Traspasar el teleprompter
Aunque supongo que la mayoría de los lectores de este humilde blog saben lo que es el TelePrompter (Prompter, cue, autocue…) os lo explico brevemente. Tenéis una información más detallada de como funciona en el enlace a la wikipedia que he puesto antes pero básicamente se trata de un sistema que permite a un presentador de televisión leer un texto sin apartar la vista ni un segundo de la cámara, proyectando estos textos en una «pseudopantalla» entre la cámara y el presentador.
Aunque se usa en muchas ocasiones como en las tele-promociones (por lo que sé cuando J.J.Vázquez nos cuenta las maravillas de los colchones Lo Monaco está leyendo un cue) donde más se utiliza es en la presentación de informativos. Ahí es donde el presentador lee las entradillas que van dando paso a las noticias y/o a las conexiones. Eso hace que algunas personas critiquen a los presentadores de informativos que están plató y los tachen de meros «lectores de prompters». Si sabéis un poco, que es lo que yo sé, del mundo del periodismo en televisión sabréis que esto no es ni mucho menos así. Normalmente estas entradillas las preparan los propios periodistas/presentadores y son los que se trabajan las noticias, participando en el proceso de principio a fin.
Pero volviendo al Teleprompter, sabiendo que está ahí muchas veces te das cuenta de que están leyendo ese texto. Te fijas que mueven los ojos e incluso notas cierta distancia entre el presentador y tú como espectador. Esto lo noto sobre todo en las promociones. Además a veces ni siquiera tienen un cue sino que les ponen una pizarra o cartulina con el texto en grande para que lo lean, con lo que se nota muchísimo que no están mirando la pantalla. Además incluso el tono de voz les cambia muchas veces.
Y todo esto viene porque el otro día me fijé que hay gente que traspasa el teleprompter. Sobre todo los periodistas que presentan informativos. Supongo que tendrá mucho que ver el hecho de que participan en la elaboración del contenido y no son esos meros lectores. No es la única pero me llamó la atención el otro día viendo La 2 Noticias y observando a Mara Torres. Su tono de voz, su forma de mirar, sus gestos… traspasa la pantalla. No parece que esté hablando desde un plató a cientos de kilómetros a través de un montón de aparatos tecnológicos. No parece que estén leyendo y contando una noticia, se nota que están comunicando, hablando contigo. No notas frialdad, sientes que te habla directamente, con muchísima cercanía, interesada en lo que te está contando.
Insisto, no es la única pero cada vez aprecio más esas cosas, esa capacidad que tienen algunos para traspasar el teleprompter. Y en esas reflexiones estaba cuando me he acordado de un post de mi queridísima Marta Fernández. Hace tiempo que no escribo sobre ella y el domingo pasado fue su cumpleaños. ¿Casualidad o destino? Sea como sea me permito felicitarla por aquí, aunque ya lo hice por twitter, y traer este post de Marta, de aquellos tiempos en los que tenía un blog maravilloso en la web de Cuatro, en el que nos regalaba joyas como esta. Pase y lean. Y disfruten, porque esto es pura Marta, la Marta Fernández que más me gusta y la que, por desgracia, apenas puede verse.
Si una noche de invierno un twittero (By Marta Fernández)
Nunca sabes quién está al otro lado. La cámara es un agujero negro y brillante con una gravedad tan intensa que los ojos no pueden mirar a ningún otro sitio. El objetivo es un cómplice, un ojo que todo lo ve, un espejo que no refleja nada. Pero nunca sabes quien está al otro lado. Algunos imaginan que allí en la distancia está alguien que aman. Otros que no hay nadie. Yo jamás imagino nada. Será que me parece natural hablar a un pozo sin fondo. Será que me parece normal dialogar con una cámara.
O me lo parecía.
Porque un buen día salté al otro lado del espejo. Y me di cuenta de que podíamos compartir las dos caras de la luna. Que podía hablarte y que me responderías.
Ahora todo es distinto. Porque ahora sé que al otro lado estás tú. Ahí estás ante la pantalla del ordenador, con el blanco de este fondo reflejado en tus pupilas, pasando tus ojos por estas palabras. Has llegado hasta aquí por caminos inciertos. Quizá no es la primera vez que pasas. O puede que no vuelvas nunca. Pero ahora todo es más justo. Porque tu arma es el teclado y no solo el mando a distancia.
Y ahora que todos estamos en el mismo bando, utilicemos nuestra munición de palabras. Porque si una noche de invierno un twittero se lo propone, en las calles de Egipto un millón de personas puede repetir la palabra democracia.
P.S.- Estos días al otro lado de este blog, cuidando de él para que fuera creciendo poco a poco ha estado Adolfo. Ahora que ha emprendido una nueva aventura me gustaría agradecerle públicamente sus “negritas” y sus desvelos.
Deja un comentario