleaños, y creo que algo mas porque seguramente mi abuelo me diera un billete de 500 pesetas (existían, en serio), invertido en aquello. Y fue una gran inversión, como podéis ver. Primera edición de El Umbral de la noche (Night Shift) en España. 1985. 20 relatos fabulosos. Vale, quizás 15 fabulosos y el resto buenos, es lo que tienen los libros de relatos, cierta inconstancia en su calidad.
Como casi todos los libros de Stephen King, muchos de estos relatos han sido también llevados al cine, con mayor o menor fortuna. En general en este caso, con una calidad bastante mediocre, incluídos como pequeños episodios en películas tipo CreepShow, Twilight Zone o Amazing Stories. Pero hablando solo de los relatos, los hay geniales.
Desde Los Misterios Del Gusano, un auténtico homenaje al grandísimo Edgar Alan Poe, lo abstracto de Materia Gris o La Primavera de Fresa, el suspense a lo Hitchcock de La Cornisa, la «poesia» de El Hombre que Amaba las flores o el humor absurdo de Campo de Batalla. De verdad es una gran lectura y siempre ha sido libro de cabecera mío. Cuando estaba mas enganchado a la lectura, entre libro y libro siempre leía algún relato de aquí para limpiar mi mente, como el típico sorbete que tomas entre plato y plato en las celebraciones, siempre y cuando tuviera el libro a mano.
Porque su deteriorado estado, que no se llega a apreciar del todo en la imagen, no se debe sólo a que yo lo haya leído mucho y a que tenga mas de 25 años, es que este libro ha pasado por infinidad de manos. Infinidad de amigos y amigas lo han tenido pero, cosa extraña, siempre he conseguido que me lo devuelvan. Muchos libros se pierden al dejarlos, creo que todos lo sabemos, pero este ha llegado incluso hasta Bosnia con una amiga Casco Azul de la ONU que estuvo allí en 1995, pero volvió mas o menos intacto.
Y aquí sigue, siempre cerca de la cabecera de mi cama. Siempre listo para ser releído por enésima vez. Y anoche lo volví a ver, buscando donde estaba el relato en el que se basa la película Cadena Perpetua (Rita Hayworth y La Redención de Shawsank), lo volví a ver. Y al ver el deplorable estado en el que está, aunque siempre listo para la batalla, y contemplar de nuevo el nombre que escribió mi amiga Susana cuando se lo llevó a Bosnia para no perderlo, no dudé ni un momento en que este libro se merecía un post.
PD: Que caprichosas y juguetonas son las musas. Bastó escribir sobre ellas diciendo que se habían marchado para que se dieran una vuelta por aquí. Gracias, chicas.
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