Romperse
Hay post que deben reposar antes de salir. Este lo escribí el jueves de madrugada y pensé en publicarlo ese día pero no lo tuve claro y lo mandé a reposar. A veces estos post los borro y nunca llegan a ver la luz pero algo me decía que este, más o menos retocado, si debía salir. Igual no todo el mundo lo entienda, tampoco puedo dar todos los detalles, pero hoy lo releo tranquilo y me parece que si debe salir. Así que aquí tenéis un trocito de un lado oscuro de Dagarin que por desgracia también existe. Y como buen blog personal, me parece bien compartir estas cosas con vosotros, mi pequeño pero selecto grupo de lectores.
Todos tenemos un límite. Más alto o más bajo, más o menos aguante, pero antes o después todos tenemos ese tope y si se sobrepasa nos rompemos. Eso es así, aquí no hay superhombres ni supermujeres. No todos nos rompemos por las mismas cosas, cada uno tenemos nuestras kriptonitas particulares, aquello que nos puede. O puede que no sea una cosa, puede que sean varias, muchas o pocas, ya he dicho que cada cual tiene sus límites, pero antes o después cualquier árbol puede caer.
Algunas de las cosas que me rodean últimamente ya la sabéis por aquí, otras por twitter y los más allegados habéis sufrido mis mails o privados, pero la cuestión es que todas han ido acumulándose poco a poco, gotita a gotita, y ayer me rompí. Seguramente por una tontería, ni siquiera puedo identificar exactamente qué fue lo que que me rompió. Seguro que mucha gente no lo entendería al contarlo, pero sé que otra mucha si. Me dirán que hay que pasar de todo, que no hay que calentarse la cabeza, etc, etc. Pero son ya meses, muchos, acumulando y ayer no pude más. Ayer me derrumbé como un niño y no pude más que llegar a casa, apagar móvil, teléfono, iPad, ordenador, tele, ojos, cerebro… no podía más. Me dejé llevar por la química y huí.
Mientras escribo esto es temprano, mucho. No sé si he desconectado bastante. No sé si mis pilas están más cargadas o si volveré a derrumbarme cuando salga a enfrentarme al mundo. No sé si he conseguido vaciar el vaso lo suficiente para que cualquier gota no vuelva a rebosarlo. Vuelvo a la lucha, o eso intento. ¿Porqué os lo cuento? No sé, supongo que es normal hablar con los amigos de todo. Con mis amigos y mi familia hablo del iPhone, de Alicia, de cine, series, de mis amigos twiteros… pero también de mis historias no tan agradables. No es algo de lo que sentirse orgulloso, pero así son las cosas y hoy es lo que toca. iréis sabiendo novedades y espero que más agradables. Supongo que en cierto modo espero que algunos entendáis y disculpéis, sabiendo mi situación, el porqué a veces me distancio de todo, mis ausencias en twitter, mis no respuestas… no sois vosotros, no soy yo, son las circunstancias.
Pero como suele decirse, lo que no mata te hace más fuerte y esto desde luego no va a acabar conmigo.
Anexo: Las cosas no están hoy domingo como estaban el miércoles cuando me derrumbé. Cuando uno se rompe no le queda otra que recoger los pedazos y recomponer lo que queda. En ello estoy. Charlas con buenos amigos 1.0 y 2.0, con la familia y reflexiones personales te hacen tomar decisiones para que esto no vuelva a ocurrir y ando poniéndolas en práctica. Va a ser difícil pero en ello estoy, cambiando los hábitos que me han llevado hasta aquí. No puedo esperar que las cosas cambien pero si puedo hacerlo yo así que a ello voy.
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