#15m: Ojalá

16 de Mayo. Un día después del 15 de Mayo. Día en el que había convocadas manifestaciones en decenas de ciudades españolas. Pidiendo un cambio en el sistema, menos recortes sociales, más participación ciudadana… Una especie de nuevo Mayo del 68 promovido por la plataforma Democracia Real Ya.

Y ha sido, por lo que leo, un éxito bastante rotundo. Con mucha participación de gente de todas las edades y todos lo ámbitos, que ha sido recogido incluso por la prensa internacional, no sé si incluso más que parte de la prensa nacional. Y a mi todo esto me parece genial, estupendo, maravilloso, pero por desgracia no me acabo de creer que sirva para algo.

Y no porque vea mala intención en lo que he leído, sino porque llega un momento en que uno ya pierde la fe en los seres humanos como colectivo. Creo en las buenas personas, creo que casi todo el mundo es bueno, creo que hay gente con grandísimos corazones y con ganas de hacer cambios, pero no creo que esto acabe solucionando nada. Y se ha visto por todas partes en todas las épocas. Todos los cambios, todos los regímenes, de izquierdas y de derechas, religiosos de un tipo, de otro o sin religión… todo acaba estropeándose. Nada acaba siendo como se prevé y como se pretende en su origen que sea.

Recuerdo mucho últimamente Rebelión en la Granja. En muy pocas páginas George Orwell nos muestra como toda la buena intención de un grupo de «animales» se va al traste cuando se ven obligados a organizarse. Y es una crítica clara a un régimen político, pero lo vemos en todas partes, en todas las tendencias. Es una pena, pero creo que por desgracia toda la buena voluntad de las personas como individuos se va al garete en cuanto tienen que organizarse para hacer algo en común. ¿Alguien piensa que la religión católica es mala en si misma, tal como se creó, como Jesús la difundió? Pero mira tu que luego empieza a montarse algo alrededor, una organización llamada Iglesia y ahí ya la liamos. Con interpretaciones, jerarquías, personas que mandan sobre personas… Y podéis aplicarlo a todo. Incluso a la política. Porque seguro que muchos políticos se meten en ese berenjenal con ganas de cambiar cosas, con ganas de hacer el bien a sus vecinos y/o a su país. Pero mira tu por donde que, pasado un tiempo y una vez en que están ahí, poco empiezan a quedar de esas buenas intenciones.

Lo de ayer surge, según veo, de una forma casi espontánea en twitter/facebook… nadie parece encabezar el proyecto, parece ser algo totalmente abierto. ¿De verdad? y aunque sea cierto, ¿Hasta cuando? Yo sólo digo que democraciarealya.es es un registro que alguien tiene que crear, registrar y pagar. Y claro que alguien lo hace de manera altruista dando los 10 euros que cuesta y montando la página, que insisto en que seguro que es gente con muchísimas ganas de cambiar la terrible situación actual para mejorarla. Y no dudéis que, si no lo hay ya, pronto saldrán lideres, alguien que monte algo, que empiece a dictar normas, a erigirse en portavoz… Muy democrático, muy bueno, muy sano, pero…

Quizás es que este día ha sido un poco raro para mi (esto lo escribo el Domingo por la noche). Quizás porque uno ya ha visto y ha leído demasiado sobre las «revoluciones» y ha visto como luego llega quien se apropia de esto. Leo a Carmela Rios en su blog ilusionada con lo que ha visto, leo crónicas como la del Washington Post que habla de nosotros para bien, de los lemas como el «no somos mercancia en manos de políticos y banqueros«, la ilusión de Marta Fernández en su twitter… Y me alegra todo y me gustaría que poder tener la misma ilusión que todas estas personas y las decenas de miles que ayer estuvieron en las calles. Y sin embargo, sólo una frase me sale de con sinceridad.

Ojalá salga algo bueno.

PD: Justo termino de escribir y encuentro esta entrevista en El Pais a «uno de los impulsores de la plataforma Democracia Real Ya». Insisto, será la mejor persona del mundo, que no he tenido el gusto de conocerle, pero ya empezamos a ver la jerarquía.