De Cosmos y Los Creacionistas

Hay ciertas cosas que han marcado mi vida y mi forma de ver muchas cosas. En su día ya os conté como Jesucristo Superstar marcó mi forma de ver la pasión de Cristo y el papel de Judas. Nunca he llegado a ver ese Judas que ven los auténticos católicos creyentes que lo entienden como un ser odioso capaz de traicionar al mismísimo Mesías por unas cuantas monedas. Siempre vi esa parte que nos muestran en el musical donde es una persona atormentada, dudosa, engañada por los poderes fácticos que ven en ese tal Jesús una amenaza al orden establecido. Y algo así me pasó en su día con la serie Cosmos y con Carl Sagan.

Fue todo un ídolo para mi. Mientras mis compañeros veían fútbol y coleccionaban todos los cromos de la liga en enormes tacos con los que negociaban y sus ídolos daban patadas al balón o repartían mamporros en el cine, yo alucinaba con Carl Sagan y con todo lo que tuviera que ver con el universo, la ciencia, Newton y todos esos melenudos extraños. Habéis adivinado: yo era el rarito de la clase, el aislado y que se llevaba el mayor número de collejas.

Mi visión del mundo y el universo la marcó Cosmos y todo lo que leía en ese sentido. El Big Bang, las galaxias, la evolución de las especies… nunca he imaginado que pudiera ser de otra forma. Por alguna extraña razón siempre me pareció más creíble, aunque sea casi igual de poco demostrable toda esta parafernalia y teorías que eso tan asentado durante siglos y siglos de un ente superior que lo crea todo de la nada. Nunca me resultó convincente eso del paraíso, la costilla y un señor con barba blanca inventando todas las cosas de la nada ahí sentado en su sillón. Y es que visto así… ¿Quien creo el sillón donde se sentaba y quien le creo a él? Esas cosas son «cuestión de fe».

Mi madre siempre me decía en aquella época que eso de la cuestión de fe no le gustaba. Que ante cualquier pregunta peliaguda y sin respuesta los creyentes siempre respondía «cuestión de fe». Pues vale, pues menudo razonamiento ¿no? Así no juego, que con esas reglas siempre tienen las de ganar.

Hace unos días se estrenó la reedición de Cosmos, 30 años después. Actualizada con los nuevos avances científicos y teorías, amén de las mejoras visuales que la tecnología aporta. Estoy deseando poder verla. No tengo ninguno de los canales donde se ha emitido pero en cuanto tenga ocasión la veré. Y no deja de alucinarme que en pleno siglo XXI, en el 2014, aún haya polémica con esta serie y se la consideré propaganda anti-religiosa. Que surjan voces diciendo que todo esto es mentira y una patraña y que la realidad es que todo surgió de un Dios que lo creo todo en 7 días.

Siempre he sido muy respetuoso con todo y por supuesto respeto cualquier tipo de opinión, pero hay cosas que no alcanzo a entender y es el radicalismo, en ningún ámbito. Que cada uno piense lo que quiera y podré compartirlo o no pero las voces que piden su cancelación, que se deje de emitir y que piden boicots a las cadenas que lo emiten eso si que nunca lo compartiré. Ni respetaré. Y parece que las hay. Y muchas.

Yo de momento me sigo quedando con muuuuchas ganas de ver la nueva Cosmos. Y la veré antes de que alguien consiga resucitar la hoguera y quemar a los creadores de la serie por herejes paganos. En fin. ¡Viva la ciencia!