Viajar con un dron, en un avión, a un país diferente. ¿Se puede?

Hace unos meses planeé un viaje a Dinamarca para este mes de Mayo. En aquellos días tenia mi Parrot Bebop 2 y ni me planteaba meter ese trasto en una maleta para que acabara destrozado. Pero el tiempo pasa y a primeros de abril lo cambié por Rojo, un pequeño y portátil Mavic Air, así que rápidamente me empecé a plantear viajar con él.

Tenía buen recuerdo de los lagos y parques de Copenhague y estaba deseando grabarlos con mi pequeñín. Las primeras veces que lo comenté surgieron voces en contra. Que si no se podía meter un dron en un avión, que si me lo iban a confiscar, que si estaba prohibido volar en Dinamarca con un dron… Decidí hacer averiguaciones y, como muchos me habéis preguntado en redes qué problemas he tenido, os los resumo aquí. Para mi son tres pasos sencillos:

1.- Infórmate de la legislación del país a visitar

Parece una obviedad pero antes de viajar, hay que informarse de la legislación del país donde vamos a ir con nuestro dron. Lo primero que hice fue googlear mucho para ver que normativa hay en Dinamarca. Una fuente de información es la plataforma JARUS pero yo consulte decenas de fuentes para cerciorarme. Ojo que hay países como Marruecos donde el uso de drones está totalmente prohibido y puedes acabar directamente en la cárcel así que no es ninguna tontería consultar. Que puede ser no sólo que no puedas volar o que te multen sino algo más grave.

La conclusión fue que la normativa es prácticamente la misma que en España: No subir más de 120Mts, respetar las zonas aéreas restringidas y no volar sobre personas. Nada que se salga fuera de la lógica. Yo para el tema de las zonas aéreas uso UAV Forecast, que además del tiempo me dice las zonas restringidas de, por lo que he visto, cualquier lugar del mundo. Está tanto en formato App para llevar en el móvil Android o iOS, y en formato Web para consultar desde cualquier ordenador.

2.- Llevar el dron en el avión

Una vez que sabemos que vamos a poder volar en nuestro destino, toca averiguar si en el avión podremos llevar nuestro dron. En principio no hay ningún problema pero es recomendable llevarlo como equipaje de mano porque al ser un aparato algo extraño puede saltar alguna alerta y que te hagan abrirlo. Si estás delante les explicas lo que es y punto. Por eso la portabilidad del Mavic Air es maravillosa para esto. El dron sin problema, pero las baterías son otra cosa, amigos. Ojito con este punto.

Para empezar, las baterías LI-PO que usan la mayoría de drones «domésticos» está prohibido facturarlas, las tenéis que llevar como equipaje de mano y siempre sujetos a la normativa de la compañía aérea con la que voléis. En mi caso, Norwegian, es muy claro al respecto: no se pueden llevar baterías de más de 100Mw. Si son más potentes olvidaos de viajar con el dron. Tampoco dejan llevar más de 3 baterías en cabina así que yo iba justito. Insisto: esos límites los pone la compañía aérea y debéis consultarlo con ellos.

Aunque todo estaba muy claro decidí consultarlo vía chat con la compañía. Me confirmaron que era así e hicieron una anotación en mi ficha para que quedara constancia de que estaba autorizado. De hecho, cuando llevé la maleta a facturar me lo comentaron y en el equipaje de mano me pusieron una cinta especial que indicaba «equipaje autorizado» que nunca me habían puesto así que no está de más que hagáis cuantas más preguntar mejor.

No es una limitación por gusto. Estas baterías son muy inflamables y sensibles a los cambios de presión y temperatura. En cabina el ambiente está más controlado pero aún así todos notamos los cambios de presión en los oídos al ascender y descender. Las baterías igualmente lo notan por lo que ponen unos límites por seguridad. Lo de no poder facturarlo es porque las bodegas de carga no van presurizadas y es mucho más probable que puedan estallar. Yo aún en el equipaje de mano, adquirí una pequeña bolsa ignífuga para transportarlas. Nunca se sabe, vale un nada y ahora es la bolsa que uso para llevar las baterías en mi mochila diaria.

NOTA IMPORTANTE: Por seguridad, aunque no he leído leyes que así lo indiquen, las baterías deben ir descargadas. Máximo 25% de carga. Así se evita que se inflamen. Gracias a Jose Luis Molina por el aporte en Facebook. Se me había olvidado comentarlo

No es una tontería estos límites así que nada de hacer «trampas» para facturarlas.

3.- Usar el sentido común

Hemos llegado a nuestro destino con las baterías sin explotar y el dron íntegro. Ahora a volar…. con precaución siempre. Aunque no hayáis leído nada ojo con la privacidad. Puede que en España seamos un poco más permisivos, o menos, pero en otros países la gente no duda en llamar a la policía si está tomando el sol en un parque con sus hijos y hay un dron merodeando.

Si no conocéis el idioma local, intentad volar siempre acompañados de alguien que sí por si hay que dar explicaciones a alguien que se acerque, para que pueda darlas con fluidez y naturalidad.

Seguid a rajatabla todas las normas que hayáis leído y tomad siempre el máximo de precauciones.

Conclusión

El Mavic Air, mi Rojo, es perfecto para viajar. Fácil de transportar en el equipaje de mano y con unas baterías ideales para ir surtido sin problemas. En ningún momento nadie se me ha acercado a preguntar ni he tenido problema alguno. Informaos de todo lo que podáis sobre el país, tanto leyes como costumbres que os puedan afectar. Yo he ido un poco a lo loco pero os recomiendo que si queréis grabar de verdad os hagáis un plan para poder aprovechar. Nadie sabe cuando podréis volver a coger un vuelo.

Ah, y todo lo que habéis leído aquí es válido a fecha de hoy, 20 de mayo de 2018. La legislación cambia constantemente en todos los países así que el mejor consejo que puedo daros es que antes de volar volváis busquéis toda la información posible sobre el país de destino y la compañía aérea

Os dejo con unas muestras de las fotos que hice por allí. Espero que las disfrutéis y que este post os sirva para perder el miedo a viajar con vuestro dron.