Guilty Pleasures: ¿Cuándo fue la última vez que lloraste viendo una película?

Guilty Pleasures: ¿Cuándo fue la última vez que lloraste viendo una película?

GuiltyPleasures_SolasHace ya unas semanas leí este fabuloso post de El Guardián Entre el Centeno que me resultó especialmente motivador. Todos los de El guardián… son lectura obligada pero en este nos hablaba de los «Guilty Pleasures». Esos pequeños placeres, esas cosas que nos encantan, pero que nos cuesta reconocer en público, si es que lo reconocemos. No sé, que os guste Camela, por poner un caso extremo. Todos tenemos esos pequeños «placeres culpables», confesad. Y de hecho os invito a confesarlos en los comentarios de este post o de cualquiera de los que escriba en esta sección, porque esto tiene pinta de que va a ser toda una sección. Y para romper el fuego, como hizo en su post El Guardián… empiezo confesando: lloro viendo películas. Si un tío hecho y derecho que se descompone viendo según que películas.

Y quien dice una película dice leyendo un libro, jugando un videojuego, escuchando una canción… eso que no puedes evitar sentir esa congoja o que irremediablemente los ojos se te empañen. Y si, si eres chico y no quieres quedar como una nenaza si hay gente contigo te contienes y, como si estuvieras intentando mantener una erección, piensas en otras cosas para que se vaya el momento final y no afloren las lágrimas. Pero si estoy solo, ay señor señor. Ya lo que no os voy a confesar es con cual ha sido la última película con la que se me ha escapado una lagrimita. No, no ha sido La Vida Secreta de Walter Mitty, que es la que acabo de ver justo antes de ponerme con este post. Esta peli es bonita pero no me ha hecho llorar (aunque os la recomiendo). No insistáis, no voy a confesar con cual he llorado esta semana, que ya si que os ibais a reír a gusto, pero os voy a confesar con cual es con la que más he llorado, con cual he llevado este «Guilty Pleasure» a su extremo: Solas.

Para los que no las conozcáis, ya estáis tardando en localizarla y verla. No os voy a desvelar la trama en absoluto, pero ganó todos los premios del mundo en su momento. Interpretaciones magistrales de TO-DOS pero sobre todo de TO-DAS. Temas duros. Malos tratos, mujeres fuertes, como se revelan y luchan por la vida… A mi esa película, de la que no esperaba nada me impacto. Lloré en un par de momentos de la película pero en la escena final, donde Maria Galiana (en uno de sus primeros papeles, antes de Cuéntame) y Ana Fernández lo bordan.

Dos mujeres. Solas. Vino. Noche. Confesiones. Reproches. Consejos que intenta dar una generación a otra, lágrimas en la escena y os aseguro que jamás es llorado más en mi vida viendo una película. A moco tendido, de los de coger un rollo de papel higiénico y casi terminarlo sonándome los mocos y secándome las lágrimas. Tener que pausar el video (todavía no tenía ni DVD) porque es que no me estaba enterando por no parar de llorar. No sé. Creo que me trajo demasiados recuerdos, que me pilló en mal momento, que mi pillo muy solo… Fuera como fuera, no busco explicaciones, lloré como una magdalena.

Creo que esa empatía, esa capacidad de sentir por los demás, aunque sea ficción, es algo que sólo existe en el ser humano. Sea como sea ya os he confesado uno de mis Guilty Pleasures, de mis placeres culpables. Y tu ¿Cuando fue la última vez que lloraste viendo una película?. Confiesa en los comentarios o cuéntanos alguno de tus placeres inconfesables.

5 comentarios en «Guilty Pleasures: ¿Cuándo fue la última vez que lloraste viendo una película?»

  1. Pues yo no se si llore mas en el final de Million Dolar Baby o en el de Toy Story 3, aunque Up! Tambien consiguio emocionarme, no te creas, Pixar es capaz muy a menudo de conseguirlo, y Dreamworks tambien lo puede hacer, Shrek es una prueba de ello

  2. Igual te pongo otro ejemplo, en los capítulos finales de The Pacific, hay una escena desgarradora, no se si la has visto pero en una de las cabañas de Okinawa, te juro que en nudo que llevaba en la garganta no me dejaba pasar ni aire, que crueldad, que escena para un pobre chaval que hace nada que salía del pueblo, brutal lo de esa pobre mujer.

  3. Si hago memoria, sólo recuerdo un libro y una escena que aún me ponen la piel de gallina y me emocionan al borde de las lágrimas o hasta ellas.

    El libro: El niño con el pijamas de rayas, esa inocencia contenida en un crío que no ve el mal en nada y antepone la amistad y la diversión por encima de todo. Cuando acabé de leerlo, recuerdo que rompí a llorar.

    La escena: Penúltimo capítulo de Hermanos de Sangre, cuando descubren el campo de concentración. Sientes una emoción especial cuando la ves por primera vez, pero si la vuelves a ver tras haber visitado uno…. el escalofrío es tremendo!!

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