¿Vamos a perder el salto de la Inteligencia Artificial en Europa?

¿Vamos a perder el salto de la Inteligencia Artificial en Europa?

Ya te comenté en una de las primeras entradas que la Comisión Europea anda con sus historias de leyes intentando poner puertas al campo de la Inteligencia Artificial en Europa. Protección de datos, defensa de la privacidad, de los derechos de autor… Que está muy bien todo, que no todo el monte debe ser orégano, pero las consecuencias de esto ya las estamos empezando a pagar los ciudadanos europeos.

Y eso que aún no está ni aprobada.

La privacidad

Una de las primeras consecuencias que ya vivimos, y ni siquiera está aprobada esta ley, fue la prohibición de ChatGPT en Italia hace unos meses. En defensa de la privacidad de los italianos se prohibió para, a las pocas semanas y merced a algunos ajustes, volvió a autorizarse.

Desconozco cual era el problema y cual ha sido la solución o el acuerdo al que han llegado. Lo que sé es que, precisamente por esos temas de privacidad, por ahora no podemos disfrutar en Europa del que está llamado a convertirse en el siguiente gran referente de la Inteligencia Artificial conversacional: Bard, el ChatGPT de Google.

Hace unas semanas que se presentó en Estados Unidos y está disponible en casi todo el mundo. Eso sí, ni un solo país de la Comunidad Europea tiene acceso a esa Inteligencia Artificial. Al menos de manera oficial, pero de eso te hablo luego.

Sam Altman

Este señor es el CEO de OpenAI, responsable de ChatGPT, Dall-E y todo lo que se está moviendo a su alrededor. La semana pasada ha estado de gira por Europa, ya pasó antes por el congreso de Estados Unidos, para explicar a los reguladores cual es su concepto de Inteligencia Artificial, qué medidas están tomando para regularla, qué necesitan de los reguladores…

Parece que la cosa en Estados Unidos no fue nada mal. Acostumbrados a las comparecencias de CEO’s como Zuckerberg hablando de META y tal, parece que esta vez hay buena sintonía entre legisladores y la empresa. Todos están de acuerdo en regular, poner topes y demás. Sin embargo, con la Comunidad Europea no ha habido tanto buen rollito.

Parece que el bueno de Sam avisa a Europa que hay ciertas partes de la legislación que pueden ser imposibles de cumplir por su parte, como el ser responsables del uso que alguien haga de sus herramientas. Por poner un ejemplo sencillo es como si de repente ARCOS, fabricante de cuchillos de cocina estupendos, fuera responsable si alguien asesina a alguien a cuchilladas. No tiene mucho sentido, ¿verdad?. Pues de algo así están pretendiendo hacer con las empresas responsables de Inteligencia Artificial en Europa. Es sólo un ejemplo de las muchas cosas que se tienen que pulir en la ley.

Bard

Como te he comentado, Bard es la competencia de ChatGPT y el CEO de Google también ha hecho una minigira por Europa para tratar los mismos temas que Sam Altman. Ambos buscan poder colaborar con legisladores para poder competir entre ellos en un marco legal igual para todos. En eso parecen estar jugando bastante limpio, y la conclusión a la que han llegado ambos, y que han transmitido es que Europa puede quedarse sin sus modelos de Inteligencia Artificial.

Teniendo en cuenta que son los referentes y que en Europa no contamos con ninguna referencia, corremos el riesgo de quedarnos atrás, con todo lo que ello puede suponer.

Que la IA ha llegado para quedarse y que cada vez va a estar más presente en nuestro día a día, es indiscutible. Y no hablo sólo de crear imágenes, videos o temas así, hablo de la productividad en las empresas. Y eso, sin ninguna duda, va a repercutir en la economía.

La gracia de la Inteligencia artificial va a a estar cuando empiece a integrarse en nuestro día a día, no que tengamos que abrir un chat, y eso está a la vuelta de la esquina.

IA, Windows, Office, Gmail…

Microsoft le ha puesto un nombre a la integración de la Inteligencia Artificial con sus herramientas ofimáticas: Copiilot. Un copiloto, un asistente que estará siempre a nuestro lado para ayudarnos. Y cuando digo siempre digo SIEMPRE. En Word, Excel, Outlook, su buscador y, por supuesto, Windows. Que tengamos a un click poder decirle a copilot «Configura la impresora para que imprima a doble cara y en apaisado» y lo haga sin que tengamos que entrar en las opciones de configuración.

O darle formato a un Excel sólo diciéndole algo como «Pon esta tabla con colores azules, que la última fila sea el total de las columnas de coste y beneficio y que quepa todo en una página». Zas, ahí lo tienes. O escribes un documento de Word o un mail y te queda largo. «Reduce un poco este texto manteniendo las ideas claves»… Todo esto es ya una realidad en pruebas en los programas de Microsoft y estará en nuestras manos en unos meses, seguramente este mismo año. Y en el propio Windows, te lo recuerdo.

Y por supuesto Google está a tope también para hacer lo mismo con todas sus herramientas ofimáticas, su buscador, el correo… De hecho cada vez más programas que usamos van incorporando esas herramientas. De pago o gratis, pero ahí están. Notion, Spark, Substack…

Insisto, la gracia de todo esto de la IA va a ser cuando la usemos sin darnos ni cuenta.

La Inteligencia Artificial en Europa

¿Tendrán que preocuparse Google, Microsoft, Adobe… de sacar sus programas sin esas ayudas en Europa? Un Photoshop de primera y uno de segunda, porque el que no tenga IA será de segunda, eso hay que tenerlo claro.

¿En que situación pueden quedar nuestras empresas en un mercado tan global? Trabajos que fácilmente se puedan pedir a empresas que estén fuera de la Unión Europea y si dispongan de esas herramientas, con lo que suponga de ahorro de costes. Llevamos años usando herramientas de este tipo sin que pase nada. ¿Qué debemos hacer ahora?

Tenemos bastante interiorizados que los «americanos» son muy de demandar. Quizás su política sea la de pedir perdón en vez de pedir permiso. Puede que debamos tomar esa política por aquí también porque, como ya comenté, es posible que mientras intentamos legislar lo que hay hoy en día, se hayan dado ya 20 pasos más y mientras estamos parados. Perdiendo competitividad, perdiéndonos esas maravillas. O haciendo que las empresas suministradoras de VPN hagan su Agosto.

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