PES: la distribución digital y las microtransacciones

Lo reconozco: soy un apasionado del deporte, especialmente del fútbol. En las consolas, la cosa no cambia: cada año me hago con un título del deporte rey, y siempre tengo en consideración los juegos de otros deportes si la calidad acompaña. A tenor de esto, recuerdo que hace unos cuantos meses reflexioné (mediante un comentario en una entrada de este mismo blog, aunque no recuerdo cual) sobre el posible futuro de las sagas deportivas con la llegada de la distribución digital, las actualizaciones y las microtransacciones (pequeños pagos por contenidos adicionales). Aquella vez, dije que sería acertado incluir la posibilidad de actualizar las plantillas mediante actualizaciones online. Poco más tarde, las anteriores ediciones de FIFA y PES me sorprendieron al incluir dicha función, de manera gratuita. Ayer, una noticia leída en Meristation me hizo reflexionar más sobre el tema.

Según dicha noticia (por si os da pereza echarle un vistazo), Shingo «Seabass» Takatsuka, el conocido productor de la saga PES (excepto en su versión Wii), está pensando seriamente en abandonar el modelo de distribución física para el simulador futbolístico, a favor de un nuevo modo basado en la distribución digital y las microtransacciones. Según afirma, lo único que le echa para atrás es la todavía notable base de usuarios que carece (o evita) de conexión a internet en sus consolas. Pues bien, estas afirmaciones por su parte me hicieron temer. Me explico.

Creo que a ningún usuario aficionado a los juegos deportivos se le pasa por alto el siguiente hecho: cada año (en la mayoría de casos) debe realizar un desembolso relativamente importante (60 o 70 euros) para acceder a la última versión de su franquicia favorita. Cuando adquieres un PES, un FIFA, un NBA 2K… sabes que dentro de 12 meses tocará comprarse el siguiente, siempre que te gusten sobremanera estos títulos. Es ley de vida: si quieres plantillas actualizadas, debes pasar por caja. En parte, esta situación ha mejorado en los últimos años, pues las compañías han permitido la actualización de plantillas a media temporada (con los ejemplos de PES y FIFA) de forma gratuita. Antes era peor, pues había que recurrir a los consabidos editores para actualizar a medio ejercicio las plantillas, con el considerable trabajo que ello suponía. De lo contrario, y si se era un purista, en apenas 2 o 3 meses tenías un juego con equipos obsoletos.

«Estupendo avance», pensé en su momento. Se estaba utilizando la actualización online para algo más reluciente que descargar parches que arreglaban bugs, y de manera gratuita. Así que me dio por ir un paso más allá (como manifesté en el citado comentario en este sitio): ¿por qué no lanzar la nueva versión del simulador deportivo en cuestión cada dos años (o más)? Así, el desembolso para el usuario sería menor y mediante actualizaciones periódicas podríamos tener esas plantillas actualizadas hasta que saliera la siguiente versión al mercado. Además, los equipos de desarrollo podrían trabajar más tiempo y con más calma en las mejoras a nivel gráfico y jugable, potenciando aún más la calidad de sus productos. Todo parecía perfecto.

Pero ayer, leyendo la noticia en cuestión, empecé a pensar que me equivocaba. Se me olvidó pensar en un «pequeño» detalle: la avaricia de nuestras queridas compañías. Sacando 120 o 140 euros cada dos años (suponiendo que el jugador compre cada año la versión correspondiente de su saga preferida)… ¿cómo van a querer pasar a obtener la mitad? Claro, pobre iluso. Ahí están las microtransacciones, esos «pequeños» pagos (que a veces pueden llegar a constar de dos cifras) para decirme que me equivocaba. Actualizar las plantillas a media temporada gratis está bien. Vivir de eso dos o tres años entre nuevas entregas… imposible. Las compañías no lo permitirían, está claro. E igual de claro está que irían a sacar una buena tajada, eso lo sabemos todos. A eso se refiere, indirectamente, el señor Takatsuka cuando habla de microtransacciones.

Por otro lado, no sé hasta qué punto sería una opción viable (eso de actualizar de tanto en tanto y sacar una nueva versión cada dos años o más) en relación a las mejoras que se incluirían. Una actualización o un parche permiten arreglar pequeños problemas de código o incluir algún contenido adicional, pero de ahí a mejorar sensiblemente los gráficos, los comentarios y la experiencia jugable, hay un buen trecho. Es cierto que las mejoras cada año suelen ser relativamente pequeñas, pero siempre significativas para el apasionado de estos juegos deportivos. No en vano, llevamos años esperando que nuestro querido Takatsuka (y sus compañeros) dé un puñetazo en la mesa y haga justicia a lo que fue PES en tiempos pasados a nivel jugable. Si no lo consiguen con un juego nuevo… ¿cómo lo van a conseguir mediante actualizaciones? Así pues, otro punto en contra.

Al final, sea mediante distribución física o digital, creo que no nos va a quedar otra: cada año tocará pasar por caja y desembolsar 60 o 70 euros si queremos la mejor versión y la más actualizada de nuestro juego deportivo favorito. Si no es una copia en disco, serán las microtransacciones, eso está claro. Es lo que tiene ser un aficionado sin remedio a estos títulos deportivos…

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