Enjoy the Little Things

Perdonad que sea así de directo pero es que joder con el 2014, en serio. Con las ganas que tenía yo de que terminara el 2013, con todo lo malo que había traído, pero es que ahora mismo tengo unas ganas de que termine el 2014. Y mira que me hice buenas propuestas para este nuevo año, mira que intento cumplirlas y cada mañana me animo a salir de casa con una sonrisa y  encontrar buenos motivos para seguir adelante, pero es que cada día me cuesta más y no estamos ni a mitad de febrero.

Ya sabéis que hay cosas que no cuento por aquí, pero es que todo lo que me rodea está patas arriba y revuelto. Empezando por el trabajo, que no sólo no mejora sino que cada día veo peor y con menos vías de que se solucione esta situación. Es un tren que va lanzado por una vía muerta, sin frenos y sólo queda esperar que llegue al final de su camino y descarrile. Y que al llegar ese momento el golpe no sea muy duro para los que vamos dentro. Y en casa con la familia la cosa tampoco anda nada bien, que la mami no sólo no se recupera sino que va empeorando poquito a poco, aunque de eso todavía mantengo esperanzas de que con el buen tiempo mejore algo que estos fríos son criminales para todos y más para los que tienen unos años.

La gente que me rodea igual. Amigos y compañeros con problemas de salud propios o de familia. Amigos y amigas con líos de trabajo y/o personales especialmente intensos. E incluso en twitter. Los que me seguís por ahí y pasáis tiempo en ese patio de vecinos, ¿no notáis el ambiente muy crispado?. Como ya dije, no hay que tomarse twitter demasiado en serio, pero es que gente que siempre ha estado sonriendo y disfrutando ahora está quemada. Y cada vez más gentes con varias personalidades, o con ganas de jorobar, creando polémicas, con ganas de bronca azuzando a unos contra otros… Noto amigos cansados, gente que se va, incluso yo me lo he planteado.

Es difícil agarrarse a algo. Complicado sacar fuerzas y animarse cuando un guasap mañanero te hace temblar de miedo por las malas noticias que cuenta. Pero se buscan esos motivos. Se lucha contra todo esto. No nos queda otra. Todo esto no puede hacer otra cosa que hacernos más fuertes. Buscar nuestros puntos fuertes y sacar fuerzas que no pensábamos ni que tuviéramos. Y también apreciar cada vez más los pequeños detalles que te sacan una sonrisa. Ese guasap con unas palabras amables. Ese amigo que te llama para tomar una cerveza inesperada. Como decía ayer Peich por twitter con la imagen que ilustra este post «Enjoy the little things», hay que disfrutar las pequeñas cosas. Hoy esos detalles pequeños son los más grandes y se disfrutan. Sé que la mayoría no lo entendéis y no voy a intentar explicarlo pero un Gracias o un twit lleno de cariño de Alicia me dan la vida en una mañana donde vas de un lío a otro, en trabajo y fuera, y lo único que te apetece es cerrar el chiringuito.

Los pequeños detalles te hacen seguir buscando fuerzas donde no las hay porque joder con el 2014. A ver si va mejorando pronto o yo me bajo.