Lecciones de vida – Prologo del nuevo curso

Si, ya sé que dije que volvía el día 10 y así será, pero hace unos días escuché en el podcast de Photolari algo que me apetece compartir contigo. Lo puedes escuchar a continuación. Son un par de minutos, a partir del 56:00.

También puedes leer la carta en este enlace, si no tienes ganas de escucharlo.

Es la carta que un fotógrafo chileno escribe a su sobrino, que le pido consejo sobre como hacerse fotógrafo. Más allá de todo lo que tiene que ver con la fotografía, hay muchas lecciones de vida en esta carta, cosas que a mi me parecen muy aplicables a cualquier ámbito de la vida.

Tanto si eres fotógrafo, como si quieres serlo o si te importa un bledo la fotografía, hay cosas que te gustarán. Te destaco algunas que a mi se me han quedado especialmente.

Cuando se te hace seguro que una foto es mala, al canasto al tiro. La mejor las subes un poco más alto en la pared, al final guardas las buenas y nada más (guardar lo mediocre te estanca en lo mediocre).

Así son las cosas. Tira en la vida todo lo que te parezca malo. Guardar lo mediocre te estanca, no sirve de nada, no te enseña nada. Aprendido lo que no te gusta, “al canasto”.

… nunca fuerces la salida a tomar fotos, por que se pierde la poesía, la vida que ello tiene se enferma, es como forzar el amor o la amistad, no se puede.

Nunca fuerces nada. El amor, la amistad, las fotos, las lectura, la risa, el sueño, una serie, una peli, un videojuego, un viaje… Las cosas llegan cuando llegan y cuando estás preparado.

Sigue lo que es tu gusto y nada más. No le creas más que a tu gusto, tu eres la vida y la vida es la que se escoge. Lo que no te guste a ti, no lo veas, no sirve. Tu eres el único criterio, pero ve de todos los demás.

Nada más que añadir.

Es mucho vagabundeo, estar sentado debajo de un árbol en cualquier parte. Es un andar solo por el universo.

Y eso es vivir, no sólo la fotografía. La vida debe ser exactamente eso.

Nos vemos la semana que viene con el inicio oficial del nuevo curso.