Primera temporada de Las Mañanas con Marta

Primera temporada de Las Mañanas con Marta

El viernes pasado fue el último programa de esta primera temporada de Las Mañanas de Cuatro con nuestra querida Marta Fernández. Como suele hacerse cuando termina un ciclo, creo que es buen momento de hacer un breve repaso de lo que hemos visto. Como siempre en este blog, mi visión absolutamente subjetiva y personal, tan discutible como cualquier otra.

Supongo que todos lo hemos notado: el programa que vimos el viernes 29 de Julio poco tiene que ver con el que vimos el 10 de Enero. Bueno, siendo sinceros, y por casualidades del destino, precisamente estos dos días si tuvieron bastante en común: el programa fue muy diferente al previsto porque ambos estuvieron marcados por la actualidad. Allá por enero fue un comunicado de ETA el que trastocó todas las escaletas previstas del programa. Este último programa ha sido el anuncio en directo de Jose Luis Rodriguez Zapatero del adelanto de las elecciones para el 20 de Noviembre (por cierto, gran plano durante la comparecencia donde veíamos a Marta trabajando como periodista: tomando notas para luego hacernos el resumen a la vuelta de la conexión).

Y es curioso, porque si algo ha marcado el programa de Marta y ha generado buenos picos de audiencia, ha sido esta capacidad de adaptarse a la actualidad, de hacer crónicas y grandes resúmenes de lo que ocurría o había ocurrido. Haría el post enorme si me dedicase a poner ejemplos de ello, pero hemos tenido últimamente muchos con lo de Camps (enhorabuena por esa excelente pieza resumen al principio del programa), la tragedia de Oslo, lo de Zapatero, Lorca…. Creo que el programa ha sabido ganarse un lugar claro como referente cuando buscamos información, y eso es algo muy a tener en cuenta.

Además, este ha sido uno de los pocos elementos que se destacaron en los dossiers cuando se anunció esta nueva etapa que se ha mantenido hasta el final: un programa pegado a la actualidad. Y ahí es donde han triunfado, adaptándose, con los limitados medios de los que parecen disponer, a lo que el momento mandaba. Hemos visto cambios muy radicales respecto al planteamiento inicial. Esa primera semana donde se intentó hacer un nuevo programa de Ana Rosa, con toques tomateros que imagino que desembocó en un montón de luces rojas encendidas en todos los despachos de Mediaset viendo como el programa se hundía tras los primeros días y como las críticas arreciaban por todas partes. Era además un momento muy crítico. La absorción de Cuatro por Telecinco tenía a todos los seguidores con las garras afiladas y deseando lanzarse contra todo lo que se viera diferente a lo que ya había establecido en la cadena de Prisa. Y Las Mañanas de Cuatro fueron uno de sus primeros blancos y por desgracia muchos lo personalizaron injustamente en Marta Fernández.

Fuero esos inicios con ese momento tomatero vergonzoso con la «pezuña» de la Obregon (esa maldita mano de Idoia Bilbao «cantaba por soleares»), esos momentos con ese híbrido entre Nacho Montes y Boriz Izaguirre y que no llegaba a ser más que un personaje irritante a más no poder. También esos momentos de cocina express, que duró bastante más y que nos dio momentos muy divertidos de Marta con Andrés Madrigal, pero que también acabó desapareciendo. Pero eso fue sólo el principio y poco a poco el programa fue cambiando. Llegaron y se fueron diferentes directores y directoras, siempre en pareja hasta que finalmente, allá por Semana Santa (que también fue casualidad que fuera justo en esa fecha, cachis en diez), el programa quedó en manos de una sola directora, Marisa Gallero. Y el programa siguió mejorando y evolucionando de una forma notable a partir de ese momento, creo que fruto de una complicidad y una confianza especial entre Marta y Marisa, que supo dar mas «cancha» a nuestra Marta.

Primeras semanas muy negras, comentarios negativos, falsas informaciones sobre la cancelación del programa en junio… muchos momentos oscuros, pero el empeño y buen hacer de Marta y el equipo han conseguido sobreponerse con el mejor antídoto: trabajo duro día a día. Y permitidme que personalice en Marta, ya que es de los pocos miembros del equipo, aparte de los contertulios, que está ahí desde el primer día. Además, doy dos razones adicionales para personalizarlo en ella. Por una parte, ya que las críticas negativas han caído en demasiadas ocasiones, de manera injustificada, en Marta como imagen del programa, también se merece que parte de lo bueno sea personalizado en ella. Y por otro lado que Marta ha estado haciendo un estupendo trabajo al margen del programa, prestando su imagen en multitud de actos y eventos, ha ganado el premio Must, su participación en Twitter… Todo esto tambien ayuda por supuesto a promocionar el programa y hay que reconocérselo y darle valor.

Y estas últimas semanas han sido estupendas, cada vez mejores. Con esos momentos con el gran Paco Nadal, con muchas risas sinceras de Marta de las que algún ejemplo he puesto ya por aquí, cada día mas suelta y divertida. Reportajes mas variados, cada vez más Marta, mas participe en todo. Muchos pequeños detalles que me gustaría que siguieran e incluso se potenciaran la temporada que viene, como esos finales musicales (quitarle un minutito a los tertulianos y dejar esos pequeños regalos un poquito más de tiempo, y a diario, sería genial), con esa Marta muchísimo más hecha a controlar la tertulia (fue genial ver como «doma» a los colaboradores cuando no está en plano el día que puede ver a Marta en directo trabajando en el plató) Muchas cosas y por suerte la audiencia ha respondido y han conseguido unos datos más que aceptables para la difícil hora en la que están. Y veo que, sobre todo, han conseguido imprimirle cierto carácter. Falta mucho, pero mucho, de todo lo que me gustaría ver de Marta, pero ella si que está mucho mejor, es dueña y señora del plató, y ese cambio se ha ido forjando poco a poco. Y ojo, que no digo que Marta lo hiciera mal al principio. Ha sido una estupenda profesional desde el primer día, pero ese rodaje y ese hacer algo más suyo el programa se ha notado.

Habrá que ver como queda tras el verano, que parece que durante el mes de agosto va a sufrir cambios para hacerlo más fresco, acorde a las fechas. A ver como le cuidan el chiringuito este mes de Agosto y como vuelve. De momento, para retomar el verano, ya sabemos que la veremos en Must-Magazine en una entrevista que estuvo haciendo el jueves pasado y en una sesión de fotos en la que también ha participado.

Pero como este post ha quedado largo, esperaremos a estar más cerca de Septiembre para hablar de esa entrevista en Must, para hablar de lo que esperamos del programa y quien sabe si para poder tener alguna vez en el blog las palabras de la propia Marta para que nos cuente que tal sus vacaciones y como se enfrenta a la segunda temporada, que tiene que ser la de su consolidación. Por soñar, que no quede 🙂

Os dejo con los primeros y últimos minutos de esta primera temporada de Las Mañanas de Cuatro, el principio y el fin de un ciclo del que Marta sale tremendamente fortalecida. Más reconocida como profesional, periodista y presentadora. Cómo la todoterreno que algunos ya sabíamos que era. Como alguien capaz de asumir cualquier reto y solventarlo perfectamente. Sólo nos queda que a partir de Septiembre podamos ver más y más de esas pinceladas personales de Marta que ya en estos últimos meses hemos estado viendo. Siempre me quedaré con las dudas de cuanto de Marta hay realmente y cuanto quitaría y pondría nuevo en el programa, pero esas cábalas me las guardo para mi.

Desde aquí, felicitar a todo el equipo de las mañanas de Cuatro por esta primera temporada y por todo lo que han logrado. Pero especialmente a Marta que, como cabeza visible, se ha llevado los mayores palos en los malos momentos, aunque su paciencia, teson y buen hacer en la sombra hacen que se merezca también un reconocimiento aún mayor del que en muchas ocasiones se le da. Desearle que pase unas estupendas vacaciones, que merecidas se las tiene. Que descanse, viaje, disfrute y si tiene que abandonarnos a los twitteros en agosto, todos lo entenderemos, que unas vacaciones son sagradas y son para desconectar absolutamente de todo.

PD: Echo de menos esos «Hola ¿que tal?» tan alegres. ¿Volverán en Septiembre?

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