Sobre audiencias y estadísticas
No se a vosotros, pero a mi hay profesores que me han marcado mucho. A veces un profesor en general, por su actitud sobre la vida y sobre lo que te enseñaba (gracias, Jacinto, por enseñarme a ver la historia y el arte con otros ojos), otras por sencillas frases que, años después, sigues recordando a menudo. Cuando comencé Segundo Grado de Formación Profesional, una de las cosas que empezamos a estudiar en la clase de matemáticas fue estadística. Recuerdo perfectamente la frase que nos dijo el profesor cuando presentó la asignatura.
La estadística es la ciencia de la mentira. Hay dos personas en una habitación y una de ellas se come dos pollos mientras la otra no se come ninguna. La realidad es que una persona se ha hartado de comer mientras que la otra está muerta de hambre. Sin embargo, la estadística nos dirá que cada persona se ha comido un pollo.
Por supuesto, es una exageración y en los meses que estudiamos estadística se demostró que es una ciencia que intenta simplificar datos para ofrecer un resultado mas sencillo de dirigir, que hay técnicas de muestreo y cientos de fórmulas para compensar, hacer baremos, etc… cosas que prácticamente no recuerdo, pero en cambio esta frase de Repiso (lo siento, profesor, solo recuerdo su apellido), si que se me ha quedado.
Todo esto viene porque en los últimos días, en mi otro blog, se ha hablado de audiencias en televisión. Es curioso como este tema, al igual que todos los que provienen de encuestas y estadísticas, tiene muchas formas de verse. Tomando como ejemplo la encuesta mas global que pueda existir en un país, como son unas elecciones generales, siempre se dice que al final todos han ganado. Es muy raro el que sale diciendo que ha sido una catástrofe o que han perdido. Siempre hay un clavo ardiendo al que agarrarse. Si no has sido el mas votado, eres el que mas escaños tienes, o el que ha ganado en las ciudades mas grades, o el que ha experimentado un mayor crecimento…. siempre hay algún resquicio que buscar para no declararte perdedor.
Con las audiencias, hay también muchas formas de leerlas. Partiendo de la base que las audiencias televisivas son realmente algo mal planteado. Para empezar, se dice que hay unos 5000 audímetros en España. Un audímetro es un aparatito que se coloca en una casa y que indica que cadena se está viendo, cuantas personas hay frente al televisor y que tipo de personas son. Uno de los problemas es que estos cacharos, por lo que se, los tiene que manipular la propia gente que está ante el. Un ejemplo. Una casa con 4 personas. Padre, madre y 2 hijos. Cuando el padre se sienta a ver la tele tiene que decirle que se ha sentado a ver la tele. Cuando llega la madre, idem. Luego decirle que cadena están viendo. Si cambian de canal, informar al audímetro. Si la madre se va a escribir unos correos electrónicos, tiene que marcar que se ha ido. Si llega el niño mayor, indicar que está allí….
Vamos, que cada cosa que hacen con la TV tienen que replicarla al audímetro, encima informando quien está. Pongamos 5.000 audímetros por poner una cifra. Pongamos que están en nucleos familiares de 4 personas (que no es así, porque tienen que cubrir a los solteros, viudos, separados…) Unas 20.000 individuos para la medición. Si ponemos que en España hay unos 43 millones de personas, eso significa que cada persona representa la friolera de 2.150 personas. Vamos, que si a la madre se le olvida decirle al audímetro que se ha ido a mandar un correo y el padre cambió el DEC por el Disney Chanel cuando se sentó el hijo, resulta que están dando a DEC casi 7000 espectadores mas de los que realmente tienen, quitándoselos a Disney Chanel.
Supongo que muchos hace un rato que os habéis perdido. Yo también me perdí cuando empece a leer de estas cosas. El sistema es tan complicado, depende tanto de un factor humano propenso a muchos errores donde cada individuo tiene tanto poder, que me pareció increíble saber que de eso dependen las audiencias. Es un método feo, aunque de momento es el que hay. Y en base a un método tan artesanal se componen parrilas, nos dicen que programas son los mas vistos y, sobre todo, se cobra la publicidad de las cadenas, que es la misión final de las audiencias en televisión.
Y luego entran otros muchos parámetros adicionales que solo se de pasada (en realidad, todo esto lo se de pasada): Share, target comercial… Muchos datos que hacen que un anunciante quiera gastarse nosecuantosmil euros en ponernos 20 segundos de publicidad de su producto en La Sexta o en Cuatro, o que un programa sea rentable o no. Se tienen en cuanta datos como, por ejemplo, que no solo es que la Esteban genere audiencia, sino que la audiencia que genera es público interesante para la mayoría de anunciantes de productos básicos, porque el público de la Esteban es gente corriente, llana, «del pueblo». En cambio, anunciantes de coches, perfumes u otros artículos de mas alto standing, no se quieren anunciar entre su público porque no son su «target», sus clientes potenciales.
Es un mundo este que siempre me ha fascinado e interesado, a la vez que me asombra pensar que tanto dinero dependa de algo tan impreciso. Es de esas cosas que me llevan a darme cuenta porqué Google, poniendo un precio tan bajo a su publicidad, gana tanto dinero. Aparte de por su enorme dimensión, porque su publicidad es absolutamente precisa. Ya puse una vez aquí una captura, pero podéis probarlo vosotros mismos. No solo la publicidad que te ofrece su buscador está orientada a tu búsqueda. Si tienes una cuenta de gmail, fíjate en los anuncios que rodean tu mail cuando lo lees: todo tiene que ver con lo que estás leyendo en el correo. Han leído tu correo y sabes que es lo que tienes en mente según el correo que estás leyendo, así que te colocan una publicidad totalmente dirigida a lo que te interesa. Eso es precisión.
Esa precisión es la que intentan buscar con unos aparatos totalmente manuales llamados audímetros en la televisión. Algo que nunca funcionará con la precisión quirúrgica con la que puede funcionar un Google y que, sin embargo, trae mucho mas de cabeza a los productores de televisión, actores, programadores de las cadenas y, sobre todo, a la propia audiencia, que ve bailes como el vivido esta semana pasada con la miniserie del príncipe e Hispania, entre Antena 3 y Telecinco, por intentar arrancar unos teóricos puntos de audiencia el uno al otro.
Las audiencias y la televisión tal y como la conocemos, y ya lo he dicho aquí en mas de una ocasión están condenadas a desaparecer. Y cosas como Google TV lo conseguirán. Un televisor conectado a Internet, donde inmediatamente saben qué programa estás viendo y, lo que es mas importante, quien eres. ¿Que como lo van a saber? Pues porque ese mismo televisor lo has usado para entrar a tu correo, actualizar tu facebook, comprar una pizza por internet, ver unos videos por Youtube y leer noticias sobre lo que sea. Ese televisor puede saber mucho de ti. Y esa información, convenientemente procesada, hará que en los cortes publicitarios, mientras yo veo el anuncio del iPad porque hace 2 horas entré en la página de Apple, otra persona vea uno del nuevo Ford Kuga, porque a visitado varias páginas de coches de ese estilo, u otra vea el de botequilla, porque ayer hizo la compra en el Mercadona y no compró mantequilla, por lo que Google deduce que puede que en la próxima necesite comprar algún tipo de mantequilla.
Y sigo cuanto mas tarden en darse cuenta de esto las cadenas, poniendo vetos como el que acaban de poner en Estados Unidos tres grandes cadenas a Google TV, peor será para ellos, porque antes o después tendrán que adaptarse. Y cuanto antes lo hagan, mejor que mejor.
PD: Lo que cuento sobre el funcionamiento de los audímetros está extraido de diferentes páginas y artículos, aunque el secretismo que se impone sobre este tema hace con no sea demasiado sencillo tener información más precisa o conocer que personas tienen uno para investigarlo. Es algo totalmente confidencial y secreto
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