Calidad ante todo

Calidad ante todo

Este lunes he vuelto a ver Las Mañanas de Cuatro. Hacía ya bastantes días que no lo veía por el viaje que me he pegado por Barcelona y Madrid. Estando de turismo no me parece plan meterme en el hotel a mediodía a ver el programa de Marta, así que tenía ganas de verlo.

Igual fue por ese pequeño mono o porque fue un tanto atípico debido a las elecciones griegas y a que nuestra puñetera prima de riesgo estaba a punto de salirse de los mapas, el caso es que lo disfruté especialmente. Comenzaron directamente con esos temas económicos y de nuevo Marta y el programa dieron un ejemplo de diversidad de opinion y de buena información. Acudieron a una experta en mercados, Soledad Pellón, que hizo muy buenos aporte técnicos sobre el porque de la prima, que significa cada punto que sube, qué se puede hacer… Y por supuesto con la opinión de algunos de sus habituales tertulianos. Y mira que ando ya saturado de primas, economía, elecciones griegas (podría votar tranquilamente allí con todo lo que he aprendido de cada partido),… y sin embargo me lo tragué entero y aprendí.


Pero como no sólo de primas vive un programa, también hablaron de los mineros que andan de huelga y guerrillas en las minas de Asturias y León, con un excelente reportaje en el que se vio como luchan día a día. No puedo estar más en desacuerdo con esa forma de defender sus intereses que están usando los mineros, ya lo escribí en mi blog personal, pero el reportaje fue fantástico. En general, el programa me pareció estupendo y Marta lo hizo como sólo ella sabe hacerlo hoy en día en ese tipo de debates, con mesura, controlando y controlándose, equilibrando turnos y sin mojarse, como debe hacer una moderadora.

Y hay gente que no lo ve así, ayer mismo me encontré con una de esas personas por twitter, pero en mi opinión la labor de Marta y Las Mañanas de Cuatro en general son impecables. En una televisión donde todo parece estar tan polarizado hacia uno u otro lado, con sus máximos exponentes en Intereconomía y La Sexta, encontrar pequeñas «aldeas galas irreductibles» que se resisten a ser conquistadas por unos o por otros es muy de agradecer. Y en esto, pese a lo que puedan decir y a quien pueda no gustarle, tiene mucho que ver esa actitud imparcial de Marta Fernández, ese no mojarse. Eso le da muchísima más credibilidad como periodista y como moderadora.

Como ya comenté en el otro post sobre si debíamos temer por el futuro del programa, yo creo que no. Las audiencias, ese ente abstracto tan amenazador para los profesionales de TV como Los mercados para el resto de mortales, quizás están ahora un poco apartadas, pero acabarán volviendo. No se puede estar continuamente en el lado de la radicalización, donde parecen llevar una temporada. Si, hablo de Al Rojo Vivo, que ahora que he podido verlo también un poco me reafirmo en mis convicciones de que es un programa demasiado hooligan y con un presentador demasiado partidista. Parece haber gente a quien le gusta eso pero claro, eso sólo vale para quien esté de acuerdo con lo que piensa el moderador. Para el resto, nos hace pensar que no vamos a ver un programa realmente equilibrado.

Cada uno lo ve como quiere, o como le interesa, pero para mí está claro que el programa de Marta y su actitud comedida e imparcial deben ser una referencia para quien quiera estar informado con rigor, equilibrio y moderación de lo que está pasando. Y manteniendo esa calidad y esa actitud, las audiencias acabarán volviendo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.