El hombre tranquilo 2: Primeras conclusiones
Hace unos días dediqué un post al nuevo fichaje de nuestra empresa, al que denominé El Hombre Tranquilo. Ya han pasado unas semanas desde que se incorporó y la pasada ha sido su primera prueba de fuego.
En el post original ya expresé mis dudas y esperanzas sobre si su caracter y forma de trabajar serían apropiados para nuestro trabajo, que su tranquilidad fuese buena para nosotros y nos demostrase que se pueden hacer las cosas igual de bien, pero sin el estrés y la histeria que llevamos continuamente.
Esta pasada semana ha dado una primera idea de lo que puede suceder. No he sido en el puesto que ocupará definitivamente dentro de unas semanas, ha sido en un puesto provisional para el que lleva preparándose mas de dos semanas, por lo que en teoría estaba bien formado y dispuesto para cubrirlo durante las vacaciones de la persona que lleva estos temas habitualmente, que eran solo 3 días. Desgraciadamente el resultado no ha sido nada positivo.
No voy a entrar en detalles de lo que ha ocurrido, porque tampoco creo que sea esa la cuestión, pero el tema es que finalmente ha quedado comprobado que no ha podido salir airoso de su primera prueba de fuego. Y lo peor del tema es que dentro de una semana tiene la segunda, para la que aún está menos preparado. Y por lo que ha comentado, el también sabe que no está preparado para asumir esas funciones. Y ya dificilmente hay marcha atrás. Todo está previsto confiando en que su capacidad de aprendizaje y adaptarse era mayor de lo que parece estar siendo.
A ver, por supuesto que todo el mundo necesita un tiempo para aprender. Nadie nace sabiendo. Puedes tener experiencia en cierto terreno, pero eso no significa que al cambiar de empresa no necesites un periode de adaptación para conocer los procedimientos concretos y las cuestiones propias de la nueva, eso es así de claro. La diferencia está en el tiempo que cada persona necesite para esa adaptación. Por desgracia para todos, el tiempo que necesita El Hombre Tranquilo parece ser mas del estaba previsto, lo cual ha generado problemas laborales (que no personales) durante esta semana y con seguridad va a provocar problemas mucho mayores durante las semanas que quedan de aquí a fin de año.
Como he dicho, ni el puesto que ha desempeñado ni el que va a desempeñar en las próximas semanas son los que va a ocupar definitivamente, así que la crisis y los problemas van a durar en principio solo este mes. A partir de ahí, la cosa debería tranquilizarse y podrá tomarse su tiempo para aprender lo que realmente tiene que aprender. No obstante, como bien decía una buena amiga hace unos días, su puesto definitivo tampoco es un camino de rosas, también tiene que desempeñar muchas funciones y hacer muchos trabajos con rapidez y presión. No se cuanto tiempo necesitará para adaptarse, pero creo que bastante. Pero además me parece que no solo él tendrá que hacerlo, sino que el resto de personal, que dependeremos en gran medida de su trabajo, también tendremos que acostumbrarnos a su ritmo mas tranquilo, porque dudo que vaya a convertirse en una persona rápida y estresada.
Y lo que es mas peliagudo: ¿Podrá el jefe adaptarse también a su ritmo? Porque es que el estrés no lo dan solo las circunstancias del trabajo, también viene dado en gran medida por la presión del jefe. ¿Será capaz de acostumbrarse a este ritmo nuevo? Francamente, lo dudo mucho, pero nunca se sabe.
Eso lo iremos viendo a partir del año próximo y, como no, os iréis enterando por aquí.
es bueno que ocurran estas cosillas en el ambito laboral asi
el gerente de la empresa sabra valorar mucho mas a los antiguos trabajadores.