La química de Marta

La química de Marta

Ya escribí alguna vez en mi blog sobre el tema de la química en las personas. No me voy a poner a buscar el post, pero es curioso como esa química muchas veces llega a traspasar esas propias personas y la percibimos quienes estamos en el entorno e incluso, como es el caso de hoy, a través de la televisión.

Supongo que visteis el programa de ayer y supongo que sabéis a que me refiero. Todos sabemos ya la amistad que une a Marta Fernández y a Carmela Ríos, mas allá de lo profesional. Y no se si con Carlos De Vega es sólo admiración profesional o si también, como con Carmela, hay amistad y aprecio personal, pero desde luego ayer se notó que los tres hacían un equipo perfecto.
El programa empezó de la mejor manera, con unos minutos geniales hablando sobre ese tal Dominique Strauss-Kahn (perdonadme si no se escribe así), las repercusiones de su detención tanto para la política francesa como para el FMI, y el tratamiento que le están dando en Francia y USA del tema, con video de otros escándalos sexuales conocidos (como JFK o Clinton). Buenísimos 15 minutos iniciales y, además de unirse tres grandes periodistas que tenían mucho que decir y mucho que aportarnos al respecto, también pudimos ver como la química funciona, como los tres se encontraron a gusto, como Marta disfrutaba escuchando, no se pisaban, no era un debate, era una charla entre amigos que me encantó. Yo desde luego pagaba encantado la comida en cualquier restaurante para pasar un par de horas charlando con esas tres personas, aprendiendo y disfrutando de la compañía de gente que merece la pena.
Pero también quería hacer hincapié en otra cosa: ¿Donde se han metido ahora todos esos que criticaban el lunes a Marta y al programa por el tratamiento a la manifestación y posterior acampada en la Puerta Del Sol? ¿Por qué no alaban hoy esa imágenes tan estupendamente montadas? Narrando en orden cronológico lo ocurrido y donde se veía perfectamente que el desalojo fue a cargo de la policía y que los acampados eran absolutamente pacíficos. Y de verdad que me da mucha rabia ver esas cosas, ver como la gente se dedica a criticar, encima sin motivo, gritando y proclamando a los cuatro viento su sesgada visión de la realidad. Pero que trabajito les cuesta ahora salir al mismo sitio diciendo «gracias por como habéis cubierto hoy el desalojo y lo que sucedió ayer». Y por eso me da rabia, como hablo en mi otro blog, no tener más «alcance» aquí, no poder, de alguna forma, compensar. Porque para decir lo malo se apunta cualquiera, pero reconocer el buen trabajo parece estar muy mal visto.
Lo siento, pero no me gusta seguir las modas y no se me caerán los anillos diciendo las cosas buenas tanto como las malas. Y supongo que por eso aquí no entran miles de personas al día, porque no encuentran carnaza, ni la encontrarán. Y para quitarles un poco el amargor a esos personajes, acabamos este post como Marta terminó ayer su programa. Porque si algo me gustó también especialmente en el programa ayer fue encontrar mucho de lo que había visto en el twitter de Marta de la mañana, como esta canción de los Stormy Mondays.

Os dejo con este sentimiento positivo en forma de video y permitidme enviar un mensaje aparte a Marta: Enhorabuena por los dos programas de esta semana. Ojalá puedas seguir poniendo en el programa lo que pones en tu twitter (y no tener que poner en twitter lo que te pidan en el programa) y sobre todo que San Kanthar-Media acompañe. Debería, porque más Marta es justo lo que necesitan Las Mañanas de Cuatro. 

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