KERS

Tranquilidad, que hoy no toca post tecnológico 🙂 Me he dado cuenta que, sin intención, estoy mas o menos alternando entre post tecnológicos con post personales. Y hoy toca post personal/laboral, aunque el título no lo aparente.

Si sois seguidores de la F1 como yo, habréis escuchado el término KERS y sabréis lo que es. Para los que no, lo explico brevemente. El KERS es un sistema por el cual la energía que se desprende cuando los coches de Formula 1 frenan se acumula en unas baterías especiales. Esta energía, puede ser utilizada posteriormente para dar mas potencia al coche mediante un botoncito especial que los pilotos llevan en el volante. Sin entrar en explicaciones muy técnicas sobre las ventajas y desventajas del KERS, hay dos conceptos que deben quedar claros para lo que quiere comentar. Por una parte, que el coche se prepara para ese sobre-esfuezo cuando frena, no cuando está acelerando a tope. Por otro lado, al ser unas baterías que se recargan, este extra de potencia es limitado, no se puede tener pulsado el botón de KERS continuamente porque se descarga y puede que, cuando realmente sea necesario, lo tengamos descargados.

De nuevo, como tantas cosas, es un concepto aplicable a la vida. ¿Cuantas veces no habéis dicho cosas como «necesito vacaciones para recargar las pilas»? Es algo muy habitual. Realmente creo que todos tenemos un botón de KERS incorporado. Todos tenemos una capacidad extra que podemos sacar cuando se aprieta el botón. Pero como con el KERS, el problema es que si no se ha cargado lo suficiente, no sirve de nada y, en mi caso, ha sido hasta contraproducente.

Estoy aquí en la cama tumbado, escribiendo esto, con una calentura en la boca, un domingo por la mañana incapaz de levantarme. Realmente estoy seco. No puedo mas. Llevo ya demasiado tiempo acelerado a tope, con el motor pasadísimo de vueltas y sin apenas frenadas donde poder cargar el KERS. Es como si fuera continuamente con el botón apretado y el motor a tope. De repente se me ha pedido un extra adicional y aunque no era gran cosa, he sacado de donde no había y ahora estoy literalmente roto. Me duele todo el cuerpo, a mi cerebro le cuesta reaccionar, tengo una calentura en la boca, no tengo apetito…. Podrían ser síntomas de Gripe, ojalá, pero no tengo fiebre, ni tos ni mocos… simplemente creo se me ha fundido el motor.

Y tengo que seguir acelerado, conformándome con este breve fin de semana para intentar refrigerarme un poco y conseguir que sea suficiente para aguantar otros 5 días de sobre-esfuerzo. Y ahora mismo me parece imposible que pueda aguantar una semana mas. Solo espero que, para variar, pueda ser una semana donde pueda ir un poco bajo de vueltas, ahorrando combustible para intentar llegar el final de la carrera, que lo veo ahí cerca, el día 18, donde empezaré unas vacaciones en las que espero tener tiempo y capacidad para recuperarme del todo. Cada vez me resulta mas insuficiente el fin de semana para recuperarme.

No solo mi KERS está seco, mi motor esta sobrecargado y estoy casi sin combustible. Está siendo una auténtica agonía poder llevar este coche a la linea de meta.