De condones y paciencia

De condones y paciencia

Desde ayer ronda en mi cabeza este post, cada vez con más fuerza, y lucho entre dejarlo salir y reprimirme de contar aquí malos rollos laborales, por lo que pueda pasar. Tampoco tenía muy claro como enfocarlo, pero al final un sencillo twit que he leído esta mañana y una nueva historia de esta tarde han acabado por decidirme.

Estaba por titular el post como de lo digital a lo analógico, la gota que colma el vaso o algo así, pero no acababa de reflejar la idea de lo que tenía en mente, porque dan idea de algo que cambia sutilmente, un superar un límite, pero lo mi es mas estar en una situación donde notas que en breve, si no se pone solución, algo va literalmente a explotar.

El twit de esta mañana si refleja bastante lo que pienso. Decía, así:

Mi paciencia es como un condón. Normalmente aguanta mucho pero si peta la liamos parda.

Ya sabéis que llevo un tiempo Zen en el trabajo y en la vida en general. En la vida me resulta más fácil, porque normalmente si algo no me gusta, pues lo dejo de lado. Pocas obligaciones tiene uno de aguantar gente, estar en sitios donde no le apetece o ir a lugares donde no quiere ir. Alguna hay, pero son más o menos llevadera.

En cambio en el trabajo si que es complicado. Si es necesaria toda la energía que puedas localizar porque la cosa se complica. Del trabajo no puedes marcharte ni decir que no quieres ir hoy. No puedes dejar de ver o hablarte con compañeros ni superiores. Ahí es necesaria toda la fuerza Zen del mundo. Al menos en mi trabajo, donde no me acaban de dejar sentirme a gusto (y mira que podría, porque no por momentos me gusta mucho lo que hago, pero no hay manera).

Y de ahí el sentido de la frase. Mi zen se está agotando, espero que aguante un día más que es lo que me queda antes de coger las vacaciones, porque el «condón» ya ha dado bastante de si. Y si explota no va a ser un vaso que se derrame, puede ser una auténtica explosión. Y no se si exterior hacia los demás o interior de derrumbe, pero se que no será nada bueno. Y sobre todo están siendo duros estos últimos días, donde se me ha llamado, directa o indirectamente, desde subnormal, a tonto e inútil. Pasando por que se me diga que he dejado que me engañen (no solo a mi, no quiero llevarme todo el mérito, nos han engañado a dos compañeros) hasta un directo y claro «no me fío de que lo hayas hecho bien». Así, directo, sin anestesia ni nada. Y cansa. Eso si, aderezado con algún yo sé que os esforzáis, sé que eres buen trabajador, sé que eres una persona inteligente (curiosa contradicción, ¿verdad?)… pero es como darte un gancho de derechas en toda la mandíbula, con guante de boxeo, claro, para que no duela. Pero que le pregunten a un boxeador si duele o no un buen gancho. Y ya he recibido bastantes y hasta Rocky Balboa acabó callendo.

Y mi condón está a punto de romperse. Y por eso necesito quitarme de en medio esta Semana Santa. Pasar unas cuantas horas solo en mi coche, escuchando música y disfrutando el paisaje. Y pasear por Madrid, Coruña, Santiago, Oporto, Lisboa… Y conocer gente diferente, gente con la que hablo casi cada día y recordar que hay mucha gente buena aún a la que conocer y con la que compartir buenos momentos.

Y pase lo que pase, conozca o no a todo el mundo que quiero conocer (ya hay una persona a la que me apetecería que no podré), llueva o haga frío, pueda pasar mas o menos tiempo con esas personas, estoy seguro ya, antes siquiera de haber emprendido viaje, que lo disfrutaré y volveré renacido como el Ave Fénix (¿o era el gato Félix?, que cabeza.)

2 comentarios en «De condones y paciencia»

  1. Querido Dagarín:
    Espero que esta Semana Santa sea inolvidable para ti y que cuando vuelvas al trabajo veas el vaso medio lleno y no medio vacío, con nuevas amistades o reforzando las ya existentes, con energia Zen recargada y fortalecida y con interesantes historias, noticias y curiosidades por contarnos.
    Un beso,
    Tejoncilla (Vaya pista que te doy)

  2. Tejoncilla? Creo que te identifico. Puedes ser una malagueña salerosa a la que visito todos los meses y con la que hablo de vez en cuando? Mira que siempre he sido malo para las adivinanzas 🙂

    Sea como sea, gracias por los ánimos, seguro que lo disfruto, y si eres quien creo, ánimos y espero que estés mejor.

    Besosss.

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