¿Visitantes o lectores?

Llevo desde que volví de Galicia, tras una interesante conversación con @ollodepez, dándole vueltas a este post sin tener muy claro como enfocarlo pero con ganas de escribirlo. Pero al final, a cada cerdo le llega su San Martín o, en este caso, a cada post le llega su hora.

La cuestión es que conversaba con la amiga @ollodepez sobre el tema de tener muchas visitas en el blog. A ninguno nos importa demasiado, sobre todo los que no tenemos publicidad ni intención de vivir de esto, pero le decía yo que a todos nos gusta tener muchas visitas al día. Me comentaba que a ella realmente no le importaba y que, de hecho, el tener muchas visitas implicaba una cierta responsabilidad que no merecía la pena. Yo le comenté que eso es fácil decirlo pero que todos somos un poco egocéntricos en este sentido y todos queremos tener muchas visitas, pero ella insistió que no y me contó su particular demostración acerca del tema, que entendí perfectamente.

Sin embargo, yo sigo erre que erre con mi propio dilema. Por una parte, leyendo ayer el otro día este post de El Pixel Ilustre me di cuenta que realmente aprecio más tener lectores que visitantes. Me gusta eso de casi saber quienes sois todos los que entrais, que comentéis, percibir qué os gusta y qué no. Estar en Petit Comité, casi en familia. Sois casi todos/as conocidos ya, bien en persona o bien por vuestros comentarios asiduos, y me gusta esa sensación.

Ha habido veces que este o mi otro blog ha tenido picos importantes de visitantes, que no lectores. Por alguna palabra en algún título, algún post concreto, las visitas subieron bastante unos días. Y de estas visitas, algún que otro lector queda, pero la gran mayoría no vuelven. Es ley de vida. Pasan, ven que es algo puntual y se marchan. Por eso me gusta ver que tengo suscriptores, gente a quien le gusta saber cada vez que escribo.

Sin embargo, reconozco que muchas veces me gustaría tener mas visitantes. Porque en el fondo, los visitantes son alcance, son audiencia. Es, en cierto modo, capacidad para difundir un mensaje. Y lo que escribo aquí son mis cosas y poco me importa difundirlo porque no dejan de ser mensajes absolutamente personales, aunque siempre agradezco leer otros puntos de vista. Sin embargo hay veces que si me hubiera gustado poder llegar mas lejos, como con el proyecto de mi hermana con Elperroqueayuda, lo de juegaterapia o alguna cosa que me hubiera gustado poder hacer llegar a mas gente en el blog de Marta.

Especialmente en este último, el blog de Marta, estoy sintiendo estos días pena por no tener miles de visitas al día, porque por desgracia la gente gusta mucho de criticar, en demasiadas ocasiones sin fundamento y hasta diría que mintiendo. Bueno, dejémoslo en siendo un poco «insinceros» o incorrectos. Si pasáis por allí, ya veréis a que me refiero. Pero claro, no se puede tener todo. Podría llenar el blog continuamente de texto absurdo, hablar de sexo, llenar cada post con palabras como tetas, jovencitas, maduritas cachondas, lesbianas atadas,.. seguramente mi pagerank subiría y conseguiría más visitas, pero sin duda no encontrarían aquí lo que buscan y pasarían sin pena ni gloria. Y tampoco la gente que quiero que entre en mis blogs es la gente que busca esas cosas en Google, que queréis que os diga.

Donde trabajaba antes, mi jefe no gastaba nada en publicidad. Vivíamos de los clientes de toda la vida y del «boca a boca». Creo que mis blogs, en el fondo, son un poco así. Somos una pequeña familia que nos llevamos bien, compartimos cosas y cuando algo de lo que pongo aquí creo que es importante, sois los primeros en ayudarme a difundirlo. Seguiremos confiando en el boca a boca y sigo confiando en vosotros.

Y además, como decía Carmen Maura, tacita a tacita 🙂