Cigarra
Siempre he sido la Cigarra de la historia. Nunca he sido del todo consciente de ello pero estos días que he estado de vacaciones solo, pensando y relajando mente y cuerpo, aunque me haya servido de poco por La Obra, he tomado plena conciencia de que no tengo nada de Hormiga por mucho que lo intente.
Soy de los del Carpe Diem y el Sursum corda. Del a tomar por culo todo. Soy más de pedir perdón que pedir permiso, mas de hacer que de pensar. Nunca pienso a muy largo plazo en ningún sentido de mi vida. Económico, sentimental, laboral… voy sobre la marcha y nunca atesoro u organizo para mañana. Quizás porque no sé cuantos mañana me quedan, quien sabe. Es la putada de no tener una fecha de fin de esto de la vida. Si tuviera fecha pues ya sabría, o no, como afrontarlo. Pero es que igual me planifico una jubilación de puta madre o me planteo unas vacaciones en Japón para el año que viene y lo mismo ni me jubilo ni llego a la fecha de las vacaciones.
Y ojo, que no hablo de esto como algo bueno, me gustaría muchísimo tener capacidad de planificación como llego a tener a veces el en trabajo. Plantearme cosas al menos a un par de semanas vista, pero no. Me hago mil planes para los próximos días, lo apunto todo y al final voy moviendo las cosas en el calendario o posponiendo eventos en los recordatorios, así soy. Incapaz de planificar.
La Obra, porque si no os lo he contado os digo que ando de obras en casa, en la que ya es Mi casa y en la que quiero hacer algunas reformas. Llevo un par de meses en busqueda de presupuesto y habrá cambiado 20 veces, como poco, lo que voy a hacer en la obra. Desde 4 retoques de pintura a cambiar media casa pasando por mis puntos intermedios. Y ahora que La Obra está en marcha ya le he cambiado planes al albañil 3 o 4 veces. Y quedan 2 semanas o casi así que no descartéis que haya más, pero no lo descartéis en absoluto. Soy así: cigarra. No puedo planificar y cada día me levanto como me levanto y se me ocurre algo nuevo.
Creo que esto de Cigarra es de las pocas cosas, aparte de mi físico, que he heredado de mi padre. Recuerdo como mi padre era un enganchado también a la tecnología, como yo. Fuimos de los primeros en el bloque en tener televisor, video, ordenador, cámara… Mi madre siempre nos decía «Tu padre se va al Corte Inglés, firma las letras que sea y no piensa que luego hay que pagarlas». También he sido mucho así siempre, un adicto a la tecnología y a las letras, una cigarra.
Y así con todo en la vida. Me cuesta plantearme una relación a largo plazo y cuando lo pienso me parece tan largo que no me gusta, aunque alguna vez si me lo he planteado aunque no haya podido ser. Así somos las cigarras.
No, no es ninguna maravilla ser la cigarra del cuento pero a esta edad o lo asumo y actúo en consecuencia o mal voy si pretendo seguir engañándome.
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