Viernes
Mira que llevo tiempo escribiendo aquí y contando cosas mías. Años y años. A veces con más constancia, a veces con menos pero muchas cosas ya sabéis de mi y sin embargo voy descubriendo que aún hay muchas que no os he contado, como los de los viernes. No me suena haberlo contado por aquí pero sabed que me gusta hacer de los viernes algo especial. Que para eso son viernes.
No significa salir de fiesta, marcha borrachera loca, cena por todo lo alto… pero si me gusta hacer algo que me haga sentir que es viernes, que es un día diferentes, que el ciclo de trabajo de la semana se acaba y comienza un tiempo para mi. Siempre me ha pasado pero cada vez lo noto más. Desde que tengo uso de razón mi jornada laboral ha sido, salvo excepciones puntuales de cargas de trabajo extra, de lunes a viernes y con las tardes incluidas. Ya sea estudiando o cuando tocó trabajar, trabajando.
Y así están las cosas que ahora estoy escribiendo en un cafetería del centro. Si, mi Starbucks. Los viernes desde hace unos meses me gusta comer en la calle. No por trabajo. Bajar al centro, pasear y comer. Si es en buena compañía mejor que mejor y si es solo como hoy tampoco pasa nada. Me gusta sentir a la gente que ya está dando de mano aunque a mi aún me toque trabajar esta tarde. Les veo desde la ventana del Starbucks. Veo muchas caras de relax, de PorFinEsViernes.
Los viernes por la noche siempre hago algo especial. Quedo con alguien para cenar, doy una vuelta o como poco me paso por la hamburgusería del barrio a por un campero o similar (siento que los de fuera de Málaga no sepáis lo que es un campero y sobre todo que no lo disfrutéis). Me gusta sentir que es viernes por la noche. No hace falta un gran lujo. Con el campero en casa y un gin me basta, no necesito nada más. Ni nada menos.
Me doy cuenta de lo especiales que son los viernes cuando incluso en El Comité (mi libro, no lo olvidéis), dediqué un capítulo a que Fritz también tuviera sus viernes especiales. En su caso, que para eso es jefe, toda la tarde del viernes es especial. A veces me han preguntado si yo soy Fritz. No, digo con seguridad. Hay cosas de mi en Fritz, y en Olga, y en Heidi, y en el Joyero, y en nadie. Claro que hay experiencias y cosas mías en todos pero ningún personaje es nadie real en quien me haya inspirado.
Los viernes deben ser especiales. El vaso no es de hoy, es del día de la presentación en video que hice en este Starbucks desde el que os escribo pero es aplicable a hoy y a cualquier día. Hay que tener un buen día. Y si es viernes aún más. Todavía estáis a tiempo. Haced de este viernes algo especial. Que se note que es viernes, que no sabemos cuantos nos quedan. Y me lo contáis en los comentarios.
Yo hace mucho tiempo ya que disfruto mas la noche del viernes que la del sabado, aunque sea con planes tan sencillos como ir al cine, a cenar en una hamburgueseria y al pub del pueblo a tomar algo sin prisas, ya lo de salir un sabado a quemar la noche quedo atras en el tiempo, los años te van domesticando poco a poco, aparte, me encanta el cine, ya sea de animacion como del otro, para mi es un plan casi perfecto, en fin, un abrazo Dani
Planes geniales para un viernes. Será que cada día somos más serenos.
Un abrazo, Fran!
Hay más placer y se disfrutan más los pequeños detalles que poca gente conoce, que esos eventos inmensos que mucha gente publicita para que parezca que viven mejor que nadie por ese hecho.
Son distintas formas de disfrutar de cualquier día, pero aunque parece que no haces nada probablemente estés disfrutando de un tiempo de mejor calidad que si, por ejemplo, salieras de marcha una noche entera (que hay tiempo para todo)
Las prioridades varían, y con los años nos volvemos más sabios y serenos!!
Un abrazo!!
Es un poco como decía nuestra amiga el otro día. No es lo mismo hacer el amor que tener sexo (yo digo directamente follar), pero cada cosa tiene su aquel y su tiempo, ninguna es mejor que otra. Pues con esto lo mismo. Hay un tiempo para la marcha salvaje y otro para disfrutar los pequeños placeres. Sea lo que sea que se haga, que el viernes sea un poquito diferente y se disfrute.
Y como yo le decía… la clave es el balance; tener un poco de cada cosa cuando el cuerpo te lo pida!!
Los viernes sin ti son domingos de invierno a las 10 de la noche pero lo intentaré.
(sin palabras)
Los camperos me encantan, pero el que más el tradicional.
Yo siempre dudo, y alterno, entre el de toda la vida y el de pollo, mmmm