5 grandes que no me gustan nada

Bueno, pues como continúa un poco el tema de la sequía de noticias que me interesen, hoy he encontrado mi inspiración en otro blog, ajeno totalmente a los videojuegos. En este post de vayatele en el que una de las redactoras nos expone sus fobias hacia ciertos personajes televisivos que le caen mal, pese a que aún siendo los protagonistas y, en teoría, no estar creados para generar esa fobia, si se la producen a la redactora.

Como idea, me ha parecido genial. De hecho, comparto algunas de sus fobias. He decidido aplicar esta idea a nuestro mundillo, confesando ese pequeño secreto que creo que todos guardamos en nuestro interior. En este post, expondré 5 de las grandes sagas de los videojuegos que, por los motivos que diré, a mi no me caen bien o no me atraen. Supongo que a algunos les sentará mal ver a algunos de sus ídolos en esta lista, pero recuerdo lo mismo de siempre: es mi opinión personal, siempre respetando que muchos lo la compartan y, sobre todo, que los cometarios están abiertos para que cada uno defienda lo que le interese y pueda hacer su propia lista.

La lista no tiene orden concreto, el primero no significa que lo odie mas o menos, es puro azar conforme me vengan a la mente. Pasen y vean esta pequeña confesión

Mario

Pues empiezo la lista con el clásico entre los clásicos, el fontanero nintendero, el gran bigotudo. Nunca he podido terminar ninguno de sus juegos, lo reconozco. Me encanta su diseño como icono pero jamás le he encontrado la gracia a sus saltos y brincos. Por extensión, me sucede lo mismo con todo su universo. No llego a entender todos los personajes ni comprendo el misterio y encanto que la mayoría de la gente le ve a estas aventuras. Quizás me pilló en una época en que las consolas no me interesaban y cada cosa tiene su tiempo y su lugar. Lo único que se salva (en parte) para mi es la faceta conductora del juego, los Mario Kart que si me parecen algo mas entretenido.

Solid Snake

Me encantó el primer Metal Gear Solid para PSX, es uno de los juegos que recuerdo con especial cariño. Pese a ser una aventura en solitario, la disfruté bien acompañado con un amigo, alucinando con la estrategia y la táctica, con ese momento «cambio de mando», con esa sensación real de partir un cuello que daba esa sutil vibración del DualShock.

A partir de aquí, la magia desapareció. La enorme complejidad de la trama y los personajes, la excesiva tendencia al sigilo, eliminando casi por completo la posibilidad de que combinases entre sigilo y combate directo y, sobre todo en la última entrega, el vuelco hacía convertir la saga de juegos en una película con 4 escenas jugables por medio que casi da la impresión de haber sido metidas a la fuerza. Perdí la pista de quien es quien en el increíble entramado de personajes y tiempos (que si pasado, que si presente, que si futuro) han destrozado para mi una saga que empezó de la mejor forma posible con aquel Metal Gear Solid.

Street Fighter

Tomo la saga de lucha 2D por antonomasia como ejemplo de lo que pienso de todos estos juegos de lucha en 2D. Directamente no lo soporto. Siempre me han parecido tremendamente frustrantes. Eso de que haciendo un combo en plan arriba-abajo-izquierda-exis-cuadrado-dobletriangulo empiecen a aporrearme por todas partes, rodeado de luces y destellos, me saca de mis casillas. Esos combos interminables durante los cuales no puedes hacer nada para evitar que tu barra de energía vaya disminuyendo a pasos agigantados, a mi me puede. Quizás porque nunca he tenido la suficiente paciencia como para dedicar las horas necesarias a prefeccionar las técnicas de combate, o el no disponer del mando apropiado, no lo se. No me han gustado nunca ni en las recreativas ni en las consolas de casa. Y ya por no hablar de esa supuesta «historia» de cada uno de los personajes, las relaciones entre ellos y todo eso. Nunca le he visto el sentido a un juego en el que la gracia es aporrearse los unos a los otros lo más rápido posible.

Final Fantasy

Otra de mis grandes frustraciones jugópatas. Aún recuerdo cuando veía esos fabulosos videos de FFVII en televisión, me parecía geniales, el no va mas en gráficos. Estaba deseando cogerlo como un loco, sin tener ni idea de que iba la serie, pese a ser la ya séptima entrega. Por desgracia, en cuanto comencé a jugar entendí porqué no había jugado nunca: se trataba de un RPG. Me di cuenta de que no era mi juego en cuanto surgió el primer combate. Eso de tener que seleccionar fuerza, ataque, defensa, sumar, restar…. ufff tremendo. No puedo con ese tipo de juegos en los cuales para destrozar a un enemigo tienes que estudiar trigonometría. Y sin embargo me frustra totalmente no poder enfrentarme a estos juegos, porque gráficamente me quedo con la baba colgando cuando veo sus vídeos y sus cinemáticas. Me encantaría poder dar a un botón para que el combate fuera automático o que alguna vez a alguien se le ocurriese dar un giro a la saga para convertirlo en un juego tipo aventura, mundo abierto, FPS o cualquier otra clase que fuese capaz de disfrutar mínimamente.

El Jefe Maestro

Se que esto no es ningún secreto para los que me leéis habitualmente. Ya dediqué un breve post a las sensaciones que me producía el modo multijugador de este juego y las impresiones que he dado recientemente de HALO 3:ODST supongo que me habrán delatado anteriormente. No me gustan las sagas galácticas. Creo que la única que me atrae algo es La Guerra de Las Galaxias. Vuelvo a algo parecido a lo que me pasa con Metal Gear. A mi, eso de tener que recurrir a una guía para saber quien es quien, en que planeta estoy y en que momento de la historia me encuentro, me saca de la historia y del juego. No consigo ver el carisma que tantas personas ven al famoso Jefe Maestro. He jugado a los de XBOX360, como a casi todos los FPS, pero no llega a engancharme y no soy coleccionista. Es mas, no me cae bien y no me gustan demasiado estos juegos. Cada uno tenemos nuestros defectos.

¿Y a vosotros?

Vamos, animaos a dejar vuestros comentarios sobre esa saga mítica que no os gusta pero que no os atrevéis a reconocer en público o delante de vuestros amigos. Aquí estamos en confianza, nadie nos lee 🙂