Lo de la farsa de la privacidad

Lo de la farsa de la privacidad

Hoy os voy a contar una historia que seguramente os suene. No será lo mismo, no será acerca de palos de Golf, pero seguro que alguna vez os ha pasado algo similar y habéis puesto en duda si tenéis algún tipo de privacidad. Os cuento.

Estos días he estado de vacaciones unos días en la costa de Cádiz. Viaje de relax y desconexión a unos extremos que no podéis ni imaginar. Han sido sólo un par de noches y el miércoles ya emprendí camino de vuelta a Málaga.

Aconsejado por una amiga, hice una parada en el club de golf de La Alcaidesa, justo en el límite entre Cádiz y Málaga. Un lugar de esos llenos de paz, que es lo que ando buscando. Sonidos de pájaros, conversaciones suaves y lejanas, cerveza fresca, vistas de esas para perder la mirada y que los ojos descansen… Justo lo que busco. Es la foto que acompaña a este post.

Al contrario que otras muchas de estos días, esta no la publiqué en redes sociales. Sólo la compartí con un par de amigos a través de guasap. No sé vosotros pero yo, a diferencia de mucha gente, no considero guasap una «red social». Para mi es sólo un sistema de mensajería con el que contactar con gente, no una forma de compartir mi vida con el mundo, como es Facebook o instagram.

Como os digo, sólo la compartí con un par de personas a través de conversación directa en guasap, ni siquiera grupos masivos. Ni estado ni nada. Conversación totalmente privada. Pues bien, por la tarde, en Instagram, me aparece este anuncio.

Os aseguro que es la primera vez que veo anuncios de algo relacionado con el golf y aparece justo unas horas después de estar yo en un campo de golf y compartir esa foto vía guasap. Sólo hay dos formas de que Instagram haya accedido a esa información y las dos me parecen como poco intrusivas, por no hablar directamente de ilegales.

La primera es acceder sin permiso, o con un permiso bien escondido y del que ninguno tenemos conciencia, a mi álbum de fotos o a la localización de mi móvil. Y digo permiso escondido porque no accedió a las fotos para que yo le dijera cual quería compartir, accedió simplemente para ver qué estaba pasando por allí. Eso o accedió a mi localización simplemente para saber por dónde andaba, no con mi consentimiento expreso para compartir la ubicación de una foto, entró sin abrir yo la aplicación sólo para, de nuevo, recopilar información.

La segunda opción es que haya espiado, no quiero suavizar el verbo, mis conversaciones privadas de guasap. Se les llena la boca diciendo que estas conversaciones están cifradas, que nadie sabe, ni ellos, lo que pasa entre los interlocutores, pero igual no es tan privado. Y meto claramente a guasap porque, por si no lo recordáis, este programa pertenece a Meta, la dueña también de Facebook y, por supuesto, Instagram.

Y esto ocurre en mi iPhone, el adalid de la privacidad. ¿Qué privacidad? Puede que Apple la respete, seguramente porque no necesita vender publicidad y se basta con los precios que cobra con sus productos para ganar dinero pero ¿de que sirve tanto logo de la manzana con el candadito si luego nos cuelan programas que se pasan nuestra privacidad por el arco de triunfo?.

No soy yo especialmente obseso de la privacidad, lo reconozco. Sé que es una falacia, una falsa ilusión, cuando activas el modo privado del navegador, cuando no compartes algo en redes, etc. Sé que me siguen controlando y lo doy por «bueno» por las ventajas que me puede aportar, pero cada día tengo más claro que hay cosas que no saldrán de un papel o de una conversación en persona, con los móviles en los bolsillos.

2 comentarios en «Lo de la farsa de la privacidad»

  1. Desde que comencé a usar el primer smartphone ,en el 2010, me dí cuenta que lo de la privacidad es una ilusión, pero es que aunque no uses uno hoy, siempre vas a estar cerca de gente que use uno, y a salir en fotos que no has hecho tu, vamos, que si o si vas a tener algún tipo de intrusión, pero vamos, que vivo en un pueblo pequeño y estoy acostumbrado a las vecinas cotillas, que eso es peor que los del CNI…(Y esto lo digo en serio)

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