Vivir sin iPhone

Llámalo iPhone en mi caso, llámalo BlackBerry, LG, Samsung, Nokia… en el tuyo. Vivir sin un SmartPhone hoy en día se hace un poco difícil. A ver, antes de seguir y que me apedréeis por frívolo y tal. Que ya sé que el móvil es algo prescindible y que se puede vivir perfectamente sin él. Y más en la situación en la que están muchas personas hoy donde su única preocupación es que poder comprar pasta para dar de comer hoy a la familia, os puedo asegurar que precisamente ahora empiezo a sufrir en carne propia todo este tema de la crisis. Pero dejadme frivolizar y un poco sobre el tema.

Los que me seguís en twitter ya sabéis que mi iPhone sufrió un pequeño accidente hace una semana y algo. Servidor, que es muy torpe, no tuvo nada mejor que hacer que echárselo al bolsillo del bañador y meterse en la piscina con él. Cuando me quise dar cuenta ya llevaba un ratito en remojo y por mucho que @mamenflow (más rápida de reflejos que yo) lo secó con la toalla y lo metió en un paquete de arroz (bomba, que absorbe más) durante un día entero, no hubo forma de revivirlo. Eso fue hace 2 sábados y el martes siguiente tuvo una pequeña «recuperación» que me permitió sacar copia de las fotos del viaje, que en breve os subiré a Flickr.

Es curioso como en Sotres estuve varios días casi sin cobertura ni siquiera para hacer llamadas. Y lo bien que me vino. Es como la soledad: cuando es buscada es maravillosa, si no es terrible. Encontrarte sin GPS, sin poder consultar twitter o Facebook no mola nada si no es desconexión lo que quieres. Querer compartir una foto y no poder… pero en el fondo es lo me menos. Lo que si me di cuenta es de lo mucho que uso el mismísimo guasap, del que tanto despotriqué en su día, para comunicarme con la gente. O los correos electrónicos, hangouts… ¿Os habéis dado cuenta de que ya apenas llamamos? En el momento que un SmartPhone entra en nuestras vida diaria tenemos todo un mundo de vías de comunicación pero dejamos de usar la primaria: llamar por teléfono.

El amigo @neneland me prestó un móvil para ese par de días que no he tenido iPhone. Un fabuloso NOKIA de esos indestructibles, pero en nada me di cuenta que casi no me servia. ¿Llamar por teléfono? Mierda, los números están en internet. Pero es que además ¡la gente apenas llama! Salvo casos extraños te manda al guasaps o mensajes de Facebook. Estar en la calle con móvil sin internet es casi como estar sin móvil hoy en día. La gente te comenta «Te he mandado un guasap y no contestas», «Ya, es que he vuelto a la edad de piedra y no tengo guasap». Te miran raro, mucho, lo he vivido.

Resulta increíble pensar como hemos adaptado nuestra vida a estos teléfonos, creo que incluso más rápido que a los propios teléfonos móviles. Como nos hemos acostumbrado a tener el mundo en la palma de la mano y a comunicarnos de formas tan distintas a la tradicional. Pensar que hace 5 años, cuando llegaron los primeros iPhones, todos pensaba que eso de internet en el móvil era una tontería. Llamadme Appleista o Fanboy si queréis, pero estoy convencido de que sin el iPhone esto no hubiera ocurrido, aunque sea gracias a Android que se haya convertido en el standard.

Por supuesto que se puede vivir si iPhone, pero es un poco más jodido.