MVD: Diabetes (II). Midiendo el azúcar
AVISO IMPORTANTE: En esta serie de post voy a tratar un tema médico tan serio como la Diabetes. No soy médico, sólo enfermo. Sólo sé lo que he ido aprendiendo por informarme y por mis médicos así que no toméis esto como un tratado académico porque no lo es ni de lejos. Es más, cualquier aporte o si debo corregir algún dato clínico será bienvenido. Si necesitáis información, tenéis dudas, queréis saber sobre el tema, consultad con un médico de verdad.
Seguimos hablando del medicina y tecnología, en concreto de la diabetes que es por desgracia lo que me toca de cerca. Ya os conté la semana pasada lo que es la diabetes, siempre desde mi punto de vista no profesional. Lo dejamos en que el azúcar alta en sangre no da síntomas evidentes que nos indique que está ahí. Así como la hipoglucemia (bajada de azúcar) genera mareos, malestar, decaimiento, problemas incluso de habla… el azúcar alta no avisa.
La única forma que tenemos de saber nuestro nivel exacto de azúcar y por tanto si está elevada es cogiendo directamente una muestra de sangre y midiendo. Sencillo y casi indoloro. Vamos al turrón… sin azúcar.
Midiendo el azúcar
Si tenéis o habéis tenido algún familiar o conocido puede que hayáis visto cómo va esto de medirse el azúcar. Es un aparato que a través de una tira reactiva analiza el nivel de glucosa en una pequeña muestra de sangra. Su funcionamiento es sencillo y han avanzado mucho, ya os contaré como van los míos, pero el procedimiento sigue siendo igual.
Primero se coloca una tira reactiva en el medidor y una vez que se activa y da el ok, mediante un dispositivo, parecido a un rotulador, diseñado para hacer un pequeño pinchazo rápido y lo más indoloro posible, realizamos una punción en un dedo para obtener una gota de sangre. Cogemos esa gota con la tira reactiva y en unos segundos el medidor nos da el nivel de glucosa que tenemos en sangre. Rápido y sencillo, aunque está claro que a nadie le gusta el tema de pincharse.
Dicho así parece fácil pero la cuestión es que la diabetes es una enfermedad a largo plazo y por desgracia no se trata de una prueba que haya que hacer una vez al año, como las revisiones médicas, sino que habrá que hacer, sobre todo al principio, varias veces al día.
La gasolina
Otra de las cuestiones importantes de la medición del azúcar es saber cuándo se realiza la medición. Como os comenté es la gasolina de nuestro cuerpo. La sacamos de lo que comemos y la vamos gastando a medida que se utiliza. Si este proceso es correcto no se acumula en sangre. Si ingerimos más de la que gastamos, tenemos un problema.
Podéis suponer que si comemos varias veces al día y de cada comida sacamos «gasolina» que vamos gastando, los niveles de azúcar varían continuamente en nuestro organismo, por eso es importante realizar las mediciones a horas concretas alrededor de las comidas. Las mediciones más importantes se deben hacer antes de cada comida principal, es cuando más baja debe estar, y dos horas después de haber comido, que debemos tener el pico de azúcar máximo en sangre.
Estamos hablando de que para tener una buena medición de cómo trabaja nuestro organismo hay que usar el glucómetro en teoría 6 veces al día. Apuntar cuando has tomado la muestra, el resultado, lo que has comido si es después de la comida, qué medicación has tomado… Yo recuerdo a mi madre, diabética ella también, apuntando con su lápiz en una libretita todos estos datos para llevárselos al médico.
Como suele decirse, cada persona es un mundo y cada organismo también. Aunque hay pautas básicas, cada uno reacciona a su manera a ciertos alimentos, por no hablar del estrés y otras circunstancias externas. Todo afecta a esos niveles y es importante llegar a conocerse y conocer estas cosas. Y aquí, amigos, es donde llega nuestra amiga la tecnología, para documentar y analizar cada uno de estos parámetros y ayudar a conocernos mejor.
Pero eso amigos, os lo cuento la semana que viene.
Ánimo Dani, ya sabemos que va a ser largo, pero ya estás por el buen camino!
Gracias, Fran. Esta compañera sí que será para toda la vida.
¡Saludos!