Propósitos para el 2014(VIII): Simplificar

Como nos gusta complicarnos la vida. Cuantas vueltas le damos a las cosas. Cuantos miedos, condicionamientos, formalismos… que encorsetados vamos por la vida. Hay que simplificar mucho, todo lo posible. Como siempre decía Ali: todo es más fácil de lo que parece.

Si es que en el fondo hay hasta viñetas que dicen lo que quiero decir en este post y en este propósito para el 2014. Si algo me gusta, hacerlo. Si quiero a alguien, decirlo. Si algo no me gusta, dejarlo. Si me equivoco, pedir perdón. Si creo estar en lo cierto, defender mis principios. Si no estaba en lo cierto, reconocerlo.

Y así todo. No es tan difícil, pero nos complicamos la vida. Nos calentamos la cabeza. ¿Que pasará si…? Siempre dándole vueltas a todo. Siempre pensando qué pasará o que podría haber pasado. Hay muchos tópicos al respecto como el de que más vale pedir perdón que pedir permiso, pero en este 2014 voy a aplicarlo todo lo posible. Simplificar, así de sencillo.

Nunca lo tendré todo controlado, habrá cosas que no salgan bien, muchas, pero sin duda no me quedaré con la duda de «¿Que hubiera pasado si…?» Y simplificar también significará hablar claro. Quiero hablar claro y sobre todo NECESITO que me hablen claro. No soporto los juegos. No soporto las indirectas, esos mensajes al aire para ver si los cojo. Porque si no me entero y luego me lo dicen parece que soy tonto. Y si lo cojo pienso que menuda estupidez mandar indirectas pudiendo ser claros. No me gusta. Ls cosas claras y el chocolate espeso.

Simplificar. Ir con la verdad por delante y siendo coherente lo que hago con lo que digo. Este es mi antepenúltimo propósito para el 2014.