¿Abandonar la soltería?
Creo haberlo comentado en más de una y de dos veces por aquí: me gusta mi soltería. He llegado a ese punto de mi vida en el que la soledad es un placer y abandonar la soltería se me antoja poco menos que imposible. Cómodo conmigo mismo, disfrutando compañía cuando encarta y sobre todo he aprendido a no cortarme a la hora de salir solo a dar un paseo, ir al cine, viajar, tomar una copa/cerveza en un bar… No pasa nada señores y señoras. Las cosas son así.
Pero últimamente estoy pensando algo más de la cuenta, algún día me arrepentiré, y me he puesto a pensar qué me haría abandonar la soltería a día de hoy. Ojo, considerando abandonar la solería empezar a vivir con alguien. Lo de pasar por el altar y/o juzgado es lo de menos en estas cuestiones. Es de esas cosas difíciles de teorizar. Siempre que he intentando pensar en el futuro la vida se empeña en darme un par de buenas hostias de realidad pero por jugar que no sea.
¿Qué, o mejor dicho quién, me haría abandonar la soltería? Partamos de la base de que soy sapiosexual. A mi no me vale una niña maciza, por muy buenorra que esté, para engancharme. Tiene que haber fondo y sobre todo tiene que entrarme por el cerebro. A mi no se me conquista por la vista ni por el estómago: se me conquista por la conversación.
Además hablamos de dejar la soltería, oigan. No hablamos de un polvo loco de una noche de verano. Hablamos de alguien que me haga estar dispuesto a ceder una parte de mi yo ya formada para adaptarme a ella. La convivencia es eso: negociar y ceder. En ese sentido debo confesar que creo en el “flechazo”. Creo en que la primera impresión cuenta y no me refiero sólo a lo visual. Hablo de que un día pudiera llegar a mi vida alguien con quien cogerme del brazo o la mano por calle Granada y sentirme cómodo. Soy bastante arisco para el contacto físico y si ese primer contacto en un primer encuentro llegase a funcionar, nada puede ir mal en ese terreno.
Que un día llegara a mi vida una persona en la que pensara cada mañana al levantarme, cada noche al acostarme y cada instante se cruzara por mi cabeza. Si eso debe ser maravilloso cuando ocurre, ¿no? Que un día llegara esa persona con la que de verdad me gustara levantarme cada mañana y que fuera ella la primera persona con la que hablara y mira que soy de poca conversación mañanera.
Puede que algún día, quien sabe, llegue esa persona con la que cruzar los brazos para compartir una copa o un vaso de vino. Sin ningún motivo especial. Un martes a mediodía comiendo en casa. Porque nos apetece. Porque estamos juntos. A quien enviar una brindis cuando me la tome solo porque me acuerdo de ella y me gustaría que estuviera conmigo en ese preciso instante.
Quizás llegue ese alguien de quien no dependa, que no dependa de mi, pero que ambos decidamos que estamos mucho mejor juntos que separados. Que nos complementemos, que nos comprendamos, nos respetemos, no nos agobiemos. No nos necesitemos pero nos adoremos. Fuerte. Muy fuerte
Quizás un día llegue esa persona que me haga reír, pensar, llorar… quizás. Quizás algún día piense “es ella” y todos los miedos desaparezcan. Más allá del deseo carnal que pueda sentir, de las ganas de sexo salvaje con ella, de la electricidad en cada roce de nuestras pieles. Esa persona que me haga querer abandonar la soltería debe volverme del revés para que renuncie a tantos principios. Igual existe esa persona, igual no. Este es de esos post que tampoco hay que tomarse muy en serio. O sí. Quién sabe.
Supongo que al final todo se reduce a encontrar esa persona con la que puedas pensar cosas como esta que escribió @CharoGuijarro en twitter esta mañana. Si algún día siento algo así, sabré que es ella.
Despertar y encontrarte a centímetros de mi .Eres mis días de fiesta. pic.twitter.com/a1lQjro3uJ
— Charoguijarro (@Charoguijarro) 3 de abril de 2016
Pues eso que hemos hablado muchas veces Dani, sólo se esta muy bien, pero no dire tajantemente que no a estar en pareja, aun con mis vicios y manias, (y teniendo que compartir los suyos) en fin, quien sabe que pasara mañana…
Nunca se sabe, pero cada año que pasa la cosa se complica. Uno de hace más maniático y tiene que será alguien que nos ponga la vida muy patas arriba para que ne apetezca intentarlo
El otro día me apunte una frase, que parece ser un dicho mejicano, «Si quieres hacer reír a dios, dile que tienes planes».
No pienses tanto, todo acaba llegando!! 😉
Un abrazo!!
Ya lo dije ene su día: pensar está sobrevalorado 🙂
Abrazo!
Quizás ella te encuentre a ti y te convenza. Besitos
A lo meho. Besos!!
¿Será la primavera que la sangre altera y reblandece el cerebro?
Mujeres inteligentes hay muchas 😉
Es lo más probable 🙂
Soy yo,pero te niegas a reconocerlo. 😉
Va a ser eso, que no me entero.
PD: A ver si algún día mentero quien eres y ya lo puedo reconocer 😉