Tocando fondo

O por lo menos, eso es lo que espero, estar tocando fondo definitivamente. Creo que cuando uno viene en la moto, ve un autobús frenando delante tuya y no te apetece frenar para no estamparte contra el, es que estas muy muy cerca de tocar el fondo definitivo de todos los fondos. Me parece que lo único que puede quedar mas abajo es que desaparezca ese último ramalazo de lucidez que te obliga a accionar la maneta de freno justo antes de que te la des contra el autobús, punto al que espero sinceramente no llegar. No es lo que me apetece ni lo que quiero.

Y todo por culpa del trabajo. No se ya como enfocar las cosas, como hacer que se reconozca mi trabajo. Y odio además estar en boca de la gente, que anden diciendo que si yo tal o ya cual y encima al jefe. No me gusta nada. Está cada vez mas claro que no llego a entender realmente lo que pasa por la cabeza de mi jefe. No comprendo su comportamiento, como pretende motivar a la gente (a mi sin ir mas lejos), que parámetros utiliza para valorar mas o menos a algunas personas, que hay que hacer para que esté contento con el trabajo.

Tengo cada vez mas claro también que realmente desconoce el alcance de lo que cada uno hace, las tareas que tenemos asignadas (por el) y existe una gran diferencia entre lo que yo creo que el debe hacer y lo que el quiere que yo haga. No se me ocurre pensar que mi forma de verlo sea la correcta y la suya erronea, puede que sea así o es posible que sea yo el equivocado, pero realmente se trata de una incompatibilidad total. Cada día se me hace mas cuesta arriba enfrentarme al trabajo porque sé que haga lo que haga nunca será suficiente y nunca encontraré el mas mínimo reconocimiento a mi trabajo.

Una de las últimas ha sido echarme en cara que trabajase en sábado, cuando la semana pasada esa era la solución. Hoy soy yo el que tiene que mandar a los demás mi trabajo para liberarme yo y no tener que venir a trabajar ni estar tan cargado, opinión que no comparto, porque como ya dije hablando de la mochila, pienso que es quien dirige el trabajo el que debe repartir las tareas, no soltarlas a la misma persona siempre.

Si quiere que yo sea el que reparta el trabajo, hay dos cosas importantes. Primero, tiene que dejarlo claro ante mi y ante los demás. Segundo, se trata de un cambio de funciones que creo que debe ser negociada. Por favor, no se entienda «negociar» como dinero en la mesa. Hablamos de ver si yo quiero ese trabajo, si interesa que lo haga yo, si estoy dispuesto a aceptar el nuevo cargo… cosa que, por supuesto, no sería así. Para eso, hubiera montado mi propia empresa cuando tuve opción, que la tuve y no quise.

En definitiva, lo mismo de siempre: no consigo comprender como funciona la empresa, que debo hacer, que no debo hacer, que se espera de mi. Y me temo que lo que se espera, sin haberlo dicho, no estoy en absoluto dispuesto a aceptarlo. Y vuelvo a decir, nadie está en posesión de la verdad absoluta, yo el que menos, pero cada uno tiene su punto de vista y para que algo funcione, hay que compartir esa visión. De otra forma es imposible.

5 comentarios en «Tocando fondo»

  1. teneis un jefe muy desagradecido, nunca reconocerá la entrega de la gran mayoria de sus empleados, es mas, nunca valorará ni reconocerá que todo lo que tiene es gracias, en parte, a que empleados como tú,
    se han partido el pecho por la empresa.Si hubiese tenido otro tipo de empleados con seguridad que no estaría ahora donde está.

  2. Deberias de darle su propia medicina pero a la inversa.En tiempos de crisis los empresarios se hacen gallitos amenazando e intimidando a sus empleados. Una semanita de baja laboral te vendria bien, seguro que cuando te vuelvas a incorporar se le bajan un poco los humos.

  3. Gracias, anónimos. Desde luego, toda empresa vale lo que valen sus trabajadores. Eso lo tengo claro desde hace años. Sin restar mérito al valor de un empresario para lanzarse a la aventura y saber dirigir el barco, si no tiene buenos «marineros» no puede ir a ninguna parte.

    Lo de darme de baja, anónimo 2, hace mucho tiempo que aprendí hace mucho tiempo. Una semana de baja «como castigo», solo serviría para encontrarme el trabajo acumulado de una semana encima de la mesa. El mío y el de cualquiera. Nadie es tampoco imprescindible. Si no estás, el trabajo sale, mejor o peor, pero sale. Y cuando digo nadie, digo nadie, empezando por los jefes.

    Saludos.

  4. Leyendo este post y el anterior de «La mochila» me queda muy claro que tu señor jefe tiene un grave problema: carece de las dotes necesarias para liderar un barco (una empresa, en este caso). Alguien con autoridad y jerarquía debería contradecirse lo menos posible (mejor si nunca lo hace), porque eso sólo siembra duda y confusión en los que tiene por debajo, cosa bastante perjudicial. Sin embargo, yo también tuve un jefe así (suerte que no lo tuve que aguantar por mucho tiempo) y bastantes más que hay por ahí.

    Mi pregunta es muy simple: ¿alguna vez le has expuesto estos problemas de forma sincera y directa? No hace falta discutir, pero sí hacerle llegar tus inquietudes. A veces es una buena solución. Sino, a veces el enfrentamiento demuestra una cosa: que el trabajador no es un borrego que tiene que agachar siempre la cabeza cuando el jefe lo dice. A mí me pasó en un trabajo de unos meses y sí, perdí el poco colegueo que tenía con mi jefe, pero a partir de ahí me tomó como una persona seria y ya no me tocó mucho más las narices.

    Un saludo.

    P.D.: Al final, la solución, por mal que nos parezca, es echarle el mismo morro que la mayoría y delegar tareas en otros, así de simple, sobretodo si estás rodeado de caraduras o vagos.

  5. Gracias por el consejo,M2. Precisamente hoy ha tocado una charla «tranquila» donde le he expuesto claramente algunas cosas. Siempre desde el respeto y el «talante», como diría el otro, pero claramente. No se donde llegará y si atravesará esa muralla de cemento armado que hay en la cabeza del jefe, pero espero que sirva para algo.

    Yo me he quedado mas tranquilo por esto y por otras decisiones que he tomado, así que de momento vuelvo a estar algo mas tranquilo, aunque dudo que dure mucho.

    Gracias de todas formas, ya veremos hasta donde llega esto.

    Saludos.

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