Humanidad (o falta de ella)

Esta mañana hemos vivido un suceso en la puerta de la oficina que me ha llevado a hace muchos años, a otro hecho que sucedió en mi paso y que me demostró que a la gente le falta mucho para llegar a ser buenas personas.

Esta mañana, en la puerta de nuestra oficina, una señora mayor ha caído al suelo. Tendría unos 60 años o algo mas. Iba con su bolsa de la compra camino de casa y ha tropezado con uno de esos malditos trozos de acera que no están bien nivelados. Ha caído del todo al suelo y ha dado con la cara en el suelo. Ha comenzado a sangrar mucho y, además, se ha lastimado un dedo, supongo que al intentar evitar el golpe. Una compañera estaba en la puerta y, al verla, ha corrido a intentar ayudarla a levantarse. No podía ella sola aunque lo intentaba y ha visto como 3-4 personas que pasaban se han vuelto a mirar y ha seguido su camino. Ha tenido que ser un chaval mas joven el que, desde mas lejos, ha dado una carrera para ayudar a mi compañera. Y me ha dado mucho asco pensar en la gente. Ha sido muy triste.

Para que os quedéis tranquilos, decir que hemos llamado a una ambulancia y unos minutos despues la han recogido y se la han llevado al hospital. Unos puntos en el interior y exterior de la boca, así como en la mano, y a su casa. Nada grave, aunque la mujer estaba lógicamente descompuesta física y psicológicamente. Mientras estábamos con ella esperando a la ambulancia, hemos llamado a su hija y esta tarde ha pasado a darnos las gracias y regalarnos una caja de bombones. Ya nos ha tranquilizado respecto al estado de salud de su madre.

Y me quedo, por desgracia, hablando de la falta de …. no se como definirlo ¿Humanidad, compasión, preocupación, caridad? No se. ¿Como puede la gente ver a ese mujer en el suelo sangrando, que intentan levantarla y no pueden, y pasar de largo tranquilamente?. Son cosas que no me entran en la cabeza. Pero por desgracia, recordé lo que me sucedió a mi hace muchos años.

Venía tranquilamente del colegio, solo, y en un jardín cercano había activados unos aspersores. Hacía calor y me puse a tontear saltando sobre los chorros de agua. Muy divertido, hasta que resbalé, claro. Me hice muchísimo daño. Mas tarde descubriría que me había roto los ligamentos de la rodilla y tuve que pasar casi un mes con la pierna escayolada. Habló de unos años en los que todavía no había móviles, yo era casi un niño. Con un dolor tremendo en la rodilla, tuve que recorrer nosecuantos metros hasta llegar a casa. No puedo deciros la distancia, pero tarde cerca de media hora, prácticamente arrastrándome por el suelo sin poder apoyar la pierna en el suelo. Llorando como un poseso, descompuesto.

Pues en esa media hora, nadie, NADIE se acercó siquiera a preguntarme que me pasaba. Nadie me tendió una mano, nadie me ayudó ni me preguntó nada. Recuerdo vagamente que miré a algunas personas para ver si me ayudaban, pero nadie lo hizo. En aquellos momentos, yo solo pensaba en el dolor que sentía y en que quería llegar a casa para que mis padres me curasen. Es lo único que pensaba. Pero mas tarde, en el hospital, mientras me sacaban el líquido acumulado en la rodilla y ya con algún tipo de calmante en el cuerpo y menos dolor, si que pensé en ello. Si que me di cuenta de lo que había pasado, que nadie me había querido ayudar, que si no hubiera podido andar me hubiera muerto de hambre y sed tirado en un rincón (era un niño y algo exagerado, que queréis que os diga). No creo que hubiera sido para tanto, pero si que se ha convertido para mi en un recuerdo imborrable.

Cuando pasan cosas como la de esta mañana o cualquier otro hecho que me haga pensar en la «bondad» de la gente, siempre me viene aquello a la cabeza y me recuerda que no se puede confiar en la gente. Puede que alguno o todos de esas 3-4 personas que ignoraron esta mañana a esa señora hayan aportado su granito de arena a los damnificados por el terremoto de Haiti, que donen algún eurito cuando se acercan los del Domund a pedir, que incluso tengan algún niño apadrinado por ahí… Que fácil resulta ser buena persona «desde lejos» para limpiar nuestras conciencias. Pero cuando no se trata de un gesto simbólico sin de echar una mano real, la cosa cambia.

Y es una pena. Por suerte, quedan excepciones, pero que distinto sería todo si esas excepciones fueran la regla y todos tuviéramos un poquito mas de humanidad.

1 comentario en «Humanidad (o falta de ella)»

  1. Entiendo perfectamente lo que sientes y lo que opinas de esa situación, porque yo también he podido ver (tristemente) unas cuantas y a la gente pasando de todo y sin intervenir. Y en las que yo te digo alguna vez se ha tratado de casos peores, de unos chicos mayores pegándole a un niño o un chico más pequeño. Tener que cruzarse una manzana o de acera (en mi caso, para llegar al sitio) y la gente pasando al lado y sin intervenir. Vergonzoso.

    También conozco tu situación, porque algo muy parecido le pasó a un primo mío hace ya bastantes años en su urbanización rural: un desaprensivo le dio con el coche en la bici, se cayó al suelo aprisionado por ella y el tío siguió su camino como si nada pasara. Lástima de no haber apuntado la matrícula, desde luego. Mi primo se tuvo que arrastrar bastantes metros con el brazo roto y magulladuras por todos lados. Si alguien pasó, tampoco lo ayudó. Humanidad, se llama.

    Siempre habrá cosas de estas y gente que pasa de todo, y no hay que desear mal a nadie, pero ya me gustaría a mí verlos en esta situación o parecida.

    Un saludo.

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