Un buen camarero

Un buen camarero

CamareroCamarero/a. Una de de las profesiones que admiro. Hay que estar hecho de una madera especial para ser un BUEN camarero. Y permitidme desde ahora hablar sólo en masculino, cosas de esta lengua machista que aún tenemos, para referirme a ambos géneros, que todo lo que voy a exponer es válido para hombres y mujeres pero me parece cansino llenar todo el texto de a/o y por supuesto me niego a esa novedad de poner una @ para «bisexualizar» la palabra.

Retomo el asunto. Un buen camarero. Que ardua profesión y que poco reconocida está. Cuantas horas se pasan estos señores dando vueltas acá y allá en sus salas, bares, chiringuitos, restaurantes. Cuantas horas de pie. Cuantas prisas. Cuantas horas con gesto impasible sirviendo a los demás y mostrando una sonrisa cuando corresponde. Que difícil es ser bueno. Y ojo, que además cada puesto tiene su aquel.

No es lo mismo estar tras la barra de un bar que sirviendo mesas. Una cosa es estar en un bar de barrio,  con tus «cuatro borrachines habituales», como solía decir el dueño de un bar al que durante años y años iba casi a diario a desayunar. Otra muy distinta camarero de un bar de postín. Otra estar en un bar de copas… pero todos tienen su aquel y hay que saber como estar. Y me encanta cuando estás en un bar en el que saben hacerte sentir a gusto.

Ese bar donde no hay que pedir el desayuno, donde saben que el gintonic te gusta sin ensalada (solo permites los experimentos de cierta pelirroja que sabe darle un punto medio entre ensalada y sencillo) pero con sonrisa y muchos frutos secos en un cuenco para acompañar, donde el camarero espera pacientemente a que pidas la cuenta o el siguiente plato sin presionar. Me encanta, ya os lo he dicho: me pirran los bares, especialmente en la barra, y el 90% de un bar es, para mi, el servicio. Luego estarán el ambiente y el precio, pero ante todo un buen servicio.

Y toda esto viene porque en mi continua búsqueda de nuevos lugares donde tapear y copear me he topado estos días con un par de camareros de esos que hacen que no te apetezca volver a un local. De esos que te hacen sentir incómodo por diferentes motivos. De esos que no saben dar el espacio correcto al cliente, de los que te hacen sentir pelín como un «delicuente» cuando a la cuarta copa te traen la cuenta como si no se fiaran de que te fueras a largar borracho por la puerta sin pagar.

Esos en los que te sientes observado por los camareros. Que viene a importunar y a traer palomitas justo cuando estás en un momento intimo de la conversación y te hacen salir de ella para incomodarte con su «amabilidad». De esos en los que buscas un poco de tranquilidad y sientes que habiendo 200 metros cuadrados de bar, no tienen otro lugar mejor por el que pasar que justo por donde tú estás. Esos que no se dan cuenta que un bar de madera para tomar una copa debe ser oscuro y si tienes unas gruesas persianas de madera lo correcto es que cuando da el sol de la tarde las cierres para mantener el ambiente.

Son ese tipo de cosas las que me hacen apreciar un buen servicio y dejar una buena propina cuando lo veo y estoy en un sitio donde saben hacerme sentir justo como me debo sentir en ese sitio. Es complicado ser un buen camarero pero ahí están tantos y tantos haciendo un gran trabajo.

Y esos que os metéis donde no os llaman y no sois capaz de tener un respeto por los clientes, ahí os quedáis, con vuestro bar vacío, que este que os escribe no volverá a pisar vuestros suelos de madera.

10 comentarios en «Un buen camarero»

  1. Este post podría ser continuación del de los médicos. Todos podemos ser camareros, pero son muy pocos los que tienen ese toque para ser el camarero perfecto. Abunda eso que dices de insistir para vender más y sacar beneficios a costa del cliente y su diversión; no hace mucho lo hablaba con un grupo de personas y todos coincidíamos en que hoy en día todo el que monta un negocio piensa que se va a forrar desde el primer momento. Beneficio antes que oficio, y así las cosas no funcionan.

    En cuanto a lo del masculino/femenino, recuerdo que en castellano existe el género neutro (que se escribe como el masculino) y que engloba a ambos sexos. Olvidémonos de las tonterías que inventan nuestros políticos para ser políticamente correctos y hablemos/escribamos bien!!

    Un abrazo, y buen sábado resacoso!! 😛

    • Resacoso yo? Anda ya!! Pero hazme el favor de hablar más flojito y cerrar esa ventana, ains! jajaja.

      Complicado lo de montar un negocio y ese equilibrio necesario entre oficio y beneficio. Y más cuando es un simple «asalariado» el que está al frente. Difícil dar con alguien que se involucre, principalmente porque todos tenemos la mala costumbre de querer comer, pagar hipotecas/alquileres, divertirnos un poco… y para eso hace falta que nos paguen. Pero para esa profesión hay que valer. Tenía un amigo que era un crack!! Al frente de una heladería todos los veranos como si fuera suya. Y luego en restaurantes de más «caché». El disfrutaba lo que hacia, siempre. Que luego consiguió hacerse barrendero y lo disfrutaba lo mismo o más 🙂

      Un saludo Jordi!! Y no grites tan temprano!!! 🙂

  2. Y luego estan esos bares misteriosos «de pueblo» sucios, com un camarero poco amable, por no decir desagradable, que estan siempre llenos, cuando al lado hay otros (que le dan mil vueltas) que estan vacios o casi

      • Fran, Dani una vez escuché en la radio un comentario similar al típico que se hace sobre ventas y camioneros. Si tienes dos bares uno sucio pero lleno y el otro limpio y vacío, con cuál te quedas?? 😉

  3. Pues no se que decir Jordi, la verdad es que no soy de mirar escrupulosamente la limpieza de los locales, pero si le pido un minimo, si tienes miedo a caer al suelo por si te tienen que despegar con espatula luego, me voy al limpio, los camioneros solian mirar cual era el bar mas barato de la ruta, dentro de lo posible

  4. Yo tampoco vuelvo a esos sitios donde me han hecho sentir incómoda. Joder para un rato que tiene una de volar….. A veces a eso de «bares qué lugares» le quitan todo el encanto.
    También es verdad q todo lo contrario, ese profesional discreto que sólo está si necesitas otra copa, de esos hay muchos y les admiro. Esa amabilidad en la distancia, me flipa.
    Gran post Dagarín. Besos

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