Mi particular crisis de los 40

Ya se que es un poco pronto para tener ya la crisis de los 40, aún me falta para cumplirlos y además no acaba de comenzar, pero creo que llevo viviendo la famosa crisis desde principios del año pasado.

Lo que yo tengo entendido por crisis de los 40 es esa época de cambios en los que comienzas a hacer cosas que llevas aplazando desde hace años. Como si algún reloj biológico te dijera «vamos, chavalote, que cada vez va quedando menos para cumplir tus sueños«. Como ya he dicho, comenzó el año pasado, mas o menos por febrero/marzo, cuando decidí comprarme el Mac. Es de esas cosas que durante años quería hacer y no me decidía por una u otra razón. Motivos económicos por una parte y por otra miedo a lo desconocido. Desde los 17 o 18 años en el mundo PC con MS-DOS/WINDOWS, escuchando y leyendo con admiración sobre el mundo Mac, pero con miedo a dar el salto. Finalmente, a principios del año pasado comenzó mi crisis lanzándome sin red al maravilloso mundo Apple. Logro Desbloqueado.

Unos meses después, otra de esas ideas de hace años volvió a mi mente. Siempre me han gustado las motos. Una vez, hace años, incluso intenté sacarme el carnet, pero no pude por no pasar el reconocimiento médico por culpa de la vista y de un ojo vago que tengo y que solo tiene un 15% de visión. De nuevo la idea comenzó a rondar y finalmente me compré una moto mas pequeña para probar. Desde entonces, también soy feliz con mi moto, dando paseos, usándola en ciudad… Otro Logro Desbloqueado, Además, estoy tras el carnet de moto grande, pero mi torpeza de momento me priva de el. Pero caerá, por mis santos cojones, jaja.

Y todo esto de escribir sobre mi crisis de los 40 viene porque, aparte de estos detalles, noto desde hace unos meses también que mi carácter va cambiando. Empiezo a dar mas valor a ciertas cosas y a menos a otras, empiezo a distinguir lo que es importante para mi, lo que me hace realmente feliz y disfrutar de la vida, de las cosas que son solo superficiales y que, aún siendo parte de la vida cotidiana, no deben convertirse en centro de atención y no deben ser las cosas que condicionen mi ánimo.

Principalmente hablo del trabajo, aunque me afecta en mas aspectos. Hace no mucho me preocupaba mucho por la gente de mi trabajo. Los compañeros/as principalmente. A ver, trabajar es trabajar. Hay días mas tranquilos y días mas liados, días en los que el trabajo es normal y días en que el estrés te puede porque no das para tanto, pero eso forma parte inseparable de tener que trabajar. El problema es que antes me afectaban además las relaciones en el trabajo. Y mucho. Lo que dijeran de mi los compañeros/as, lo que sucediera en el trabajo, las disputas diarias, las quejas. Ahora, como se dice vulgarmente, todo eso me la suda. No significa que el trabajo no me importe. Me importa mi trabajo y todo lo que le rodea. Me gustaría que todo funcionase bien, pero es imposible. Además, me gustaría que todo el mundo se preocupase de la misma forma por el trabajo y por hacer las cosas en condiciones, pero cada uno, en el trabajo y fuera de el, somos de nuestro padre y de nuestra madre. No todos podemos tener el mismo interés ni las mismas ganas de trabajar, está claro. Antes eso me quemaba, pero ya me da igual.

Lo mismo que el que dirán, que también me afectaba mucho, Quería llevarme bien con todo el mundo y que fuésemos todos una pequeña gran familia, Ultimamente me he enterado a través de varias personas de varias cosas que se andan diciendo de mi en el trabajo. Hace unas semanas o meses, eso me hubiera provocado mucha desazón, nerviosismo, agobio, depresión… Me hubiera preocupado mucho, hubiera intentado hablar con las personas que andan diciendo esas cosas para intentar aclararlas y arreglar la situación. Ahora puedo decir, con todas las letras, me la suda. Me importa un pito lo que digan y me hace hasta gracia. Estoy cansado de todas las historias continuas en el trabajo de unos con/contra otros. Al final, poca gente es realmente amiga y lo único que me importan es lo que me digan a la cara, para poder rebatirlo.

Porque esa es otra, cada día me da mas pereza ser hipócrita. No me apetece poner buenas caras si no me salen. También medía mucho siempre mis palabras pero cada vez las mido menos. Antes lo pensaba mucho antes de hablar, ahora lo que pienso, intentando no herir a nadie, lo digo y no me quedo pensando en lo que he dicho y lo que debería haber dicho y cosas así.

Por supuesto, no dejo de preocuparme algo por los demás, y creo que lo acabo de demostrar cancelando mi puente que tenía previsto para el lunes y posponiéndolo para mas adelante. Las circunstancias se han dado de esa forma y tampoco se trata de joder por joder. Ni al trabajo ni a los compañeros/as. Eso si, lo he hecho porque lo he visto justo y necesario. Posiblemente si me lo hubiesen exigido no lo hubiera hecho, no lo se.

El caso es que me noto cambiante, aún faltando un tiempo para cumplir los 40, creo que ya estoy viviendo mi particular crisis de los 40. Y la verdad es que me está gustando la metamorfosis que ando sufriendo. Me siento mas satisfecho, disfruto mas de los pequeños placeres (un rato de charla con un amigo/a, pasar una tarde generando el ordenador o jugando al Guitar Hero) y los malos momentos me parecen mas leves y no son tan intensos.

Que viva la crisis de los 40, si es que es lo que estoy viviendo.

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