La imaginación es poderosa

La imaginación es poderosa

ImaginacionConfieso que tengo mucha imaginación, aunque procuro amarrarla en corto para que no vuele en exceso. Sin embargo estos días que estoy más relajado de vacaciones y tal si la dejo volar algo más libre. Soy de esas personas que va por la calle imaginando cosas. Imaginando sobre todo historias de la gente que voy viendo. Imaginando retazos de su vida. De donde vienen, a donde van. Que llevarán en ese maletín. Qué música están escuchando, con quien estarán hablando.

A veces me dejo llevar y si escucho unas palabras de una conversación en el manos libres del coche de al lado me invento el resto. O por lo que pillo de las respuestas de alguien. Me imagino que habla con el novio si tontea mira hacia abajo y sonríe bobamente. Imagino que está poniendo firmes a los niños o pidiendo a la suegra que no se meta y los consienta tanto. Imagino que está planeando vacaciones u organizando cosas del trabajo porque hay que aprovechar cada segundo.

Cuando me siento a desayunar veo muchos personajes. El ejecutivo enchaquetado que intuyes que es alguien «importante» en el banco de la esquina, o eso cree él. La pareja viejita viejita que ya apenas se hablan porque en 50-60 años juntos ya les queda poco que decirse. Compartiendo café y sus churritos. Ella buscando conversación con las amigas de la mesa de al lado, a las que posiblemente acaba de conocer, y el metido en el Marca desgastado del bar.

Esas instaladores del gas o el teléfono riendo a carcajadas y tomándose relajadamente su media hora de descanso por ley mientras apuran sus cigarritos, que para eso se han sentado en la terraza aunque haga fresco. Aprovechando para mirar con descaro, mucho, a las chicas de la mesa del fondo con el uniforme del Erosky que se ríen entre ellas y tuercen el gesto cada vez que se dan cuenta de que los del gas las miran sin ninguna pudor. El viejecito sólo que llega a la barra y sin decir nada el camarero le saca su copita y se la llena de Terry Centenario. Ponen un par de monedas en la barra. Se la toma y se marcha a seguir su día con el depósito lleno y el estómago calentito.

Tiendo a imaginar todas esas cosas y muchas más. Y os cuento esto porque el otro día no podía quitarme de la cabeza una extraña pareja. No suelo prestar atención a estas cosas cuando voy con amigos, para eso estoy con amigos, pero el otro día estuve tomando unas tapas y copas con el amigo Neneland y surgió esa extraña pareja. Estaban sentados justo detrás de mi amigo, nosotros en la terraza del bar ellos dentro pero se veían perfectamente a través de la gran cristalera. Me fijé en la chica porque es de esas bellezas que a mi me enamoran. Tez blanca (que no gris), gafas, pelo muy negro y brillante, ojos preciosos… No pude evitar fijarme en ella. Cogió el tenedor para tomar algo pero no lo tomó ella, dio de comer a su acompañante. En silla de ruedas, sin poder mover más que la cabeza.

Ella iba alternando picar ella con darle a él. Y charlaban de sus cosas, las que fueran. Se reían a ratos, se ponían más serios en otros momentos… Lo habitual cuando alguien sale a tomar algo con alguien. Desconozco que relación tenían. Si eran pareja, hermanos o si ella era algún tipo de asistente social o ayuda. Solo sé que me costaba apartar la mirada de aquella extraña pareja. Obviamente tampoco sé si ese chico, que no parecía tener mucha diferencia de edad con ella, llevaba unos meses en esa silla o si era de por vida. No sé como se conocieron pero sé que esa chica, que me pareció especial desde que la miré, me lo parecía aún más a cada momento.

Sé que cuidar a una persona así no es fácil. Requiere cariño, tesón, fuerza. Siempre he pensado que hay que ser de una madera especial para dedicarte a esas cosas o para levantarte cada mañana sabiendo lo que va a suceder ese día y seguir sacando optimismo y sonrisas. Igual no hay que ser especial, igual simplemente tener que enfrentarte a eso te hace especial. Desconozco la historia de esa extraña pareja, sólo sé que no podía parar de imaginar historias, todas llenas de cariño entre ambos.

Igual debería empezar a ir controlando un poco más mi imaginación. Sobre todo cuando se sienta delante del teclado y os suelta estas cosas. Pero intuyo que vosotros me entendéis, que hay gente con mucha imaginación y con grandes corazones por aquí ¿verdad?

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