Montaña Rusa

Montaña Rusa

Montaña RusaMi queridísima «Prima»  y sirena de los mares del este suele hablar de montaña rusa emocional. De ese estado en el que pasas de la euforia a la alegría de un momento a otro, casi sin tiempo de darte cuenta. Al menos es así como yo lo veo y así estoy yo en las últimas semanas/meses. Viviendo en una gran montaña rusa de emociones en las que paso de la euforia extrema a las ganas de llorar o la ira o el cariño… casi sin poder controlarlo. Como si hubiera mi interruptores en mi cabeza y alguien jugara con ellos. Supongo que yo mismo soy el que no los controlo, el que ahora mismo no soy capaz de mantener un orden y un equilibrio.

Soy capaz de emocionarme con un twit, un whatsapp o una frase que me diga un amigo pero con la misma facilidad me dan ganas de coger todo lo que está sobre la mesa y lanzarlo al suelo o de querer destrozar a golpes una ventana. En esa montaña rusa ando y, como en las montañas rusas, siento que no tengo el control. Siento que voy arriba y abajo arrastrado por fuerzas que no controlo. Y sé que en cuestión de sentimientos y emociones no debe ser así, todo está en nuestro interior. Todo debemos poder controlarlo nosotros porque son NUESTRAS emociones. No debo dejarlas desbocadas pero no lo consigo.

Y no puedo buscar culpables ni responsables fuera. No los hay. Cierto que lo que ocurre fuera afecta. Por supuesto que los estímulos son importantes para bien y para mal. Cierto que las malas noticias afectan y las buenas alegran, pero en el control que todos debemos tener está el no dejarnos llevar por la euforia, ira, tristeza… tomarlo todo en su justa medida y ese equilibrio me falta.

Antes además lo controlaba, pero cada vez más se me va de las manos. Pierdo el control y se me disparan las emociones. Lloro o me enfado de un segundo al otro. Y no me gusta estar así. Necesito bajar de esta montaña rusa. Necesito calma, empezar a tomar de nuevo el control de mi vida y sobre todo de mis emociones. Y en esas estamos, intentando bajar de aquí.

Y si, sé que no debería escribir estas cosas pero ¿sabéis qué? ¡a la mierda!

6 comentarios en «Montaña Rusa»

  1. Buenos días Primo,

    Ya lo tengo todo controlado a la próxima vuelta bajas o te bajo.

    Hay momentos en que esa espiral emocional parece casi imposible de tocar fondo, pero créeme llega el día en que lo hace. Sólo puedo mandarte todo mi cariño para que te sientas fuerte para remontar el vuelo. Un abrazo desde los mares del Este más cálidos.

    • Buenos días prima.

      A ver si esta espiral para también y si no ya te pediré consejos para bajar 🙂 Muchas gracias por ese super abrazo y por tu cariño.

      Beso! !

  2. Piensa que mientras que no descarrilles todo es controlable.
    Eso nos ocurre a todos, sin excepción, y yo trabajo para que las «amplitudes térmicas emocionales» se reduzcan y no sean (muy) extremas.
    Pero reir y llorar, mi querido Dani, es la sal de la vida.
    Un beso enorme

    • Me gusta ese concepto de «amplitudes térmicas emocionales». Digamos que una montañita rusa 🙂 Ha que trabajar en ello pero tienes razón, lo hablaba ayer con «mi prima»: en el fondo esto nos gusta. Es lo que dices, es la vida, sentirse vivos.

      Beso enorme y gracias por la visita!

  3. No se si servirá de algo lo que te diga en este comentario, pero somos humanos, y no super-hombres. Las circunstancias de nuestra vida (que son muchas) marcan nuestro caminar. A los creyentes les recomendaría ir a una iglesia tranquila y pararse un rato en el silencio a simplemente dejar que el espíritu hable a tu corazón en cualquier lugar tranquilo. A mi me funciona, y me ha sacado de más de una crisis. Te equilibra y te pone en contacto con la realidad. A los no creyentes, a los cuales respeto, les recomiendo igualmente que busquen momentos de silencio en medio de un ambiente tranquilo y relajado, y piensen en cosas agradables de su vida, que hay muchas. Mis mejores deseos para ti. Un abrazo.

    • Yo tengo mi pequeño rinconcito donde pensar, seguramente lo visite estos días. Paro el coche y escucho música o ni eso, sólo el mar de fondo. Me relajo y pienso. Es necesario para mi.

      Un abrazo, primo.

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