El nuevo Quijote

El nuevo Quijote

QuijoteHace unos días se ha presentado una edición «light» de El Quijote. El libro considerado cumbre de la literatura española. Una historia universal traducido a mil idiomas y referencia para muchos. Un libro de lectura obligada para cualquiera y que si, es denso y pesado. Ya el título completo no es El Quijote. El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. Así son las cosas.

Y alguien en la RAE ha decidido que El Quijote ahuyenta a la gente joven y se ha realizado una versión «reducida» de la cual se ha encargado el «gran» Arturo Pérez-Reverte. Y lo de «gran» van entrecomillado porque tengo que confesar mi personal (insisto: personal) antipatía hacia ese señor. Un caballero con una prepotencia y unos aires de superioridad que me parecen infinitos. Un señor que se piensa poseedor de verdades absolutas hasta el punto de creerse sabedor de qué le sobra a El Quijote. Un señor de más de 60 años que se considera capaz de saber discernir con total claridad qué es lo que interesa o no a los jóvenes de 20 de tan magna obra.

No seré yo el que esté en contra de las revisiones de los clásicos. Acabo de ver en Antena 3 la serie en la que han dado la vuelta a los clásicos cuentos de toda la vida y me ha parecido magistral. Convertir a los tiernos cerditos en ladrones malvados y al lobo feroz en un hombre desesperado que busca justicia. O a la tierna Blancanieves en parte de una banda de atracadores formada por otros 7 «enanitos» me parece arriesgado y eso lo admiro, independientemente de que guste más o menos. Esa es la valentía de versionar y a mi quien se atreve a hacer una versión de algo tiene toda mi admiración.

Los clásicos de siempre están para respetarlos o para ponerlos patas arriba. Una versión de El Quijote en la que un alcalde justiciero fuera el hidalgo caballero, acompañado por una humilde concejala que le advierte de los peligros de las mafias. Una edición recortada en forma de cómic para acercarla a los jóvenes. Eso sería acercar El Quijote a los jóvenes. Eso es una versión auténtica pero un recorte… ¿Quien decide qué sobra? Porque a lo mejor resulta que a un joven ya el primer y archiconocido «En un lugar de La Mancha…» ya le repele. O quizás lo del Bálsamo de Fierabrás no le aporte nada. Siempre dependerá del lector y que alguien, sea quien sea, se considere capaz de decidir qué es el polvo y la paja me parece tremendamente arrogante.

Ojo, no creo que El Quijote deba ser lectura obligada como precisamente está defendiendo el propio Pérez-Reverte. Eso de la la letra con sangre entra pasó a la historia o así debe ser. Y menos en la educación. Por esa regla de tres un matemático considerará imprescindible que se estudie la obra completa de Turing, que ya que es el padre de la computación y hoy vivimos rodeados de ordenadores… No creo que ese tipo de imposiciones sea bueno. Y quien necesite la versión reducida de El Quijote dudo que después lea la versión «completa». Acortarla no es la solución. O si no fíjense como millones de niños/jóvenes leen esas enciclopedias que son los libros de El Señor de Los Anillos o los nosecuantos tochos que componen Canción de Fuego y Hielo, las novelas en las que se basan Juego de Tronos. Con decenas de tramas y subtramas, algo nada lineal, como se ha buscado con El MiniQuijote.

Sigue habiendo jóvenes que leen. Mucho. Lo que les gusta. Lo que les apasiona. No es cuestión de reducir su volumen. Igual es cuestión de hacer una buena serie. No sé, por dar ideas.

Y a vosotros, ¿qué os parece una versión light de El Quijote?

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6 comentarios en «El nuevo Quijote»

  1. Cuando escuché la noticia por la radio pensé lo mismo que tú.

    Y eso que yo ya tenía una versión reducida en mi casa de toda la vida y la leí en su momento… y me vino bien, y no impidió que leyera la completa sino más bien al revés… o sea que en mi caso funcionó.

    Entonces, por qué estoy de acuerdo contigo… pues porque versiones reducidas del Quijote las ha habido siempre, igual que versiones en cómic, una serie de dibujos animados,…

    La diferencia es que se le quiere dar rimbombancia y oficialidad a esta nueva versión, parece ser que esta es «especial», las demás no… hombre, esta es la que es la que vale.

    Si lees esta, leerás la esencia de la obra.

    Vamos, resumiendo, que los afanes de protagonismo de los que ya los suelen tener, me cansan cuando además lo quieren hacer a costa de obras maestras.

    Y divago y me salgo por la tangente, pero como me viene a la cabeza lo suelto…

    Como el esperpento de Subirachs en la Sagrada Familia, que gustándome el estilo, me parece una falta de respeto y un protagonismo excesivo el meter una impronta tan clara en acabar el trabajo de alguien que ya había dejado establecido. (ya lo he dicho, ala)

    • Es que hay personas o personajes con un ego algo desmedido, eso si, en Twitter ya han salido defensores y detractores. Creo que voy a poner una encuesta aquí mañana, eh jajaja.

      Un saludo!

  2. Cada cual que opine como quiera, hubo una epoca, hubo una epoca en la que Arturo Perez Reverte me gusto, Territorio Comanche me parecio una buena novela, describe muy bien la vida de los reporteros de guerra en una zona que conozco, pero despues llegaron los Alatristes y sus entrevistas, con su autofelacion incluida, y le perdi el respeto, y que el Quijote ahora tenga menos lectores es normal, al igual que la Celestina, El Lazarillo y compañia, algo que tenia gracia hace mas de 500 añgos no tiene porque seguir gustando ahora (ni siquiera gustan igual peliculas de los años 50, los gustos evolucionan)

  3. Como lector mas o menos asiduo, debo decir que, o una obra es accesible, o no tiene recorrido en la sociedad moderna. El «Quijote», como bien dices, es un ladrillo insoporteibol; tendemos a pensar en las obras clásicas como letras sagradas, intocables, divinas, obras perfectas e incuestionables… y nada más lejos de la realidad. «Diario de un Poeta Recién Casado», de Juan Ramón Jiménez, es la oda al tedio más espeluznante que he tenido la desgracia de llevar como lectura obligatoria en bachiller. «Campos de Castilla» de Machado hay que cogerlo con cuidado para no sufrir un ictus, y para librarme de toda sospecha de cretinismo, «El Señor de los Anillos» (si, si, ese Señor!) es un coñazo aburridísimo y carente de gancho. Hasta los últimos tomos de «Canción de Hielo y Fuego» me parecen basura.
    Se está tratando el asunto como si una versión de el Quijote fuera a sustituir a la otra, y no es eso: lo que se está haciendo es adaptar El Quijote fundamentalmente para los estudiantes, para que la obra sea accesible, fomente la lectura de clásicos y el amor a las letras en general. Los jóvenes que se lean el Quijote adaptado y se conviertan en lectores, sin duda leerán en el futuro la versión canónica. El que no coja afición a leer, no lo leerá de todas formas. Y por experiencia os digo que no hay nada que aleje tanto de la lectura a la juventud como una obra pesada, densa, y encima obligatoria. A nadie le gusta sufrir.
    En cuanto a la autoría del invento, poco puedo decir. Al margen de mi admiración por el señor Pérez-Reverte, no cabe duda de que es un gran conocedor de las letras españolas, además de académico de la RAE, y no conozco a nadie más adecuado para la tarea. Era él o algún chupatintas del Ministerio de Educación. La tesitura en la que pensó fue:
    ¿Adaptamos el Quijote para hacerlo más atractivo y que se lea en los centros educativos, o lo dejamos como está y lo desterramos para siempre de allí?

    Saludos.

    • Como acabo de comentar por twitter, me encanta que la gente no coincida con mi opinión y sobre todo que dedique su tiempo a comentar de esta manera tan razonada y clara. Muchísimas gracias!! Y ahora el lio.

      Yo no creo que los clásicos sean intocables ni mucho menos, pero los clásicos son como son y cualquier versión diferente para acercarla será bienvenida. El tema es cuando no se hace una versión sino que se intenta «Mejorar» con frases como hacerlo lineal, eliminar distracciones, limpiarlo de polvo y paja… Para eso hay que tenerlos bien puestos y poco menos que considerarte mejor que Cervantes y eso es lo que critico.

      Versiones «light» no es la primera ni será seguramente la última. Hay versiones ilustradas, en modo fotonovela, dibujos, películas, adaptaciones libres… todo eso está bien y posiblemente acerque a la gente más el gran clásico que una edición reducid. Además estoy totalmente de acuerdo en que a la juventud las obras pesadas, densas y, sobre todo, obligatorias no hacen más que alejarlas del placer de la lectura. Así se le cogen miedo a los libros porque no les encuentras placer.

      ¿Una edición con el mismo lenguaje sólo que con tramas recortadas conseguirá hacer más fácil su lectura? Cuestión de opiniones. La mía es que no. Pero para gustos los colores… y las ediciones 🙂

      Un saludo!

      • El diablo está en los detalles. Sin los retablos medievales que ilustraban con pinturas la Biblia, el campesinado analfabeto no conocería la vida de los Santos. Si el Tao Te King o el Lie Tse, o El Arte de la Guerra no se hubiesen adaptado a un lenguaje y perspectiva más occidentales, no hubiéramos podido descifrar el mensaje de tales obras de sabiduría oriental. Hasta el Cantar del Mío Cid hay que adaptarlo al castellano actual para poderse leer, porque si nos ponemos puristas, el castellano antiguo sólo lo leen bien los paleografólogos. Hay que partir de la base de que en España se lee relativamente poco, y que los programas de lecturas obligatorias en colegios e institutos han sido bastante erróneos en mi opinión. Haciendo un símil hiperbólico, somos los «campesinos ignorantes», acostumbrados a leer cosas no más complejas que las instrucciones del smartphone. Ojalá todos tuviéramos la predisposición y la agudeza mental para sumergirnos en el «Ulyses» de Joyce, pero admitamos que eso no es así. Hay que dar pasos, completar fases, y si es necesario adaptar El Quijote para que se conozca en los jóvenes o en la gente que no suele leer o no puede enfrentarse a la obra original, yo lo considero un mal menos. Más triste sería que no se conociera en absoluto. ¿Para qué queremos una obra universal e inmortal de nuestro gran Cervantes si la mayoría nos quedamos sólo con aquello de «lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco, y galgo corredor»?.

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