La mochila

Toca hablar de nuevo del trabajo. Creo que esta semana he aprendido algo que, si lo asimilo bien, puede serme de bastante provecho en el trabajo.

Resulta que hace un tiempo que mi jefe se ha vuelto un tanto místico, por llamarlo de alguna manera. Le gustan las metáforas y consejos a lo Kung-fu. Esta semana, como reproche e intentando de nuevo meterme mas presión como siempre, me ha tocado un consejo a lo pequeño saltamontes. Por primera vez ha ocurrido lo que yo sabía que ocurriría antes o después y me ha reprochado que no estoy llevando los trabajos que hacía una compañera que ya no está como ella los llevaba. Pues claro, como que esta compañera llevaba SOLO esos trabajos, mientras que a mi no para de soltarme otras muchas cosas mas que esta persona no llevaba.

Esa antigua compañera dedicaba las 9 horas diarias (porque trabajamos 9 horas, no 8 como marca la ley) para hacer unas cosas y las llevas bastante bien, pero llevaba solo esas e incluso así de vez en cuando tenía que echar algunas mas (sobre todo cuando eran remuneradas, pero eso es materia de otro post). Yo en esas 9 horas diarias no solo tengo que hacer un trabajo que, quiera que no, aún no domino y que ya se llevaba todo el tiempo de una persona, sino que no me ha quitado todas las tareas que llevaba antes y, día tras día, me manda mas cosas. Es materialmente imposible.

En medio de esta discusión, mas o menos pacífica, suelta la frase mística: «Es que tu tienes la mochila muy cargada de cosas y la única forma de descargarla es que trabajes te quedes hasta las 9:30 o 10 de la noche trabajando, o que vengas sábados o que en vez de tomar los 4 días de puente que me tocaba, hubiese venido un día del puente para descargarme».

A ver, sobre la frase hay varias cosas que objetar.
1.- No tiene porqué exigirme que eche horas extras si no tiene intención alguna de pagármelas.
2.- Ya estoy echando horas que él debe saber, porque últimamente casi nunca salgo a mi hora a mediodía y estoy echando muchos días entre media hora y una hora de más.
3.- Hay otra solución: No me cargues tanto la «mochila», reparte la carga entre las otras personas de la oficina para que todos llevemos algo de peso extra.
4.- Aunque él no lo sabía, si que he ido varios sábados a trabajar sin decirlo a nadie para intentar aliviarme el trabajo.

Y en este último punto es donde la metáfora de La Mochila si que puede serme muy útil y he empezado a pensar en ella esta mañana. Resulta que cuando he ido los sábados he ido a aliviarme trabajo de archivo, contabilidad, facturas… despejar pápeles, como yo lo llamaba. Aliviarme trabajo interno que nadie conoce a fondo pero que a mi me servía de desahogo al ver que ya lo tenía liquidado. Digamos que buscaba en el fondo de mi mochila el trabajo pesado, sucio y oscuro y es lo que me quitaba de encima.

Pues esta mañana iba con esa intención y me he acordado de la frasecita de la mochila. Algo ha hecho un click en mi cabeza y me he replanteado todo lo que iba a hacer. Me he dedicado a buscar todas las cosas que estaban en la parte de arriba de la mochila, cosas que mi jefe necesitaba directamente para él o cosas que pudiera notar de un rápido vistazo que el viernes no estaba hechas y cuando llegue el lunes vea que si lo están, así que rápidamente note que he estado trabajando el sábado.

No quiero decir con esto que el trabajo de antes no fuera importante o que el de ahora lo sea menos. No se trata de eso. Son tareas igual de importantes: es mi trabajo, parte del mucho peso que tengo en mi mochila. La diferencia está en donde estaban colocados. Imaginad que tenéis una habitación llena de polvo, cosas por el suelo y los armarios llenos de cosas que hay que ordenar. ¿No os ha pasado nunca que os ponéis con los armarios, pasais un dia entero ordenándolos, queda un trabajo genial hecho pero en cuanto cerráis la puerta del armario veis que el cuarto sigue sucio y que nadie notará el curre que os habéis metido?. Porque el armario, aunque perfectamente ordenado, seguirá cerrado y nadie lo verá, pero en cuanto alguien entre por la puerta seguirá viendo cosas por el suelo y polvo sobre los muebles. Si esas horas las hubierais dedicado a ordenar la parte que se ve, todo el mundo al entrar diría «anda, que pechá de trabajar te has metido», pero del armario nadie dirá nada y seguirán pensando que no has hecho nada. A mi eso también me ha pasado en casa.

Y eso no significa que la limpieza del fondo de armario fuera innecesaria o poco importante, puede que incluso fuera mas importante y necesaria que la limpieza exterior. Posiblemente hasta haya requerido mas trabajo y esfuerzo que limpiar el polvo y ordenar por fuera (que también era necesario), pero no tiene un resultado tan vistoso de cara a la gente.

Creo que ese ha sido mi fallo durante estos meses que llevo trabajando algunos sábados al mes, pero me parece que ya he dado con la solución para que ese esfuerzo se note. Seguiré recibiendo reproches, porque nunca llegarás a hacer suficiente, porque me reprochará que en vez de estar 5 horas como he estado esta mañana, me hubiera quedado a comer y trabajado el sábado completo. Pero claro, siempre sin pagarlo y, sobre todo, siempre sin agradecerlo, que es lo que mas me duele.

Y luego ves como gente que no hace nada de esto, que simplemente cumplen su trabajo, si reciben sus palmaditas en la espalda, mientras que los que nos matamos por hacer nuestro trabajo siempre somos machacados una y otra vez.

8 comentarios en «La mochila»

  1. «Pequeño Saltamontes», jejejejeje, me ha gustado la metafora. Genial como siempre, si señor. Espero que te haya cundido y sobre todo que te hayas quedado a gusto despues de escribir este post. Paciencia pequeño padawan, paciencia.

  2. DAGARIN…. A VECES NO SIEMPRE LOS COMENTARIOS QUE SE PUEDAN HACER GUSTEN, PERO EL MIO PRECISAMENTE ES DE ESOS,…. AHI VA: CREO QUE EN LA VIDA HAY QUE SER MAS VALIENTE, Y DIGO ESTO PORQUE ME PARECE QUE EN SU MOMENTO DEBERIAS HABER DICHO QUE NO PODIAS CON TODO EL TRABAJO QUE SE TE ESTABA DANDO, Y DAR A ENTENDER QUE UN COMPAÑERO NO TRABAJABA EN SUS HORAS POR HACER HORAS EXTRAS Y COBRAR, ES UN POCO…. PERO EN FIN, TU ERES EL QUE AGUNTAS Y EL QUE NO SE VALORA LO SUFIENTE PARA REIRTE DE LA VIDA Y LUCHAR POR VIVIRLA MEJOR.

  3. Por supuesto, anónimo, no todos los comentarios pueden ser buenos, pero siempre que sean hechos desde el razonamiento y la educación, como es tu caso, son bienvenidos. De otra forma, deshabilitaría los comentarios en el blog.

    Quizás debí ser mas valiente como dices, aunque lo cierto es que ese momento no me afectaba lo que hicieran o dejaran de hacer otras personas, que por cierto, nunca he dicho que no trabajaran en sus horas, pero duele menos echar horas cuando las pagan que cuando solo hay que hacerlo por el deber de tener que hacer tu trabajo.

    Respecto a la carga de trabajo y a tener que haber dicho algo, siempre he pensado que esa no es mi función. En un equipo de fútbol es el entrenador el que decide que debe hacer cada jugador y cuando debe jugar o cuando descansar, no el propio jugador el que decida si quiere saltar al campo, quedarse en el banquillo o jugar solo unos minutos. Pero creo que a partir de ahora puede que aprenda la lección, espero que para eso haya servido.

    Y en lo de que no me valoro, no te quito la razón en absoluto. Soy de esas personas que NECESITAN que de vez en cuando le reconozcan lo que valen y lo hace bien, no solo que me recriminen los fallos. Fallo mío, pero eso no pienso cambiarlo. Pienso que en ciertas cosas son los demás los que deben valorarte, porque uno difícilmente va a reconocer sus fallos, uno siempre piensa que lo hace bien y suelo estar atento a cuando me corrigen para intentar mejorar, pero igualmente necesito que me digan, al menos de vez en cuando, para saber que voy por el buen camino.

    Como siempre, gracias por comentar, aunque sea de forma negativa y ya ves que en parte te doy la razón. Siempre es bueno tener varios puntos de vista, insisto: siempre desde el respeto y la educación como tu.

    Saludos.

  4. Ufff !!! Interesante punto de vista ANONIMO. Me alegro de que podamos compartir esos puntos de vista, pero por favor y si no te importa, no escribas en mayusculas. Dagarin no te lo ha dicho, supongo que por cortesia, pero si escribes en mayusculas en Internet es como si estubieses gritando en la conversacion. Gracias. Continuamos con tu punto de vista … Yo al igual que Dagarin creo que en la vida son los demas los que deben valorarte, por supuesto nunca debemos caer en infravalorarnos nosotros mismos, pero sin duda son los demas los que deben vertir una valoracion objetiva sobre nosotros, ya que nosotros dificilmente podriamos valorarnos sinceramente.
    Tambien creo que es el jefe de un equipo el que debe tener la responsabilidad de asignar mas o menos trabajo a su personal, dependiendo de las capacidades de cada uno, pero eso si Dagarin, y siguiendo con la similitud del equipo de futbol … tu entrenador hay veces que puede no darse cuenta si a ti te duele un tobillo y no puedes jugar bien … hay ocasiones en las que el jefe puede no darse cuenta de las cargas reales de trabajo que tiene un trabajador, ya que en ocasiones se le escapan muchos detalles de dichos trabajos por falta de costumbre en realizarlos. Creo por lo tanto que de vez en cuando hay que conversar con esos responsables para hacerles ver cual es la situacion real …

  5. Si algo me gusta, de momento, de este blog, es recibir comentarios como los vuestros y consejos. Creo que compartir diferentes puntos de vista diferentes es sin duda una buena cosa que puede ayudarme a mi a mejorar y espero que a los demás también.

    Sin duda, aprecio vuestros consejos e intentaré seguirlos, en ellos estoy.

    Respecto al tema de las mayusculas, no fue por educación. Por supuesto, tienes toda la razón en lo que has comentado que es como gritar, pero ya que anónimo/a no puede o no quiere identificarse (opción que respeto pero que no comparto), veo esa forma de escribir como ya forma de reconocerlo/a, como si fuese su letra 🙂 Algo tan característico y poco común es una especie de seña de identidad, pero como bien dice Neneland, las mayúsculas se usan para gritar en internet (de ira o alegría, tanto da)

    Un saludo.

    • Ves por lo que te decía esta mañana que me encanta que comentéis? Por eso me gusta responder. Y gracias a ti por seguir por aquí.

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